Mujeres

La violencia de género sigue siendo una lacra en el Líbano a pesar de avances

2018-01-09

Esa cifra, proporcionada a Efe por la ONG Abaad (dimensión), incluye a Rebecca Dykes, una...

Kathy Seleme

Beirut, 9 ene (EFE).- Diecinueve mujeres fueron asesinadas en el Líbano en 2017, cuatro de ellas el pasado mes de diciembre, lo cual pone en evidencia una vez más el problema de la violencia de género en el país árabe, a pesar de los progresos legislativos que se han hecho en los pasados años.

Esa cifra, proporcionada a Efe por la ONG Abaad (dimensión), incluye a Rebecca Dykes, una empleada de 30 años de la Embajada británica en el Líbano, que fue violada y estrangulada por el conductor de un taxi a mediados de diciembre, mientras que otras tres mujeres libanesas fueron asesinadas en la segunda mitad del mes por sus maridos o familiares, que fueron detenidos posteriormente.

Sus muertes hicieron que decenas de personas se manifestaran en Beirut bajo el lema "podría haber sido yo" y encendieron velas delante del Museo Nacional para homenajearles.

Los activistas también consideraron víctima de esta lacra a una adolescente de 15 años que se suicidó el 15 de diciembre, cinco meses después de haberse visto obligada a casarse y estando embarazada en el momento de su muerte.

El ministro de Estado libanés para Asuntos de la Mujer, Jean Oghassabian, calificó el fallecimiento de la joven de "una verdadera tragedia" porque "no se puede obligar a los menores en pleno desarrollo psicológico a aceptar una vida que no se corresponde a sus aspiraciones".

La coordinadora de proyectos de Abaad, Raghida Ghamloush, aseguró a Efe que en el Líbano "se está avanzando poco a poco: las mujeres son más fuertes y la clase política está concienciada respecto a la situación, lo cual es muy positivo".

Sin embargo, Ghamloush señaló que aún es necesario cambiar muchas cosas para hacer frente a este fenómeno, como "tener una policía preparada" para tramitar las denuncias de las mujeres, agilizar "los procesos legales muy largos y costosos" y que los castigos sean más duros.

"Estamos formando a policías y también a las mujeres para que conozcan sus derechos y sean conscientes de su situación, y eduquen a sus hijos" para prevenir que la violencia se reproduzca en la sociedad, explicó.

Una fuente policial dijo a Efe que agentes de la Policía judicial y otros cuerpos especializados reciben formación de expertos de la propia Policía y de ONG locales para saber cómo actuar ante una mujer que ha sufrido violencia, cómo ayudarla en un primer momento y brindarle ayuda psicológica y otros tipos de asistencia.

Desde 2016, la policía libanesa recibe más denuncias, lo cual también indica que existe un ambiente más propicio para que las mujeres denuncien y acudan a las autoridades.

En la legislación ha habido cambios destacados, como la derogación en 2017 del polémico artículo 522 del Código Penal, que permitía a los violadores no enfrentarse a la justicia si se casaban con sus víctimas, así como la aprobación de una ley contra la violencia doméstica en 2014.

No obstante, en el Líbano las leyes que tienen que ver con la familia y que afectan a las mujeres son "discriminatorias", señaló a Efe Sulayma Mardam, responsable de política de Abaad.

Esas leyes, que regulan desde el divorcio hasta la custodia de los hijos o la herencia, se basan en gran medida en la religión, y cada confesión o secta libanesa se rige por sus propias normas.

"Es indudable que la ley que penaliza la violencia doméstica fue un avance", destacó Mardam, aunque subrayó que hay muchos vacíos legales debido precisamente a las normas religiosas.

Por ejemplo, el texto no habla de "violación en el seno del matrimonio porque las normas religiosas estipulan que cuando un hombre y una mujer están casados no es una violación y eso explica que la violencia sexual contra la esposa no sea considerada tal".

"Las cosas están cambiando, pero se necesita trabajar muy duro (...) a nivel comunitario para sensibilizar a los miembros de las comunidades religiosas", añadió.

El diputado Ghasan Mujeiber, miembro de la Comisión parlamentaria de Derechos Humanos, dijo a Efe que "lo importante es aplicar la ley y cambiar la mentalidad a través de la educación, la información, la perseverancia y del trabajo con los jóvenes".

Actualmente, la Cámara está elaborando dos proyectos de ley: uno contra los matrimonios infantiles y otro contra el acoso sexual, indicó Mujeiber.

"El problema no es aprobar una ley, hay leyes contra los robos y los crímenes, y estos se siguen cometiendo. Lo importante es que se haga justicia", remachó el parlamentario. 



yoselin
Utilidades Para Usted de El Periódico de México