Trascendental

La Imagen de la Virgen de Guadalupe

2017-12-12

En el lienzo de nuestra Señora de Guadalupe se encuentran sintetizados los símbolos...

Pbro. Dr. Pablo Arce Gargollo

En el lienzo de nuestra Señora de Guadalupe se encuentran sintetizados los símbolos más importantes del Cristianismo, en un lenguaje insólito.

– La imagen de la Vírgen de Guadalupe apareció el día 12 de diciembre de 1531, en el transcurso de la mañana.

– Quedó estampada en el ayate de Juan Diego que contenía las flores que por mandato de la Vírgen había cortado en la cima del Tepeyac y que Ella cogió en sus manos y otra vez las puso en la tilma.

– El prodigio se realizó en la casa en que vivía el Obispo Zumarraga, inmueble que hacía esquina en lo que eran las calles de Moneda y Lic. Verdad.

– Ese día, tal como se ha podido comprobar por los estudios hechos en los ojos de la Santa Imagen, la Vírgen estuvo presente e invisible a todos, en la habitación de la casa del Obispo, contemplando y escuchando a Juan Diego y a todos los que estaban en ese lugar.

– Los hechos los describe así Valeriano: “Desenvolvió Juan Diego su blanca manta, pues tenía en su regazo las flores; y así que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla, se dibujó en ella y apareció la preciosa Imagen de la siempre Vírgen Santa María, Madre de Dios, de la manera que está y se guarda hoy en su templo del Tepeyac, que se nombra Guadalupe”.

La Tilma o Ayate

– “Tilma” es un vocablo náhuatl o azteca que se escribe tílmatli, pero desde tiempo inmemorial se acostumbró suprimirle la última sílaba, y significa manta, capa o abrigo.

– “Ayate”, aztequismo que proviene del vocablo ayatl, es una manta tejida con fibra de maguey.

– Por lo general era rectangular, la usaban los indios, y sus extremidades las ataban sobre el hombro izquierdo tapando totalmente el hombro derecho y cayendo casi hasta el tobillo.

– Se tejían en algodón y eran usadas por los nobles. El resto del pueblo tejía la tilma de ichtli, esto es, de hilo de maguey macerado y retorcido.

– La tilma de Juan Diego, mide actualmente un metro, 68 centímetros de largo, por un metro, tres centímetros de ancho. Se cuentan hasta 14 hilos por centímetro cuadrado.

– Problamemente la tilma original constaba de tres piezas o lienzos, unidos por las orillas con costuras del mismo hilo.

– Se estampó milagrosamente la Sagrada Imagen sólo en lienzo y medio de los tres del ayate. Se explica, pues los indios vestían sus tilmas por el hombro derecho, atando los extremos superiores por el hombro izquierdo, de manera que el nudo iba por este mismo lado y junto al cuello, quedando libre la mano izquierda y colgando la mitad por la mano derecha, así que media tilma caía necesariamente por delante y media tilma por detrás.

– Quizá, cercenaron uno de los tres lienzos desde que se trasladó la Santa Imagen a su primera Ermita el 7 de febrero de1532. En otras épocas posiblemente se cortaron pequeños fragmentos, con ocasión de algún traslado o para colocarle un nuevo bastidor o nuevo marco.

– Sobre la textura de la tilma, se afirma: “ocurre el primer milagro en la materia misma del manto o sea del ayate en que está pintada… que por el lado de la Santísima Imagen, muestra una suave blandura, mas por la otra parte conserva tenazmente la rudeza de su materia” (Botturini Benaducci, 1738).

Descripción de la Imagen

Por el pintor Miguel Cabrera,1751

LIENZO

Se admira en primer lugar el lienzo tan burdo donde está pintada a más de estar partido al medio y cosido con un hilo de algodón.

PREPARACIÓN Y TRANSPARENCIA

Asimismo de la falta de preparación o “aparejo” de la tela, pues de tener alguno fuera imposible que se viera, como los vimos, los colores por el revés del lienzo (…) y se ven con claridad los objetos que están de la otra parte.

ESTILOS POSIBLES

Son cuatro los modos de pintura que parece intervinieron en la hechura de la Guadalupana: la cabeza y las manos al óleo; la túnica y el ángel al temple; el manto al aguazo; y el campo sobre el que recaen los rayos como labrado al temple. Amen de estos rayos y la luna que están sobredorados y plateada.

DIMENSIONES DEL LIENZO

Tiene el portentoso lienzo una altura de 2 varas y un doceavo, y de ancho poco más de vara y cuarta , (1m. 68 cm por 1m 0.3 cm).

COSTURA

Quédale la costura perpendicular sin tocar el bellísimo rostro.

DIMENSIONES DE LA FIGURA DE LA VIRGEN

Medida por mí la santa Imagen con atenta diligencia, hallé que tiene la porción de ocho rostros y un tercio.

ASPECTO GENERAL DE LA VIRGEN

El aspecto es el de una joven pasados los 15 años, a la que su tierna y delicada simetría le conviene la estatura pequeña en que la vemos (1m 44 cm) apareciendo como una doncella bien proporcionada a esa edad.

