Policrato Philodemos
Desahogos patológicos nucleares
Almte. Manuel Rodríguez Gordillo
"La egolatría patológica extrema desconoce todo límite y le aterra el anonimato......
pues su narcisismo egoísta es despiadado y solamente busca la admiración y el poder....
no dudaría en incendiar al mundo para no pasar desapercibida o para encubrir su mediocridad"
Bravatas demenciales al borde del acantilado atómico
Desde el arribo de Donald Trump como inquilino de la Casa Blanca en Washington la política exterior de los Estados Unidos sufrió un vuelco hacia la patanería amenazante y xenófoba, continuamente exhibida por su presidente durante los discursos y entrevistas que concede a los medios.
En el transcurso de los tres meses que lleva en el gobierno la conducta del señor Trump, así como sus declaraciones, han subido de tono hasta alcanzar un nivel peligroso para la paz y la estabilidad mundial, dadas las respuestas que ha provocado de diversos mandatarios de otras naciones, especialmente entre las de fe musulmana, así como en los países latinoamericanos, y del medio y extremo oriente, especialmente de de Corea del Norte, que como estado bajo un régimen totalitario, está sujeto al capricho absoluto del señor Kim Jong-Un, líder máximo que al parecer comparte patologías ególatras y narcisistas con Donald Trump.
Actualmente la población mundial se ha convertido, de facto, en espectadora pasiva, y posible víctima colateral inocente, del drama siniestro que están escenificando en la arena internacional, los egocentrismos extremos de Trump y de Kim Jong-Un, que se amenazan entre sí con bravatas propias de perdonavidas ebrios en una taberna de arrabal, ofreciendo un espectáculo que sería bufo o tristemente patético por lo estrafalario de los actores y de su ridículo histrionismo, si no estuviera en juego el futuro mismo de la especie humana, ya que fácilmente puede derivar en un criminal holocausto, dado que ambos actores como gobernantes de potencias atómicas tienen el poder decisorio para desencadenar una hecatombe nuclear de proporciones planetarias, ya que tienen a su alcance el gatillo de disparo del armamento atómico.
Esta situación es verdaderamente inaceptable para la seguridad internacional y la paz de la humanidad, que actualmente se encuentre ante la incertidumbre de lo que decidan un par de perturbados mentales, quienes de manera arrogante están pretendiendo imponer sus respectivas voluntades.
Desconocedores de su alta responsabilidad ante el mundo y ante la historia, este par de alienados han iniciando el redoble de los tambores de guerra bajo pretextos pueriles e inaceptables que trastocan el derecho internacional, como es el pretender condicionar el ejercicio soberano que tiene cada país de gobernarse dentro de sus propias fronteras, y pretenden arrogarse la facultad exclusiva de imponer sus voluntades, limitando para otros los derechos y libertades que ellos si practican, como son la investigación sobre energía nuclear y la producción de armamento, quehaceres que ellos practican cotidianamente.
En su ceguera suicida han empezado a caminar sobre el filo de la navaja nuclear pues mientras el líder coreano Kim Jong-Un hace alardes intimidatorios a Estados Unidos. lanzando cohetes balísticos en el espacio marítimo japonés acompañados con amenazas verbales, el nuevo presidente norteamericano Donald Trump envía un grupo de ataque compuesto de un portaviones nuclear con sus buques de acompañamiento al espacio marítimo cercano a Corea del Norte.... ambos amagamientos bélicos son estúpidos y propios de mentes patológicamente incapaces de entender que cualquier error táctico, o un mal entendido de cualquier operador subalterno, pueden iniciar una confrontación no deseada con armas atómicas, ya que ambas son potencias nucleares con capacidad de provocarse una devastación total de ambos países, además de las consecuencias colaterales posteriores para la sobrevivencia de la vida en el planeta.
Parecen ignorar (o en su egocentrismo patológico carece de importancia), que en caso de desatar una confrontación nuclear ésta significaría el fin de la civilización y que no existirán vencedores, dado que todos, enemigos beligerantes y espectadores neutrales, seremos perdedores...... no se trataría de una guerra sino de un pacto suicida dentro de un holocausto nuclear, que simplemente habrá sido provocado por dos imbéciles pretendiendo imponer sus respectivas patologías ególatras..... además, tampoco habrá sobrevivientes que puedan contar la historia de tal conflicto....
JMRS