Internacional - Política

La declaración de Balfour aún divide a israelíes y palestinos

2017-11-01

Para el primer ministro palestino, Rami Hamdalá, Gran Bretaña debería...

Michael SMITH | AFP

La declaración de Balfour, que cumple su centenario el jueves, es saludada por Israel como una contribución a la fundación del país, pero criticada por los palestinos como una etapa mayor de la catástrofe que los privó de sus tierras.

El 2 de noviembre de 1917, el ministro de Relaciones Exteriores británico, Arthur Balfour, indicaba que su gobierno consideraba "favorablemente la instalación en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío".

Una frase de apenas 67 palabras que se convirtió entonces en el más fuerte apoyo de una gran potencia a los objetivos del movimiento sionista: el regreso de los judíos a las tierras de sus ancestros.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, conmemorará este aniversario en Londres, donde participará en una cena ofrecida por su homóloga británica, Theresa May.

May dijo que marcaría esta fecha con "orgullo", a pesar de las críticas que levanta en Gran Bretaña este aniversario, a causa de los 50 años de ocupación israelí de Cisjordania.

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, indicó que no participará en la cena conmemorativa, sin brindar más explicaciones.

"Incluso, aunque el Estado de Israel no hubiera visto la luz (en 1948) sin la implantación (judía que lo precedió), sin sacrificio y sin una voluntad de luchar por él, el impulso internacional fue de manera innegable la declaración Balfour", dijo Netanyahu esta semana.

Los palestinos, por su parte, prevén una manifestación el jueves en Ramala, en Cisjordania ocupada, en el marco de su campaña llamando a Gran Bretaña a excusarse por esta declaración. Inclusive, han estudiado formas de llevar a Londres ante la justicia por este asunto.

Para el primer ministro palestino, Rami Hamdalá, Gran Bretaña debería excusarse por "una injusticia histórica que cometió contra nuestro pueblo", y debería "corregirla en lugar de celebrarla".

- 'Piedra angular' -

Algunos argumentan actualmente que los acontecimientos posteriores a la declaración Balfour -como las políticas contradictorias de los británicos y los esfuerzos de los sionistas- hicieron disminuir su importancia.

Pero, otros consideran su influencia como algo mayor, puesto que este texto no sólo echó las bases de la creación del Estado moderno de Israel, sino también las del conflicto israelo-palestino.

Jonathan Schneer, historador estadounidense y autor del libro "La declaración Balfour", estima que tanto israelíes como palestinos "tienen razón".

"Los israelíes la consideran como la piedra angular del nacimiento del Estado judío, y los árabes como la de su desposeimiento y su miseria", explica en entrevista con la AFP.

Según la historia, la declaración se nutrió, en forma irónica, de mitos antisemitas.

Los dirigentes británicos de la época estimaban, en efecto, que la comunidad judía era capaz de ayudarlos a ganar la Primera Guerra Mundial, a causa de su influencia en las finanzas y en Rusia, afirma.

"Si alguien tiene que elegir cinco documentos que labraron la historia y la existencia de Israel, la declaración Balfour es uno de ellos", asegura Paula Kabalo, directora del Instituto de investigación Ben Gurion para el estudio de Israel y el sionismo.

- 'Todavía hay trabajo' -

Los palestinos juzgan la declaración, que menciona que "nada debe hacerse que pueda atentar contra los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina", como colonialista e incluso racista.

Fue escrita "como si los palestinos no existieran", se indigna Nabil Shath, uno de los principales consejeros del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas. "Somos considerados como los 'otros', con derechos civiles y religiosos, pero no políticos", sentencia.

Para los palestinos, Gran Bretaña -potencia que ejerció el mandato en el territorio entre 1920 y 1948- no logró cumplir con sus compromisos.

Durante la guerra que rodeó la creación de Israel, 750,000 palestinos fueron expulsados o tuvieron que huir de sus hogares.

Dos décadas más tarde, durante la guerra de los Seis Días (1967), Israel tomó Cisjordania, que todavía ocupa, y Jerusalén este, que además de ocupar, anexó a pesar de que los palestinos la reivindican como la capital de su futuro Estado.

Actualmente, la continuación de la construcción de colonias de población israelí en Cisjordania reduce la esperanza de una solución con dos Estados.

Theresa May se hizo eco de estas inquietudes. "Estamos orgullosos del papel que jugamos en la creación del Estado de Israel", declaró recientemente la primera ministra británica, pero "debemos también ser conscientes de lo que algunos sienten respecto a la declaración Balfour, y reconocemos que todavía hay trabajo" por delante.


 



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