Nacional - Seguridad y Justicia

En el estado de Guerrero los alumnos sin clases por la violencia

2017-11-07

Al menos 60,000 estudiantes en cinco municipios de la región, que forma parte del denominado...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 7 NOV - Una amplia zona del estado de Guerrero, suroeste de México, que abarca cinco municipios, donde se produce y trafica con grandes cargamentos de droga, especialmente heroína, se encuentra asolada por una ola criminal que ha obligado a suspender las actividades escolares.
    
Al menos 60,000 estudiantes en cinco municipios de la región, que forma parte del denominado "Corredor de la Muerte", se encuentran privados de sus lecciones debido a la violencia creciente.
    
En lo que va de este año, han sido asesinadas 205 personas en Chilapa, la zona más golpeada por la violencia, y apenas el pasado domingo murieron 7 personas en el barrio Las Margaritas, donde aparecieron los cadáveres descuartizados y colocados en bolsas de plástico a las que se prendió fuego.
    
El Centro de Derechos Humanos "José María Morelos y Pavón" señala que desde 2014 se han registrado en el estado de Guerrero al menos 300 personas desaparecidas.
    
Asimismo, reportes oficiales señalan que en lo que va de este año en toda la provincia han sido asesinadas 1.919 personas, más de 100 que en el mismo periodo de 2016. El Secretariado Nacional de Seguridad Pública indica que Chilapa y Zitlala ocupan los primeros lugares de homicidios intencionales en el estado, después de Acapulco y Chilpancingo, las principales ciudades de esta provincia.
    
Entre el 9 y el 14 de mayo del 2014, unos 400 hombres armados que dijeron ser policías comunitarios de la organización Paz y Justicia tomaron las calles de Chilapa y tras esa incursión desaparecieron 14 personas por estar vinculadas con la banda denominada "Los Ardillos". Según expertos, las bandas Los Rojos y Los Ardillos se disputan el control de la región, lo que ha arrojado en este período más de 400 asesinatos y unos 140 desaparecidos, según el colectivo de familiares de desaparecidos Siempre Vivos. Además de que pueblos enteros se encuentran desplazados pero ahora preocupan las amenazas a los docentes son las que obligaron a tomar la decisión de cerrar las escuelas de niveles que van desde el elemental hasta el medio superior.
    
Desde el pasado 19 de septiembre, luego del terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter que causó algunos daños en Guerrero, cuando se suspendieron las clases para que fueran verificados los daños en 62 centros escolares, no se han reanudado las actividades en los colegios.
    
La mayoría de las comunidades azotadas por esta ola criminal son habitadas por indígenas.
    
"Las amenazas e intimidaciones contra los profesores no han sido de manera directa, sino a través de las redes sociales", señaló Juan Pineda, un funcionario local de la Secretaría de Educación del estado.
    
El funcionario señaló que el gobierno federal debe garantizar la seguridad de los docentes para que estos puedan regresar a clases.
    
La Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación, el sindicato que agrupa a los maestros, señaló que tuvo una reunión con autoridades de Guerrero para advertirles que sus miembros no regresarán a las aulas mientras no haya garantías de seguridad.
    
"No es solamente por nosotros, sino por los niños, los jóvenes y la sociedad en general de Chilapa y de otros municipios", dijo otro docente que no quiso identificarse.
    
Por ahora, los maestros están en contacto con sus alumnos a través de las redes sociales para encargarles los deberes y calificarles sus trabajos, pero los expertos estiman que esto es claramente insuficiente.
    
Desde hace cuatro años la violencia se ha convertido en un fenómeno endémico en Chilapa y sus alrededores, en el núcleo de la región conocida como Montaña Baja de Guerrero.
    
La ola de violencia ha semiparalizado a la región de en al menos cinco municipios: Chilapa, Zitlala, Atlixtac, Ahuacuotzingo y José Joaquín Herrera.


 



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