Como Anillo al Dedo

"El golpe ha sido un gran trauma para Turquía"

2017-07-16

Los refugiados son el objeto del pacto que Turquía y la Unión Europea suscribieron en...

Rosa Meneses / El Mundo

Ömer Önhon (París, 1960), llegó como embajador de Turquía en España en septiembre de 2014. Atesora una dilatada experiencia como diplomático en destinos como Riad o Nueva York y en distintos cargos en la Subdirección General turca de Oriente Medio y África. Antes de convertirse en embajador en Madrid había ocupado este cargo en Damasco, entre 2009 y 2012, lo que explica que durante gran parte de la entrevista con EL MUNDO centre su interés en la situación del país árabe que lleva más de seis años en guerra y en las condiciones de vida de sus casi siete millones de refugiados en los países del entorno. Tres millones de ellos, recuerda, se encuentran en Turquía.

"En Turquía hemos practicado una política de puertas abiertas para acoger a todos los que huían del conflicto de Siria desde el principio del conflicto, en 2011, y ponerlos a salvo. Actualmente tenemos tres millones de refugiados sirios en Turquía, de los que unos 300,000 viven en campos. El Gobierno turco ha gastado hasta hoy 30,000 millones de dólares en atender sus necesidades", resalta. Los refugiados son el objeto del pacto que Turquía y la Unión Europea suscribieron en marzo de 2016. La UE se comprometía a abrir más capítulos en las negociaciones de acceso de Turquía, eliminar los visados a los ciudadanos turcos y dedicar un presupuesto a proyectos de asistencia del país otomano a los refugiados. Turquía se comprometía a detener el flujo de refugiados a Europa.

"Turquía está cumpliendo con su compromiso, pero tenemos dudas sobre si Europa lo está haciendo. De los 6,000 millones de euros prometidos en el pacto, sólo hemos recibido por ahora 870 millones. Este dinero no es para los bolsillos del Gobierno sino para los refugiados. Europa prometió, según este acuerdo, abrir nuevos capítulos en las negociaciones de ingreso a la UE y establecer una política de liberalización de visados, pero no ha hecho nada de eso. Europa se está beneficiando mucho de este acuerdo. Esperamos que cumpla con lo pactado porque hay elementos que echamos en falta. Cuando se firma un acuerdo, ambas partes tienen que cumplirlo", sentencia sin querer precisar si Turquía contempla poner fin al acuerdo si la UE no acaba de cumplir con su parte.

El descontento con la UE en este aspecto se enmarca dentro del deterioro general de relaciones que ambas partes viven en los últimos meses. Un periodo en el que Turquía ha vivido cambios importantes. Todo empezó con el golpe de Estado fallido del que hoy se cumple un año.

"Turquía está cumpliendo con su compromiso, pero tenemos dudas sobre si Europa lo está haciendo"

"El golpe fallido ha provocado un gran trauma, un gran shock en Turquía", destaca el embajador recordando que en la asonada murieron 249 personas mientras que otras 2,000 resultaron heridas. "Tenemos que sanar las heridas provocadas por este gran trauma", añade. "Esperamos recuperar pronto la vida normal y solidificar los fundamentos de la sociedad política para continuar con los proyectos de desarrollo económico y social del Gobierno", dice. "Nunca olvidaremos lo que pasó pero aprenderemos la lección para continuar en el camino de una Turquía más grande y más fuerte", concluye.

Según explica, en esta asonada frustrada participaron "un pequeño porcentaje de las fuerzas armadas y personas que pertenecen a la organización que llamamos Fetö", en referencia a los seguidores del clérigo Fethullah Gülen, antiguo aliado del presidente turco, Recep Tayip Erdogan, y hoy su rival. Ankara acusa a Gülen de ser el cerebro del golpe, algo que él niega. "Descubrimos entonces que esta organización está en Turquía desde hace años pretendiendo gestionar escuelas y fundaciones sociales. Pero entonces vimos que detrás de esa máscara estaba en realidad la intención de capturar el Estado turco. La organización Fetö entró de modo ilegal en las instituciones, la prensa y toda la vida pública de Turquía. Cuando todo esto fue descubierto por las fuerzas de seguridad planearon el golpe. Un golpe contra la democracia y contra un Gobierno elegido que afortunadamente no triunfó".