EL ROSTRO

Es su amabilísimo rostro ni delgado ni grueso; concurren en él aquellas reglas que componen una buena pintura: hermosura, suavidad y relieve. Déjanse ver en él unos perfiles en los ojos, nariz y boca que le agregan tal belleza que arrebatan los corazones de cuantos logran verlos con detenimiento.

LA FRENTE

La frente bien proporcionada, enmarcado por el pelo oscuro, de aquel modo sencillo que nos dicen usaban las indias nobles de este reino.

LAS CEJAS Y LOS OJOS

Las cejas son delgadas y no rectas. Los ojos bajos, tan apacibles y amables que es grande el regocijo y reverencia que causan.

LA NARIZ

La nariz es de tan correcta proporción que puede llamarse bella.

LA BOCA

La boca es maravilla: tiene los labios muy delgados, el inferior, por contingencia, cae sobre un nudo del ayate y le da tal gracia que parece que sonríe.

EL ROSTRO

Las mejillas sonrosean; el colorido del rostro poco más moreno que el de la perla; la garganta redonda y grácil.

POSTURA

Pisa perpendicularmente toda su delicada estatura en el pie derecho -de amarillo oscuro-que asienta sobre la luna. Así como su sagrado rostro, todo su cuerpo está terciado sobre el lado diestro. Esto le valió que no quedara el rostro partido por la costura.

LAS MANOS

Las delicadas manos arrimadas al pecho, en ademán de quien humildemente pide.

LA TÚNICA

La túnica es rosada, más clara donde le hiere la luz, y tan bellamente trabajados sus trazos y pliegues que es admiración de los inteligentes. Está adornada con unas flores doradas de extraño dibujo, con la singularidad de que no buscan los quiebres de los pliegues, sino que están como si fuera sobre cosa plana. En la labor de esta túnica advertí un rarísimo primor: está perfilada por el contorno y dintorno con una ligerísima línea del grueso de un pelo, hecha con tal primor que es imposible ejecutar por nadie.

LOS DORADOS

El dorado, tanto de las estrellas, de la fimbría del manto, de los rayos de sol y de las flores del manto es tan igual con la soberana pintura que no se pudiera hallar en lo humano dorado tan exquisito como él… parecióme que estaba sobrepuesto como si fuera oro en polvo que se fuera a desprender, mas habiéndome mandado que lo tocase, lo hice con la reverencia que pide tan sagrada Imagen y con asombro note lo incorporado que está el oro en la trama, de modo que pareciera fue una misma cosa tejerla y dorarla.

PERFILES

Por las partes de fuera están perfiladas las fimbrías del manto y túnica, con un perfil oscuro poco más grueso que el canto de un peso, hecho con bastante primor. Estos perfiles son desterrados por los buenos pintores en sus cuadros, mas a éste no le quitan el buen gusto; antes, le agregan no sé qué gracia, que no hemos podido imitar, aún poniendo todos los medios.

EL MANTO Y SUS ESTRELLAS

El manto le cubre modestamente la cabeza. Su color no es ni verde, ni azul, sino un agradable medio entre estos dos colores, sirviéndole de bien concentrado adorno cuarenta y seis estrellas.

EL ÁNGEL

A más de la luna tiene por trono de sus sagradas plantas un ángel, que manifiesta en su tierno semblante la alegría reverente con que sirve a su Reina. Tiene las alas a medio recoger, en ademán de quien acaba de volar. Tiénelas matizadas en un modo que hasta ahora no se ha visto ejecutado por pintor alguno, porque las plumas de una y otra se dividen en tres clases u órdenes, de manera que los dos encuentros son de un azul finísimo, a quien sigue en orden de plumas amarillas y las del tercer orden encarnadas, aunque estos colores no son tan vivos como suelen pintarlos

EL SOL

Tiene por respaldo nuestra Guadalupana un sol que hermosamente la rodea, de ciento veintinueve rayos, tan bien ejercitados que admiran. A igual distancia unos de otros; más unos serpeados, como que centellean y otros rectos.

FONDO Y NUBES

Sírvenle de fondo a estas luminarias un campo que se deja ver entre sus rayos de modo extraño: porque en el contorno de la Señora es tan blanco que parece estar reverberando, hasta tocar un contorno de nubes, descoloridas del amarillo y rojo, que haciendo un rompimiento le forman un como nicho a nuestra Reina.

Milagrosa conservación del lienzo

1531-1556 La Sagrada Imagen debió sufrir los efectos del clima húmedo y salitroso del Tepeyac, el humo constante de candelas, los insectos que eran atraídos por las luces, y el beso de miles de hijos que querían tener un contacto palpable con la Imagen.

1554 “Creyeron los que cuidaban la santa imagen que sería conveniente a su culto y lucimiento adornarla con unos querubines, que en el círculo de los rayos del sol la hicieren compañía. Hiciéron lo así, pero con el pasar de los años se desfiguraron y fue borrando todo: no pudieron competir con el pincel milagroso.”

