Nacional - Política

EL PRI salva los muebles por la mínima de cara a 2018 

2017-06-05

El escenario de fraude es algo que en todo caso se fue agitando durante toda la jornada. Las...

JAVIER BRANDOLI / El Mundo

El recuento rápido del clave Estado de México le otorga la victoria al partido gubernamental

El opositor Morena denuncia fraude electoral.

Ganó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se quedó a las puertas del vuelco histórico. Eso parece al menos del recuento rápido realizado por Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) que da al candidato priista, Alfredo del Mazo, la victoria en el clave Estado de México por entre 1 y 2 puntos sobre la candidata de Morena, Delfina Gómez.

Hay que añadir por tanto al titular de la victoria del PRI algún pequeño interrogante por lo apretado del resultado y por las más que previsibles denuncias que se interpondrán en el Tribunal Electoral por amaño. El líder nacional de Morena, el carismático Andrés Manuel López Obrador, ya se ha apresurado a salir a los medios para anunciar que "no vamos a aceptar ningún fraude electoral, ganó la maestra Delfina Gómez".

Analistas consultados por EL MUNDO ya habían anunciado el previsible escenario de que ante el ajustado duelo entre PRI y Morena habría un vencedor declarado por el IEEM y un vencedor definitivo que deberá ratificar el Tribunal Electoral. .

"Sin duda habrá denuncias. El IEEM ha hecho mal en adelantar el resultado con ese conteo rápido que estadísticamente no vale", explica a EL MUNDO el analista Alberto Aguirre. "Las habrá pero no cambiará el resultado", dice el también analista Carlos Castañeda. "Ha ganado el PRI, se anunciará en horas", asegura el politólogo Gerson Hernández.

El escenario de fraude es algo que en todo caso se fue agitando durante toda la jornada. Las denuncias de irregularidades han sido constantes: acarreos en los que llevaban a votar a la gente en autobuses, control de barrios, compra de votos, urnas irregulares... Quizá todo esa movilización ha hecho que se bata el récord de participación con un 54%, una cifra ocho puntos superior a los comicios pasados. "El PRI ha ganado a pesar de esa participación, lo que es raro porque suele ser un partido que se beneficia del abstencionismo", señala Gerson Hernández que también puntualiza: "Del Mazo ha perdido un millón de votos respecto a su antecesor".

El resto de la terna política que disputará las elecciones de 2018 ha obtenido unos resultados diversos en Estado de México (Edomex). El conservador Partido de Acción Nacional (PAN), que postulaba a Josefina Vázquez, candidata a la Presidencia de la República en 2012, se ha llevado un batacazo fuerte al obtener sólo un 10% de los votos. El izquierdista Partido de la Revolución Democrática, cuyo candidato Juan Zepeda ha sido la verdadera sorpresa de esta campaña, ha conseguido salvar los muebles de una nave a nivel nacional moribunda y aguantar el tirón de Morena para sacar cerca del 18% de los votos. La izquierda unida habría por tanto ganado estos comicios, pero en México ni nunca nada es del todo unido ni es del todo lógico.

Y ahora, ante el previsible triunfo electoral del PRI que sostendría por la mínima su feudo clave de Estado de México, el más poblado del país y su factoría de votos, queda un escenario confuso y fraccionado a un año vista de los comicios generales. Todos han ganado y todos han perdido en todas estas previas electorales que comenzaron en 2015.

En los otros dos estados en liza ayer, Nayarit y Coahuila, parece que es el PAN, sólo o en unión con el PRD, el que se ha llevado la victoria. En Coahuila el resultado es también muy ajustado, aunque todo apunta que gana el PAN con una participación histórica del 62%. Morena, en estos dos estados, ha obtenido un resultado muy bajo de alrededor del 10%. ¿Entonces?

Entonces, Morena parece que será en 2018 la alternativa populista bajo la marca AMLO, la que aglutinará a la masa de indignados, pero será una marca que carece de poder territorial y de un partido implantado en el territorio. El viejo líder vuelve por tercera vez a ser firme candidato a la presidencia de la república, pero llega sin ningún triunfo bajo el brazo.

El otro problema de Morena es que capta tantos seguidores convencidos como detractores convencidos capaces de hacer un voto útil y votar a su rival más fuerte para impedir su llegada a Los Pinos.

En frente, siempre, incombustible, habrá un PRI que ha perdido casi todo su poder territorial, por primera vez domina sólo 13 estados por 18 de los opositores, y cuyo Gobierno tiene ínfimos niveles de popularidad. Pero el PRI es el PRI y eso le ha bastado para resistir en Edomex. Aunque desgastada tiene la mejor y más engrasada maquinaria electoral de México.

Por último queda la duda de PAN y PRD. Juntos han concurrido en esta alianza ideológica contra natura en varios estados y han conseguido la victoria en muchos de ellos, algunos especialmente importantes como Veracruz. Por separado hoy no parece que tengan muchas opciones, desde luego no el PRD, aunque es pronto para aseverar nada a un año vista y sin conocer aún quiénes serán los cabezas de lista de los partidos (a estas alturas sólo AMLO tiene ese papel ya otorgado). Lo previsible es que siga habiendo fugas de líderes del PRD a Morena y que los que se queden puedan sentarse a hablar con el PAN para ir de la mano en una complicada coalición.

Del PAN, la clave es hasta dónde llegan sus purgas internas para elegir a su líder. Ricardo Anaya, presidente del partido, Margarita Zavala, mujer del ex presidente Felipe Calderón, y Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla, deben ser los cabezas de lista de la opción que le dispute los votos al PRI por la derecha y por el centro.



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