Internacional - Política

Los catalanes quieren la independencia, pero no son los únicos

2017-12-20

En 2006, un nuevo estatuto para la autonomía catalana, esbozado por un gobierno regional...

Milan Schreuer, The New York Times

BRUSELAS — Los políticos independentistas de Cataluña han estado presionando para lograr su independencia de España. Después de tres meses de tensiones políticas, las nuevas elecciones catalanas están programadas para el 21 de diciembre.

La Unión Europea ha respaldado completamente al gobierno de Madrid, que rechaza la independencia catalana. Hay una razón clave: muchas otras regiones de Europa tienen sus propios movimientos nacionalistas y, si tienen éxito, podrían desestabilizar a los Estados miembros del bloque.

¿Cuántos movimientos hay en el panorama?

Según informa la Unión Europea, sus 28 Estados miembro contienen 276 regiones con variadas estructuras y categorías políticas como Estados, países, regiones y comunidades. Algunos, como Cataluña y Escocia, tienen sus propias oficinas de representación en Bruselas. Además, en el parlamento europeo hay una coalición de partidos regionales, la Alianza Libre Europea, que ocupa un dos por ciento de los escaños.

De las 276 regiones, algunas están buscando su independencia o una autonomía mayor.

¿Cuáles son las más famosas?

Cataluña, España

Las acciones de Cataluña para obtener su autonomía en la década de 1930 fueron una de las razones detrás de la guerra civil española y la resultante dictadura de Franco destruyó muchas de sus libertades civiles, lo que causó la supresión de la lengua catalana. Después de la muerte de Franco en 1975, el regreso de España a la democracia se consagró en una nueva Constitución que creó un Estado descentralizado, pero no formalmente federal.

En 2006, un nuevo estatuto para la autonomía catalana, esbozado por un gobierno regional inclinado al socialismo, se aprobó mediante un referéndum regional, así como por legisladores catalanes y españoles. El estatuto podría haber anticipado la crisis actual, que se basa en demandas más extremas de independencia, pero se rechazó en parte por el Tribunal Constitucional de España en 2010, después de que el Partido Popular conservador realizó una dura campaña en su contra.

Durante la crisis financiera, el gobierno regional de la rica Cataluña presionó sin éxito para obtener un mejor acuerdo tributario con las autoridades nacionales. En septiembre de 2015, una coalición de partidos independentistas ganó la mayoría de los escaños en el parlamento catalán, pero lo hizo solo gracias al 48 por ciento de los votos en las elecciones regionales.

Después, la coalición separatista organizó un referéndum independentista el 1 de octubre de 2017, a pesar de haber sido declarado ilegal por el gobierno y las cortes españolas. Con base en este controversial referéndum, los legisladores separatistas votaron para declarar la independencia de España el 27 de octubre, después de lo cual el gobierno central intervino y tomó el control administrativo de Cataluña.

El país vasco, España y Francia

Los vascos tienen su propia historia, cultura y lengua. Aunque la región vasca abarca Francia y España, las aspiraciones para obtener mayor autonomía han estado limitadas casi exclusivamente a la población que habita en territorio español.

Durante la dictadura de Francisco Franco, un grupo separatista llamado ETA presionó por la independencia vasca con una campaña violenta de bombazos y asesinatos. Después de la muerte de Franco en 1975, la región recuperó su autonomía y el poder de recaudar y distribuir sus propios impuestos. Sin embargo, ETA continuó su campaña de terror para reclamar un territorio, conocido como Euzkadi, y asesinó a más de 800 personas a lo largo de cuatro décadas.

Una ETA significativamente más débil finalmente anunció un cese al fuego en 2011, pero el grupo aún no está formalmente disuelto, como lo demandó el gobierno español. ETA está clasificada como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

En años recientes, los políticos vascos han hecho algunos esfuerzos para obtener mayor autonomía. En 2004, el parlamento regional vasco aprobó un plan para un nuevo estatuto de autonomía, que los legisladores españoles rechazaron.

Escocia, Reino Unido.

Escocia se unió a Inglaterra para formar la Gran Bretaña en 1707 y ha tenido movimientos independentistas durante décadas. Se estableció un parlamento escocés en 1999 con poder limitado sobre asuntos como salud, educación y medioambiente; el Partido Nacional Escocés a favor de la independencia constituye el nuevo gobierno.

Después de ganar en 2011 la mayoría en las elecciones parlamentarias escocesas, el partido presionó para llevar a cabo un referendo independentista, con el consentimiento del gobierno británico. En 2014, después de una amarga campaña, los escoceses votaron 55 por ciento contra 45 por ciento a favor de seguir formando parte del Reino Unido.

En el brexit, de 2016, una mayoría de escoceses votó por permanecer en la Unión Europea, mientras Gran Bretaña votó en general para salir. Sin embargo, el Partido Nacional Escocés ha retrasado las presiones para un segundo referendo independentista.

Flandes, Bélgica

Flandes, conocida por sus ciudades medievales y sus campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, es una de las tres regiones de la federación de Bélgica; sin embargo, es donde habita la mayoría de los 11 millones de pobladores y produce casi la mitad de su PIB. Los flamencos hablan neerlandés, mientras que los valones —residentes de la segunda región más grande, Valonia— hablan francés y algunos alemán.

Flandes existe como entidad política desde la Edad Media; comprende el territorio alrededor de las ciudades de Gante, Brujas e Ypres, pero nunca logró su soberanía absoluta. La misma Bélgica, fundada en 1830, es una nación relativamente joven de Europa. El movimiento flamenco independentista surgió a finales del siglo XIX y ganó popularidad después de la Segunda Guerra Mundial. Desde 1970, la región obtuvo autonomía progresivamente, después de seis revisiones constitucionales que transformaron a Bélgica de un país unitario a una federación.

