Internacional - Seguridad y Justicia

Republicanos y demócratas cierran filas en torno al ataque de Trump a Siria

2017-04-07

El republicano Marco Rubio, exrival de Trump en las elecciones, declaró que el ataque a las...

Cristina F. Pereda, El País

El ataque a Siria ordenado por el presidente Donald Trump en la noche del jueves ha sido recibido como una medida “proporcionada” por los legisladores republicanos y demócratas. El consenso se rompió sin embargo a la hora de valorar los siguientes pasos del mandatario republicano contra el dictador sirio Bachar el Asad. La Cámara de Representantes ha iniciado un receso de dos semanas por lo que cualquier autorización de nuevas acciones militares deberá ser convocada de urgencia por el líder republicano Paul Ryan.

Los senadores John McCain y Lindsey Graham publicaron un comunicado conjunto en el que aplaudieron la decisión de Trump en respuesta al ataque químico contra la población civil, que se saldó con más de 80 muertes. Ambos legisladores, que hasta ahora se habían convertido en los principales críticos del presidente dentro de su propio partido, celebran que el comandante en jefe “haya enviado el importante mensaje de que EE UU no seguirá al margen mientras Asad, ayudado por la Rusia de Putin, masacra a sirios inocentes con armas químicas”.

El republicano Marco Rubio, exrival de Trump en las elecciones, declaró que el ataque a las bases aéreas militares del régimen sirio “disminuirá su capacidad para cometer atrocidades contra inocentes”. El comunicado publicado por su oficina en Washington afirma que lo que debe seguir a partir de ahora “es una estrategia exhaustiva para garantizar que Asad no siga siendo una amenaza para sus ciudadanos y para la seguridad de EE UU”. Rubio añade que “Rusia no tiene total libertad para apoyar a este régimen”.

Ileana Ros-Lehtinen, la representante republicana de Florida que no acostumbra a esconder desacuerdos con su propio partido, respaldó en este caso los ataques contra la base aérea siria. “EE UU ha hecho lo que el resto del mundo no hizo: liderar y responder a los crímenes de guerra de Asad”, escribió en Twitter.

Horas antes del ataque, cuando se conocía que esta posibilidad estaba sobre la mesa, Hillary Clinton admitió que deberían haber sido más “agresivos” con el régimen de Bachar el Asad. La excandidata presidencial señaló que se deberían haber tomado medidas de represalia contra las bases aéreas sirias que usaron armas químicas en el norte del país. “Son la causa de la mayor parte de muertes de civiles”.

El único republicano en criticar la intervención ha sido Rand Paul. Su argumento coincide con el de los legisladores del Partido Demócrata, ya que Trump ha actuado sin la autorización expresa del Congreso. Paul añade que intervenir en esta región, afectada por la guerra civil siria desde hace siete años y la inestabilidad en Irak, nunca ha contribuido a la seguridad estadounidense.

El senador demócrata Dick Durbin declaró en la noche del jueves que la respuesta estadounidense ha sido "proporcionada", pero exige que "cualquier medida a partir de ahora debe ser analizada por el Congreso". El senador Durbin añade que una escalada militar más allá de los bombardeos "requerirá la participación de los ciudadanos en esa decisión".

En la Cámara de Representantes, el demócrata Ben Cardin fue el primero en pedir que cualquier acción militar ordenada por Trump cuente con la aprobación del Congreso. "No puedo enfatizar lo suficiente que cualquier operación militar a largo plazo en Siria deberá ser realizada tras consultar con el Congreso. El presidente tiene la responsabilidad de informar al poder legislativo y a los ciudadanos tanto de su política en Siria como de las bases legales de cualquiera de sus acciones en ese país".

La demócrata Bonnie Watson Coleman añadió en Twitter que si, como argumentó Trump en su discurso, el ataque era “vital” para la seguridad nacional de EE UU, “¿por qué no informó antes al Congreso?”.



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