Según él, Europa no ha sabido entender lo que ocurrió hace un año en su país: "Desafortunadamente, algunos países europeos han malinterpretado lo que ocurre, porque la propaganda de Fetö ha dado forma a la opinión de algunos países de la UE". Los veintisiete han criticado a las autoridades turcas por emprender purgas masivas dentro de las instituciones del Estado, con más de 50,000 detenciones y más de 150,000 despidos de funcionarios acusados de pertenecer al movimiento de Gülen. "Hay que decir que lo que se está haciendo en Turquía se está haciendo dentro del marco de la Constitución y las leyes y tribunales para actuar contra ciertas personas cuando se tienen pruebas de que mantienen vínculos con esta organización", replica el embajador. Y añade: "Lo positivo [tras el golpe frustrado] es que el sistema está siendo limpiado de miembros de Fetö, que estaba muy infiltrado en las instituciones".

Ante la pregunta sobre si el Gobierno de Turquía está aprovechando la coyuntura para reprimir cualquier disidencia, el embajador lo niega de forma tajante: "Somos un estado multipartidista. Simpatizar con un partido político no es un crimen. El problema es usar tu posición en un modo ilegal o ser miembro de una organización que promovió un golpe". Pero admite que puedan producirse errores que lleven a acusar indebidamente a gente inocente sin conexión con los golpistas. "Existe esta posibilidad", reconoce. "El Gobierno ha visto el problema y ha tomado ciertas precauciones creando comisiones en instituciones y tribunales que investigan las suspensiones. Hasta hoy, se ha restituido a 38,000 personas en sus puestos tras comprobar que no tienen que ver con esta organización".

"Hay que decir que lo que se está haciendo en Turquía se está haciendo dentro del marco de la Constitución y las leyes y tribunales"

Otro foco de atención de las organizaciones de defensa de la democracia y las libertades civiles es el acoso del Gobierno turco a la prensa. Según Reporteros Sin Fronteras, Turquía es "el peor país" del mundo en cuanto a libertad de prensa, con más de un centenar de profesionales de la información encarcelados, 160 medios de comunicación clausurados por las autoridades y 2,500 periodistas y trabajadores de medios informativos despedidos. Otras ONG del sector, como el Comité para la Protección de los Periodistas o Freedom House, también alertan del alarmante deterioro del espacio de libertad de expresión en el país.

"En Turquía hay libertad de información y de prensa, uno de los aspectos más importantes de la democracia. Hay libertad de prensa y tenemos periódicos tanto pro gubernamentales como pro oposición. No detenemos a nadie por ser de la oposición sino por hacer algo ilegal. La organización Fetö tenía periódicos como Zaman, que se presenta como el más vendido de Turquía pero que en realidad no es así. Es una especie de Pravda soviético. Los periodistas detenidos en Turquía no hacían periodismo sino que son miembros de esta organización que dicen ser periodistas, o que promueven el terrorismo", incide el embajador.

Volviendo de nuevo a a Siria y a los últimos acontecimientos, Önhon aplaude el alto el fuego alcanzado el fin de semana pasado en el suroeste del país, entre EU y Rusia. "Cualquier cosa que detenga el sufrimiento y el baño de sangre y allane el camino a una solución política es bienvenida. Por eso Turquía es uno de los garantes de este alto el fuego. Lo importante es que el alto el fuego sea duradero y esperamos que en el futuro haya una solución política que ponga fin a esto". Pero esa solución política no pasa, para Ankara, por la permanencia del régimen de Bashar Asad, el actual presidente. "Hay un problema con el régimen sirio y es que ha llevado a su país al enfrentamiento civil y ha matado a su gente durante seis años. ¿Quién va a confiar en un régimen que ha usado armas químicas contra su propia gente para pactar una paz duradera? No se puede confiar en este régimen".

Sobre el otro frente abierto recientemente en la región, la crisis abierta por Arabia Saudí y sus aliados con Qatar, país cercano a Turquía, el embajador se pronuncia en favor del diálogo: "Nuestras relaciones con todos los países del Golfo son buenas, por eso estamos muy descontentos con esta crisis. Esperamos que se resuelva de un modo positivo a través del



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