Hoy en día, Flandes tiene su propio parlamento y gobierno, con autoridad sobre su lengua, cultura, educación, municipios, obras públicas, economía e incluso comercio exterior. El movimiento independentista flamenco está representado políticamente por la Nueva Alianza Flamenca, un partido nacionalista conservador que es parte del actual gobierno federal, y por Interés Flamenco, un partido pequeño y populista con fuertes posiciones antiinmigrantes. Ambos movimientos exigen la independencia.

Córcega, Francia

Córcega, la isla montañosa del Mediterráneo, es una de las 18 regiones de Francia. Sus habitantes representan el 0,5 por ciento de la población total de Francia de 67 millones. Las principales actividades económicas de la isla son el turismo y el comercio local de subsistencia.

Debido a que Córcega está cerca de Italia, históricamente la cultura italiana ha tenido una fuerte influencia en la isla, lo que se refleja en la lengua local, el corso.

El nacionalismo corso surgió después de la Primera Guerra Mundial y creció para formar un movimiento que exigía más autonomía e incluso la independencia. Desde la década de los setenta, han sucedido estallidos de violencia política en Córcega, como ataques con bombas y asesinatos realizados por grupos que apoyan el movimiento independentista. El Estado francés siempre se ha opuesto a la independencia total, pero a lo largo de las últimas décadas, le ha otorgado más autonomía a Córcega que a cualquier otra región y ha invertido fuertemente en su infraestructura.

El movimiento nacionalista corso está representado principalmente por dos partidos políticos: Femu a Corsica, que exige más autonomía, y Corsica Libera, que es separatista. Durante las elecciones locales de 2015, una coalición regionalista apoyada por los dos partidos nacionalistas recibió el 36,9 por ciento de los votos. Recientemente, los nacionalistas corsos ganaron el 56,5 por ciento de los votos en la segunda ronda de elecciones territoriales, lo que confirma el reclamo continuo para lograr una mayor autonomía de París.

Lombardía, Italia

Con más de 10 millones de habitantes, Lombardía es la más poblada de las 20 regiones de Italia, y su capital, Milán, es el centro financiero y de la moda del país.

La Constitución de Italia de 1948 le otorgó a cinco regiones —Valle de Aosta, Friuli-Venecia-Julia, Cerdeña, Sicilia y Trentino-Alto Adigio/Tirol del Sur— una autoridad más amplia en áreas como la financiera y la administrativa. Sin embargo, en las regiones del norte aún hay movimientos separatistas activos. Desde 2013, Lombardía ha estado gobernada por miembros del Lega Nord, un partido fundado en 1991 a través de la federación de varios movimientos separatistas, que incluyen al Lega Lombarda local.

Una encarnación inicial del partido imaginaba la creación y secesión de un estado conocido como Padania, que incluía regiones del norte así como Umbría, Toscana y las Marcas. Desde entonces, el partido abandonó sus aspiraciones separatistas para conseguir una base de seguidores más amplia y en octubre le quitó la palabra Nord a su nombre.

El movimiento Pro Lombardia Indipendenza es el único grupo separatista de la región. Tiene escaños en solo cinco municipios y es parte de la Alianza Libre Europea.

Véneto, Italia

A los separatistas del Véneto aún les duele la caída de la Serenísima República de Venecia, un Estado soberano al noreste de Italia que mantuvo su poder durante casi 1100 años antes de caer a manos de fuerzas extranjeras en 1797. Los habitantes del Véneto tienen su propia lengua, el véneto.

El año pasado el consejo regional buscó que la población del Véneto fuera reconocida como una minoría, pero el gobierno nacional rechazó la medida. Muchos movimientos de la región —mejor conocidos como venetistas— aún aspiran a una mayor autonomía o incluso a la independencia. Algunos son movimientos de larga trayectoria, como la Liga Veneta, que ayudó a fundar la Lega Nord. Desde 2010, la región ha estado gobernada por la Liga del Norte.

En algunas ocasiones, los separatistas del Véneto han tenido enfrentamientos con la ley. Un grupo de separatistas que ocupó el campanario de la Plaza de San Marcos en 1997 fue sentenciado a prisión. Los miembros del Movimiento de Liberación Nacional del Pueblo del Véneto que acudieron a una protesta en 2009 vestidos con camuflaje fueron acusados por la policía de ser un grupo paramilitar. En 2014, un grupo separatista fue arrestado brevemente bajo cargos de terrorismo.

¿Han tenido éxito algunos movimientos separatistas en Europa?

Aquí hay dos ejemplos recientes, uno violento y el otro pacífico.

Yugoslavia se fundó después de la Primera Guerra Mundial, para unir a la gente eslava de la península balcánica bajo un estado soberano por primera vez en la historia. Sin embargo, había divisiones étnicas y religiosas, que generaron estallidos de violencia.

El colapso de la Unión Soviética provocó que el de Yugoslavia fuera casi inevitable. El país entró en una guerra civil cuando la mayoría serbia trató de imponer su dominio y quedarse con toda Bosnia y la provincia de mayoría musulmana de Kosovo. Los conflictos en Bosnia y Kosovo provocaron la intervención internacional de la OTAN y de la ONU.

Actualmente, la antigua Yugoslavia está dividida en siete estados sucesores: Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Montenegro, Macedonia y Kosovo. Cinco países de la Unión Europea no reconocen la independencia de Kosovo; España es uno de ellos.

Checoslovaquia se separó pacíficamente después del colapso de la Unión Soviética, en lo que se denominó “la Revolución de Terciopelo” en 1993. Desde entonces, ambos estados sucesores, la República Checa y Eslovaquia, se unieron a la Unión Europea.


 



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