Internacional - Política

La guerra psicológica de RT a Occidente 

2017-11-28

A diferencia del canal original, RT apenas informa de lo que ocurre en Rusia y aspira más...

CARLOS FRESNEDA | El Mundo


"Estamos planeando hackear". Los misteriosos anuncios acrecentaron la inquietud de miles de londinenses en el metro y en hora punta. "¿Perdiste el tren? ¿Perdiste tu voto?". La campaña inundó las estaciones y provocó hasta una interpelación parlamentaria. "Pregunta más". En pleno temporal por la "interferencia" rusa, solo faltaba una provocación de este tipo: "Mira RT y averigua quiénes somos".

RT es ni más ni menos que la "mutación" del antiguo Russia Today, el canal de televisión creado en el 2005 con la misión de convertirse en "la perspectiva del mundo desde Rusia". En el 2009, condensado ya en las siglas, el canal cambió de estrategia para llegar a una audiencia mayor, con versiones en inglés, árabe y español, y con sus tentáculos especialmente extendidos en el mundo anglosajón con RT America y RT UK.

A diferencia del canal original, RT apenas informa de lo que ocurre en Rusia y aspira más bien a convertirse en "alternativa" a lo que ofrecen los grandes medios, de Ucrania a Siria, pasando por Cataluña o Escocia. Su último gran fichaje en el Reino Unido ha sido precisamente el ex líder independentista Alex Salmond, cuya relación con la cadena rusa se remonta a 2014, el año crucial del referéndum en Escocia.

"Alex puede hacer lo quiera, pero yo le habría recomendado que no fichara por RT", ha reconocido la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, especialmente molesta por el sospechoso y renovado vínculo entre Edimburgo y Moscú. "Ni yo, ni el Partido Nacional Escocés dejaremos de criticar a Rusia cuando se lo merezca".

Mal momento ha elegido Salmond para lanzar su carrera televisiva, en medio de las acusaciones que no cesan sobre las "interferencias" rusas en las democracias occidentales. Al otro lado del Atlántico, y al rebufo del "Rusiagate", el Ministerio de Justicia norteamericano ha exigido a RT registrarse como "agente extranjero". El presidente francés Emmanuel Macron, sin ir más lejos, llegó a vetar al canal ruso durante su campaña alegando que se trata de "una agencia de influencia y propaganda", dedicada a divulgar "mentiras".

En el Reino Unido, mientras, todo ha quedado en una vaga reprimenda de la "premier" Theresa May a Putin ("sabemos los que estáis haciendo") y en una condena del secretario de Estado Boris Johnson al líder laborista Jeremy Corbyn, por haber aparecido en RT en el 2015 (corriendo el velo ante el hecho de que su propio padre, Stanley Johnson, también ha sido una estrella invitada en el canal ruso).

Nigel Farage, el auténtico precursor del Brexit, fue otra de las presencias habituales en RT antes y después del referéndum de la UE. Al menos diez diputados han llegado a recibir de 800 a 1.120 euros por sus apariciones en la televisión rusa, según el registro de "intereses" de la Cámara de los Comunes. Entre ellos, el laborista David Lammy y los conservadores David Davies (no confundir con el ministro del Brexit David Davis), Johnny Mercer y Nigel Evans.

Según un reciente informe del Think tank European Values, con sede en Praga, RT se ha convertido en algo así como "la plataforma de tontos útiles en Occidente en beneficio del Kremlin". En opinión de Monika Richter, autora del estudio, el canal televisivo es una parte integral del arsenal "de la guerra psicológica de información adaptada a la era digital,junto al uso de pseudoagencias de noticias, trolls de internet y bots de twitter".

"El objetivo de RT es contaminar la información y crear una especie de limbo de la realidad", advierte Richter en declaraciones a EL MUNDO. "En vez de usar los hechos y la razón para que los espectadores puedan dar sentido al mundo, se trata de alimentar la incertidumbre, la confusión y la duda a nivel individual, y destruir de paso la posibilidad de un discurso cívico".

El giro de RT se gestó durante el conflicto de Ucrania y se sintió de entrada en los países bálticos, asegura Richter. "El salto a otras partes de Europa, exportando las mismas tácticas de desinformación y ciberguerra, se produjo en torno al 2014 y coincidendo con el referéndum de Escocia. El Brexit, las elecciones americanas y el "referendum" en Cataluña vinieron después. La Unión Europea y Estados Unidos tardaron tiempo en despertar".

"En mi opinión, Julian Assange es la quintaesencia del tonto útil al servicio del Kremlin, que eligió alinearle siguiendo la lógica de "el enemigo de mi enemigo es mi amigo"", sostiene la investigadora de European Values. "La retórica hiperbólica y su narrativa engañosa saltaron a la vista con su intervención durante el "referéndum" en Cataluña, con su contribución a la histeria y a la fragmentación social, que son los objetivos del Kremlin".

RT ha respondido por su parte al informe de European Values alegando que se trata de "un vergonzoso intento de elaborar listas negras de todos aquellos que se atreven a dar valor a la diversidad", y entre quienes se encuentran Robert Kennedy Jr., el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis o el ex alcalde de Londres, el laborista Ken Livingstone (otra presencia habitual en RT, pese a su condición de detractor del Brexit).

"RT cubre historias que normalmente pasan inadvertidas en los grandes medios, sirve de plataforma a voces que no son representadas y, cuando resulta apropiado, introduce una perspectiva rusa a los eventos internacionales", asegura Anna Belkina, portavoz del canal de televisión ruso. "Intentamos ir más allá de la "cámara del eco" de los grandes medios (...) Las acusaciones de interferir en la política interna de otros países nunca han tenido fundamento y no son más que intentos de bloquear una diversidad real de opinión en el espacio de la información internacional".



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