Internacional - Economía

El desempleo sube con fuerza en Argentina a seis meses de unas elecciones clave 

2017-06-15

El Indec consideró

Mar Centenera, El País


Los datos económicos de Argentina contradicen el panorama optimista descrito por el Gobierno de Mauricio Macri. A menos de cinco meses para las elecciones legislativas de octubre en Argentina, clave para el futuro del presidente, la economía le juega en contra. El último dato negativo en conocerse ha sido la tasa de desempleo: en el primer trimestre de 2017 aumentó hasta el 9,2%, 1,6 puntos porcentuales más que el registrado en los últimos tres meses de 2016. En la periferia bonaerense, la zona más poblada del país, la situación empeoró aún más -2,4 puntos porcentuales- y la desocupación llegó al 11,8%. La contracara es Viedma, la capital provincial de Río Negro, donde la tasa de desempleo es del 1,1%.

El Indec consideró "significativo" el aumento del número de desocupados en el arranque del año, a pesar de que no se puede establecer aún una comparativa interanual debido al apagón estadístico durante los primeros meses del gobierno macrista, en los que el organismo se reorganizó para volver a publicar datos fiables después de ocho años de descrédito internacional. Si bien el desempleo suele aumentar ligeramente en los primeros meses del año, el incremento ha sido mayor del esperado.

A finales de mayo, el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, destacó la recuperación del mercado laboral. "Nosotros pasamos por un 2016 muy difícil, un primer semestre donde perdimos casi 100,000 puestos de trabajo. Ese proceso terminó en julio cuando el empleo dejó de caer y en agosto comenzó a recuperarse. Es evidente que estamos en una situación totalmente distinta hoy, ya que hay una economía que crea empleo, algo muy distinto a 2016, cuando la economía destruía empleos", declaró Dujovne en una entrevista con El Tribuno de Salta.

El dato de desempleo no es la única mala noticia para el Gobierno en este año electoral. La inflación acumulada en los primeros cinco meses del año es del 10,5% y aunque en mayo se ralentizó (1,3% intermensual), nadie en la calle cree que a fin de año se cumplirá la meta oficial, de un máximo del 17%. Los sindicatos exigen aumentos salariales superiores al 25% y el precio de los bienes de consumo también aumenta por encima de las previsiones del Gobierno. Aún así, la inflación está lejos del 40% registrado en 2016, cuando la escalada de precios castigó con especial dureza a la población más vulnerable y aumentó la pobreza, que afecta a casi uno de cada tres argentinos.

Después de un 2016 en recesión, en el que el PIB argentino cayó un 2,3%, organismos internacionales prevén un crecimiento económico de entre el 2,2% (FMI) y el 2,5% (OCDE) para Argentina este 2017 y algo superior para 2018. Una vez más, el motor económico es el campo, que prevé este año otra cosecha récord, pero es un sector de baja ocupación. Por el contrario, la industria y el comercio, que emplean a una gran cantidad de mano de obra, se ven golpeados por la caída sostenida del consumo interno y de socios clave como Brasil y China. El sector con mejores perspectivas para el empleo es la construcción, beneficiado por la inversión en obra pública y el impulso a los créditos hipotecarios. Al Gobierno se le agota el tiempo para que la recuperación que anuncia desde hace meses se haga realidad.



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