Nacional - Política

La amarga victoria del PRI

2017-06-05

Los más beneficiados: una familia centroamericana que logró colarse en la fiesta y...

Jacobo García, El País


La noche electoral el PRI consiguió lo que parecía imposible; ganar perdiendo, bailar sin moverse y reír llorando en una fiesta-velorio esquizofrénica. Todo estaba dispuesto en la sede del Revolucionario Institucional de Toluca, para la celebración y la euforia: una inmensa carpa para miles de personas, decenas de meseros, comida gratis, más de cinco grupos distintos con género del reguetón al mariachi y la escenografía de banderas y colores de las grandes ocasiones. Sin embargo, los invitados no llegaron y en el suelo quedó la serpentina y las matasuegras y el eco de la animadora: “¿Dónde está la militancia del PRi? Arriba esos ánimosssss”…, se esforzaba la rubia conductora al grupo de fieles que, pasadas las once de la noche, todavía no sabía que podía celebrar.

Los más beneficiados: una familia centroamericana que logró colarse en la fiesta y que no sabía que celebraba, pero que se comió todos los tamales, las garnachas, los pambazos y los tacos dorados. Fue también la noche de los celulares: no había nadie que no hubiera consultado al menos tres encuestas diferentes sobre lo que en realidad estaba pasando.

Seis años antes la sede era un hervidero de miles de personas celebrando la victoria de Eruviel Ávila. Esta noche, sin embargo, cada vez que se callaban los músicos un silencio espeso sobrevolaba el lugar. Una miliancia acostumbrada al rodillo no maneja bien la posibilidad de ganar de panzazo o invocando al árbitro. Todo fue tan falso que hasta que hasta el eslogan de campaña “fuerte y con todo” sonaba vacío.

Una vez sobre el escenario, pasadas las once de la noche, el candidato dedicó los primeros minutos a largos abrazos y besos a su mujer frente a la concurrencia. “Mi gobierno será un Gobierno de inclusión. Es momento de trabajar por el Estado de Mexico, por la unidad, por los que nos han respaldado y por los que no, todos deben ser escuchados. Mi gobierno será un gobierno de inclusión” insistió.

Del Mazo insistió en que la suya fue una campaña propositiva y durante casi 15 minutos se dedicó a dar las gracias a la estructura política del PRI, que “defendió el voto”.

Al final de la noche, el calor fue calando entre los priístas a ritmo de reguetón y cohetes de confeti mientras que a pocos metros de allí, en otro hotel de Toluca, Delfina Gómez, la candidata de Morena se proclamaba también ganadora.



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