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La Casa Blanca pide dinero para el muro a cambio de proteger a dreamers'

2018-01-09

La lista que fue entregada al senador demócrata por Illinois, Richard Durbin, quien ha...

Sheryl Gay Stolberg y Michael Tackett, The New York Times

WASHINGTON — El viernes, la Casa Blanca presentó al congreso una extensa lista de medidas restrictivas respecto a la inmigración —como la solicitud de 18,000 millones de dólares para construir un muro en la frontera con México—, las cuales el presidente Donald Trump busca que funcionen a manera de intercambio para proteger a los jóvenes inmigrantes sin documentos también conocidos como dreamers.

La solicitud, la cual asciende a 33,000 millones de dólares en un periodo de diez años para medidas de seguridad fronteriza que incluyen el muro, podría poner en riesgo las conversaciones bipartidistas que tienen como objetivo llegar a un acuerdo en el tema de la inmigración. Entre los puntos que incluía la lista de peticiones migratorias de Trump se encuentran: dinero para contratar a diez mil oficiales de inmigración adicionales, leyes más estrictas para los que buscan asilo y la negación de subvenciones federales para las llamadas ciudades santuario.

La lista que fue entregada al senador demócrata por Illinois, Richard Durbin, quien ha encabezado las conversaciones relacionadas con los jóvenes inmigrantes que carecen de documentación, es idéntica a la que los demócratas declararon imposible de negociar cuando la Casa Blanca la emitió en octubre.

“El presidente Trump ha señalado que podría necesitar un cierre del gobierno para obtener su muro”, señaló enfurecido Durbin en un comunicado que envió por correo electrónico el viernes por la tarde. “Con esta solicitud, parece dirigirse en esa dirección”.

El senador no se detuvo ahí: “Es indignante que la Casa Blanca busque socavar meses de esfuerzo bipartidista para intentar de nuevo poner sobre las espaldas de estos jóvenes toda la lista de peticiones con sus autoritarios proyectos de leyes antiinmigrantes, además de 18,000 millones de dólares adicionales para financiar el muro”.

Se estima que 780,000 jóvenes que ingresaron al país de manera ilegal recibieron protección en contra de las deportaciones con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, el cual instituyó el expresidente Barack Obama en 2012. Sin embargo, en septiembre, Trump revocó el programa, conocido por su acrónimo DACA, y dio seis meses al congreso para que elaborara un remplazo.

Desde entonces, según los defensores de la inmigración, 14,000 jóvenes han perdido sus estatus de protegidos pues no pudieron renovar los permisos de dos años que se emitieron con el programa.

Durbin y otros cuatro senadores —entre ellos tres republicanos— se han reunido casi todos los días de los últimos dos meses para negociar un acuerdo que protegería a los beneficiarios del DACA y fortalecería la seguridad fronteriza, una exigencia clave de los republicanos. Los senadores señalaron que estaban progresando, pero que se retrasaron debido a la espera de una “lista de pendientes” de la Casa Blanca que iba a describir las condiciones del presidente.

El viernes, The Wall Street Journal fue el primero en informar que los documentos de la Casa Blanca incluyen una lista de “requisitos físicos cruciales para la seguridad fronteriza”, entre ellos los 18,000 millones de dólares destinados a un “sistema de muro fronterizo”. El dinero se utilizaría para construir más de 3218 kilómetros de barreras, nuevas o remplazos, a lo largo de la frontera con México.

La tarde del viernes, Durbin, quien afirmó que seguiría “en buena fe” con las conversaciones bipartidistas al lado de sus colegas senadores, difundió públicamente los documentos, con lo cual detonó una reacción intensa de sus correligionarios demócratas. La representante de California Nancy Pelosi, la líder demócrata de la cámara, escribió en Twitter: “@realDonald Trump, ese financiamiento que está pidiendo (de nuevo) para el muro fronterizo podría hacer mucho bien en otros lados… #NoAlMuro”.

La Casa Blanca formuló las demandas cuando Trump partió hacia Camp David, donde se iba a reunir con los líderes republicanos en el congreso para abordar una serie de asuntos, incluido mantener abierto el gobierno después del 19 de enero.

No obstante, también se esperaba que parte de las discusiones se centraran en la manera de llegar a un acuerdo con los demócratas respecto de las protecciones para los inmigrantes sin documentos que llegaron de niños al país, los dreamers, así como la forma de financiar un gran programa de atención médica para niños que está en peligro de quedarse sin fondos. El miércoles, el presidente se reunió con republicanos en la Casa Blanca, pero los encuentros en Camp David, el lugar de descanso presidencial en Maryland, están diseñados para elaborar un acercamiento estratégico más claro.

El gobierno de Trump y el congreso también deben llegar a un acuerdo para aumentar los límites estatutarios sobre los gastos militar y federal antes del 19 de enero, cuando expira el actual recurso transitorio del proyecto de ley sobre los gastos.

Si no pueden llegar a un acuerdo, el gobierno podría estar obligado a recurrir a un cierre parcial casi un año después del día en que Trump asumió el poder.

La manera en que Trump trabaje con el congreso respecto de estos asuntos cruciales a nivel nacional establecerá la pauta para un segundo año en el cargo, y podría dar forma al panorama de las elecciones intermedias de 2018. Los republicanos están profundamente consternados de que sus mayorías en la cámara y en el senado pudieran estar en peligro.

Antes de salir hacia Camp David, el presidente siguió en el papel de porrista en jefe de la economía. “El mercado de valores está muy pero muy al alza hoy”, comentó a los reporteros. “Hemos establecido nuevos récords y creo que se seguirán rompiendo”. El jueves, el promedio industrial Dow Jones cruzó por primera vez la barrera de los 25,000 puntos.

“Las reducciones fiscales en verdad se están haciendo notar mucho más de lo que se hubiera pensado. Varias empresas han salido a anunciar que realizarían grandes pagos a sus empleados: algo que nadie creía que realmente fuera a pasar”, mencionó Trump.

Después de la reunión del viernes, la Casa Blanca describió la sesión como “productiva” respecto de los asuntos de seguridad económica y nacional.

Esta semana, el presidente expresó un poco de esperanza de que podría llegar a un acuerdo con los demócratas con la iniciativa de inmigración de la era de Obama, la cual permitía que los inmigrantes que llegaron de forma ilegal a Estados Unidos cuando eran niños recibieran protección para no ser deportados y obtuvieran permisos de trabajo temporales y renovables.

Trump afirmó después que, además del muro, quería limitar la migración en la familia, a la cual los críticos llaman “migración en cadena” y que permite que los parientes patrocinen a familiares para que lleguen a Estados Unidos. Además, el mandatario quiere eliminar la lotería de visas de diversidad, un programa del Departamento de Estado que admite inmigrantes de países que no envían mucha gente a Estados Unidos.

“Nos encantaría proteger DACA, pero solo lo haremos bajo estas condiciones”, comentó Trump el jueves.

En un mensaje de Twitter que publicó el martes, el presidente acusó a los demócratas de “no hacer nada por DACA” y de estar interesados solo en la política.

No hay certeza de que esta estrategia vaya a traer consigo a demócratas dudosos, pero está claro que DACA solo es una pieza de un rompecabezas más grande.

A pesar de que muchos demócratas apoyan el fin del programa de visas y el endurecimiento de la seguridad interior y de la frontera, no es claro que vayan a respaldar las medidas que exigen los republicanos para limitar la migración en cadena.

“No hay nada pactado hasta que se haya pactado todo”, comentó el martes Pelosi en una entrevista.



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