Internacional - Seguridad y Justicia

No a la guerra económica total contra Kim Jong-un

2017-09-12

Corea del Norte ha denunciado el martes las "despiadadas" sanciones impuestas a...

PABLO PARDO / El Mundo


La necesidad de evitar el veto de Rusia y China en Naciones Unidas ha hecho que EU haya abandonado sus planes de llevar a cabo una guerra económica total contra Corea del Norte por el ensayo nuclear de ese país el 3 de septiembre. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad en la madrugada de hoy (tarde de ayer en Nueva York) una durísima resolución que incluye sanciones que van a dañar severamente la economía de ese país, pero dejó de lado las medidas que incluidas en el borrador presentado por EU, que podrían haber provocado el colapso económico o la hambruna en Corea del Norte. El cumplimiento del nuevo régimen impuesto a Pyongyang también queda en buena medida en manos de China, el país que mantiene al régimen de Kim Jong-un.

Las medidas clave son tres: la limitación a dos millones de toneladas el máximo de productos derivados del petróleo que Corea del Norte puede importar, la prohibición a cualquier país de comprar productos textiles de ese país, y la autorización a cualquier Gobierno que así lo desee de congelar activos de empresas navieras cuyos barcos en ruta a Corea del Norte se nieguen a someterse a inspecciones para comprobar si llevan materiales prohibidos, como, por ejemplo, componentes para misiles o armas nucleares.

Son tres duros golpes a la economía norcoreana. Pero están muy lejos del objetivo de Washington, que era imponer un bloqueo económico prácticamente total a la dictadura de Kim Jong-un que podría devolver a ese país a la hambruna de los años 90, cuando el colapso de la Unión Soviética dejó sin ayuda externa de Corea del Norte y aproximadamente tres millones de personas de ese país - uno de cada ocho habitantes - murió de inanición o de enfermedades vinculadas a ella. Esas medidas incluían congelar los activos que Kim tiene fuera del país y prohibirle viajar al extranjero, vedar la exportación de petróleo crudo a ese país, congelar los activos de la aerolínea Air Koyo, autorizar el uso de la fuerza en las inspecciones de los barcos, y obligar a retornar al país a los aproximadamente 60,000 ciudadanos norcoreanos que trabajan en 50 países y que envían remesas por valor de entre 1,500 y 2,300 millones de dólares (de 1,400 a 2.150 millones de euros).

Todo eso se ha caído por una razón muy simple: China y Rusia. Ambos países habían declarado estar dispuestos a usar su veto en el Consejo. De modo que la embajadora de EU ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha tenido que enfrascarse en un largo toma y daca con sus colegas chino y ruso hasta llegar a la solución de compromiso pactada anoche.

Aun con las limitaciones, las sanciones de la ONU pueden tener un impacto tremendo sobre Corea del Norte. Después del carbón, el textil es la exportación más importante del país, con un 19,4% de todas las ventas al extranjero de Corea del Norte, un país que necesita divisas desesperadamente porque apenas comercia con nadie.

Otra cosa, claro está, es que vayan a convencer a Pyongyang de que abandone su programa nuclear y de misiles. Nadie cree que esa meta vaya a lograrse con este régimen de sanciones. EU sigue exigiendo que Corea del Norte renuncie a sus armas atómicas, a pesar de que el ex máximo asesor de Donald Trump y líder de la facción ultranacionalista del Partido Republicano, Steve Bannon, ya ha declarado que ésa es una idea irrealizable.

Y, en materia de comercio internacional - lo que incluye, también, el petróleo - queda la parte más problemática de cualquier medida: ¿va China, que tiene 1.420 kilómetros de frontera con Corea del Norte, a cumplir esas medidas? Pekín es, por ejemplo, el principal proveedor de energía de Corea del Norte, aunque es imposible saber las cifras del intercambio, porque China no publica cifras sobre sus exportaciones de petróleo y derivados a su vecino desde 2013.

La reacción de las dos Coreas

Corea del Norte ha denunciado el martes las "despiadadas" sanciones impuestas a instancias de Washington por el Consejo de Seguridad de la ONU tras su último ensayo nuclear y ha amenazado con infligir el "mayor dolor" a Estados Unidos.

"Las próximas medidas de la RPDC [República Popular Democrática de Corea, el nombre oficial de Corea del Norte] infligirán a Estados Unidos el mayor dolor que jamás hayan conocido en su historia" ha declarado el embajador norcoreano Tae Song Han ante la conferencia de desarme en Ginebra.

El Gobierno de Corea del Sur, por su parte, ha considerado este martes que este nuevo paquete de sanciones sobre Pyongyang ayudará a la desnuclearización del país vecino, mientras que los expertos locales se muestran escépticos sobre la efectividad de las nuevas medidas.

El primer ministro surcoreano, Lee Nak-yon, ha señalado que las medidas adicionales de presión suponen una "advertencia" a Corea del Norte. Lee, no obstante, ha admitido que la resolución de la ONU "rebaja el tono" de lo que pretendían Washington y Seúl, al excluir la prohibición total de las ventas de petróleo a Pyongyang o el bloqueo de activos del líder norcoreano, Kim Jong-un, según ha declarado durante una reunión del Gabinete de Gobierno recogida por la agencia local Yonhap.

"Creemos que las sanciones tendrán un efecto positivo sobre el programa nuclear norcoreano y supondrán un golpe sensible a su economía", ha añadido en rueda de prensa un portavoz del Ministerio de Unificación de Seúl.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó esta resolución después de que el pasado 3 de septiembre el Ejército norcoreano realizara su sexto y más potente ensayo nuclear con una bomba de hidrógeno


 



regina