1647 El Virrey, Conde de Salvatierra, regala al Santuario unos vidrios traídos con esmero desde España, que colocan ante el sagrado lienzo para proteger lo -aunque no del todo- del humo, insectos y manoseo.

1660 Una descripción hecha por el P. Florencia dice que “pone admiración ver una manta de material tan vil, feble y corruptible que si antes de pintarse en ella la Imagen santa, se hubiera puesto en lugar tan nocivo y perjudicial por su salitre en el Tepeyac, estaría tan podrida a los 20 años que se desharía por sí misma quedando en pedazos en las manos. Al cambio, véase todo lo contrario: el ayate permanece a pesar de los años tan entero, recio y firme como si acabara de tejerse, y con colores tan vivos y bellos como si acabara de pintarse.”

1666 Hay unas Informaciones que dicen que en el Tepeyac “se crían -cuando cesan las lluvias- una especie de “nitro” que arrastran los vientos tan corrosivos en su naturaleza que las piedras de cantería donde se posa las deshace y convierte en polvo, y pone negra y destruye hasta la plata.”

1666 Una comisión de médicos dice: “no hay causa natural que explique la conservación milagrosa del “ayate” de maguey en que está representada la santa Imagen.”

1666 Una comisión de pintores dice: “que han tocado con sus propias manos dicha pintura y que no han podido hallar cómo fuera puesta allí, sino de forma milagrosa y que otro, que no fuera Dios Nuestro Señor, no podía hacer cosa tan bella y de tanta perfección que parece estampada en la tilma del dichoso Juan Diego”.

1666 Esa misma comisión de pintores, declaró bajo juramento “que visto el lienzo por el envés, se ve la santa Imagen con todos los colores que se admiran en el haz.”

1666 El P. Florencia escribe: “se reconoce que no ha sido suficiente la intemperie a la que ha estado sometido el cuadro, para apagar el brillo de su pintura.”

1756 Si se observa el ayate a una distancia superior a los 3 metros, los colores se aprecian fuertes y marcados, pero conforme se acerca uno al lienzo, se van desvaneciendo.

1766 Se puso un nuevo cristal ante la Imagen, aunque era frecuente que se abriera. El pintor Miguel Cabrera ve que “durante más de dos horas varios eclesiásticos estuvieron pasando sobre el Sagrado Lienzo 500 estampas e incontables Rosarios y ex-votos.”

1791 Mientras un orfebre limpiaba el marco de oro y plata del marco exterior de la Imagen, un frasco con ácido nítrico se derramó sobre la parte superior derecha del ayate. Sólo quedó una mancha y no destruyó, milagrosamente, parte del lienzo.

1921 El 14 de noviembre se registra un atentado contra la Imagen. Estalla una bomba en el altar mayor de la antigua Basílica. La Imagen no sufre daño alguno.

1929 Hay un gran inconveniente para la toma de fotografías pues mientras más potente sea la lente, más resalta la grosera trama del lienzo en detrimento de los rasgos.

1936 El Dr. Ricardo Kuhn, austriaco y premio Nóbel de química, recibió dos fibras que le enviaron de México provenientes del lienzo de Guadalupe. Luego de su análisis manifestó: “en las dos fibras -una de color rojo y otra amarillo- no existen colorantes vegetales ni colorantes animales, (como la cochinilla), ni minerales. Tampoco podían ser colorantes sintéticos, pues en aquel tiempo (1531), no se conocían estos productos.”

1954 El Prof. Francisco Camps Rivera, de la Universidad de Barcelona, experto en pintura, luego de examinar la tilma, afirmó que “no pudo encontrar huellas de pincel, ni que la tela fuera preparada para pintar”, concluyendo que “ningún artista humano hubiera elegido para realizar una obra tan acabada, una tela de la calidad del ayate, y mucho menos con una costura en el centro.”

1975 El Dr. Eduardo Turatí, luego de estudiar el Sagrado lienzo, sin el vidrio, afirmó: “observando unas zonas del tejido donde se encuentran unas grietas que lo abren -por lo viejo que está- puede verse que la pintura sigue fija en las fibras ocultas del tejido. Este detalle tan significativo hace pensar que la Imagen se encuentra impresa o es parte de la misma tela y no pintura sobrepuesta.”

1975 El Dr. Sodi Palláres descubrió que “la tilma es refractaria al polvo, a los insectos y a la humedad de estos parajes mexicanos.”

1979 En la noche del 7 de mayo, los norteamericanos Brant Smith y Philip S. Callagan, miembros del equipo científico de la NASA, toman fotografías con películas infrarrojas de la Imagen de la Virgen sin el cristal protector. Entre sus conclusiones, aseguran: “que la cara, manos, manto y túnica de la Virgen no tiene explicación posible”. Los científicos -que tras muchas horas de labor terminaron enamorados de la Virgen de Guadalupe- presentaron en 1981 su informe al Sr. Arzobispo de México, D. Ernesto Corripio Ahumada. Señalan que hay ciertos “añadidos” a la imagen original.



JMRS
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