Vuelta al Mundo

Todos los ojos puestos ahora en Raqqa 

2017-07-10

"Esta defensa está diseñada para mantener la lucha y elevar el coste para la...

LLUÍS MIQUEL HURTADO / El Mundo

La siguiente derrota territorial del Estado Islámico será en Raqqa. Eso aseguran los combatientes de las conocidas como Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), quienes combaten, entre el apoyo de EU y la amenaza de la suspicaz Turquía, para expulsar a los radicales de esta ciudad norteña. Raqqa es más pequeña que Mosul. Pero, al igual que en la localidad iraquí que ayer perdió, el IS ha pergeñado una defensa a prueba de pacientes. Una trampa urbana que no invita a vaticinar una victoria rápida.

"Mosul ha exigido una campaña de un año. No creo que Raqqa vaya a durar tanto, pero llevará tiempo", afirmó al canal dubaití Al Aaan TV el mes pasado Brett McGurk, enviado especial de EU para la coalición anti IS, que Washington lidera. El también conocido como Lawrence de Siria rechazó dar plazos, síntoma de que ni siquiera su ingente ventaja en capacidad de fuego les permite augurar una victoria fácil. De hecho, como ha ocurrido en la batalla por Mosul, el número de bajas aliadas es máximo secreto.

También, como en el escenario iraquí, los 2,500 miembros del IS adoctrinados para morir que, se estima, quedan en Raqqa - se da por hecho que los dirigentes abandonaron la ciudad antes de quedar rodeada - aprovechan al máximo su capacidad de actuar como guerrilla: túneles subterráneos repletos de explosivos o dispuestos para ocultarse, minas, coches bomba, drones bomba y emboscadas, algunas de ellas en zonas que se consideran liberadas, conforman el libro de petete del terrorista del Estado Islámico.

"Esta defensa está diseñada para mantener la lucha y elevar el coste para la coalición y la población local", explica a la agencia AP Jennifer Cafarella, vinculada al Instituto para el Estudio de la Guerra. Como señala Cafarella, la población local, atrapada entre los frentes, está siendo la gran castigada de la batalla por Raqqa, que ya ha superado su 30º jornada. Se calcula que hay unos cien mil civiles en la urbe,que pueden morir si el IS los castiga por "traición", los usa de escudos humanos, o la coalición y FDS los bombardean.

El pro opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha contado 224 civiles muertos por bombardeos aéreos de la coalición, incluidos 38 niños y 28 mujeres. Los mal llamados 'daños colaterales' aumentan debido a la estrategia empleada por la coalición, consistente en golpear desde el aire antes de que las fuerzas terrestres avancen. Por otra parte, esta táctica está permitiendo un avance rápido. Los aliados aseguran que se ha completado un 30% de la operación de toma de Raqqa.

Se combate calle por calle y en todos los frentes. Según la agencia kurda ANHA, los defensores han empezado a emplear armamento que contiene químicos. La mayor parte de la ciudad vieja, donde las calles son más estrechas, ha sido arrebatada por las FDS. El Observatorio indica que la alianza de guerrillas, dominada por las Fuerzas Populares de Protección (YPG/J) - brazo sirio de la guerrilla kurdoturca PKK - ha perdido 106 combatientes, por 311 muertos en las filas del Estado Islámico.

La presencia kurda en el frente, respaldada desde la retaguardia por fuerzas especiales estadounidenses y armadas por el Pentágono, inquieta a Ankara. El presidente Recep Tayyip Erdogan ha criticado reiteradamente que su socio en la OTAN brinde apoyo armado a lo que considera un grupo "terrorista" por sus lazos con el PKK. "No permaneceremos en silencio y sin responder ante el apoyo y las armas facilitadas a organizaciones terroristas junto a nuestras fronteras", afirmó Erdogan durante la cumbre del G20.

El mayor temor es que otra incursión del ejército turco junto a brigadas opositoras, similar a la desarrollada el pasado septiembre bajo el cartel de Escudo del Éufrates, desvíe efectivos de la campaña de las FDS para Raqqa. La prensa pro gubernamental turca especula con un acuerdo en ciernes entre Rusia y Turquía que incluye la puesta de botas en la provincia siria de Idlib. Una parte de ella conforma el llamado cantón de Afrín, controlado por las SDF, y que cuenta con un pequeño destacamento ruso.

La estrategia turca, que hoy prioriza su guerra a los autonomistas kurdos por encima de cualquier otro objetivo en Siria, pasa por aislarlos de todo apoyo dentro y fuera del país en guerra. La afrenta supone un reto para unas SDF que pronto, de tomar Raqqa, tendrán que enfrentarse a otro desafío de calado: gobernar una ciudad de mayoría étnica árabe, con poca simpatía hacia las aspiraciones políticas kurdas y a la que han "liberado" a base de bombas.



yoselin

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