Internacional - Política

Trump y su jefe de personal, John Kelly, discrepan sobre muro fronterizo 

2018-01-18

Trump volvió a la promesa de construir el muro y hacer que México lo pague una parte...

Eileen Sullivan y Maggie Haberman, The New York Times

WASHINGTON — El presidente estadounidense Donald Trump contradijo directamente a su jefe de personal este jueves al recalcar que su postura sobre la construcción de un muro fronterizo con México no ha “evolucionado”.

El jefe de personal de la Casa Blanca, John Kelly, les había dicho el día anterior a algunos legisladores demócratas que Trump todavía estaba revisando el tema del muro pues cuando prometió construirlo como parte de su campaña electoral no estaba “completamente informado”.

En varias publicaciones muy temprano en Twitter, Trump tomó la decisión inusual de discrepar públicamente con su propio personal, una posible muestra de la desconexión entre el mandatario y el equipo en la Casa Blanca durante momentos clave: a más tardar el sábado debería alcanzarse un acuerdo presupuestario con el congreso para evitar el cierre del gobierno por falta de fondos y el tema migratorio ha determinado las negociaciones.

Los comentarios de Kelly, hechos a integrantes del caucus hispano del congreso, también fueron inusuales: es poco común que un jefe de personal socave las declaraciones públicas del presidente con el que trabaja.

Trump volvió a la promesa de construir el muro y hacer que México lo pague una parte central de su campaña. Los expertos consideran que esa construcción fronteriza costaría miles de millones de dólares y no necesariamente serviría para combatir la inmigración ilegal o el contrabando de drogas en la frontera.

En uno de sus tuits, Trump retomó el argumento de que México pagará por el muro “directa o indirectamente”.

También recalcó que “el muro es el muro” y que “nunca ha cambiado o evolucionado desde el primer día en que lo concebí”.

Trump estaba enfurecido cuando se enteró de que Kelly había sugerido que las promesas en este tema habían sido hechas con base en poca información y que su opinión estaba “evolucionando” respecto a su postura migratoria, de acuerdo con una persona cercana al presidente. Su ira aumentó tras recibir varias llamadas de personas diciendo que los dichos de Kelly lo hacían quedar mal.

De acuerdo con uno de los legisladores que estuvo en la reunión con Kelly, el representante demócrata de Illinois Luis V. Gutiérrez, el jefe de personal dijo que “un muro de quince metros de alto que va de océano a océano no es algo que vamos a construir”.

Gutiérrez les dijo a reporteros que Kelly hizo referencias a las promesas de campaña de Trump sobre esa construcción fronteriza y que el jefe de personal indicó que “se hicieron declaraciones sobre el muro que no contaron con la información completa”.

El Congreso de Estados Unidos se encuentra debatiendo un acuerdo para proteger a unos 780,000 jóvenes migrantes llegados en la infancia, o dreamers, de la deportación tras la revocación anunciada del programa DACA. Durante esa reunión, Kelly habría sugerido que las negociaciones para establecer una protección más permanente para esos beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, el programa establecido durante el gobierno de Barack Obama que la actual administración prevé desmantelar hacia marzo.

Pero en Twitter, Trump dijo que no habría ningún acuerdo de ese tipo sin un muro y aseguró que es para protegerse por el narcotráfico en la frontera y porque, afirmó, México ha sido calificado como el país más peligroso del mundo.

La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana respondió que el “país no pagará, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, un muro o barrera física que se construya en territorio estadounidense a lo largo de la frontera con México” y que “es abiertamente falso que México sea el país más peligroso del mundo”.

Recientemente, Trump había cambiado un poco sus declaraciones sobre el muro; a principios de enero les dijo a legisladores que no sería necesario construirlo en todos los más de tres mil kilómetros de frontera porque ya hay barreras naturales. En un plan presupuestario presentado ante el congreso este año se estima que la construcción planeada costaría 18,000 millones de dólares a lo largo de la próxima década para aproximadamente 1400 kilómetros.

El director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Marc Short, indicó que lo que habían dicho los demócratas del caucus hispano a medios no representaba fielmente los comentarios de Kelly. “No recuerdo al general Kelly diciendo que el presidente no estaba bien informado”, le dijo Short a la cadena CNN.

Las divergencias sobre qué se dijo y quién lo dijo durante recientes reuniones entre legisladores y personal de la Casa Blanca ya han atemperado las esperanzas de que haya pronto un acuerdo migratorio o presupuestal: el 11 de enero algunas personas presentes en una reunión dijeron que Trump llamó “países de mierda” a naciones africanas y a Haití en una discusión sobre una propuesta migratoria, pero otros senadores y representantes que estuvieron ahí han negado que esas fueran las palabras usadas (algunos indicaron que en realidad dijo shithouse, algo más cercano a “letrinas”).

Los demócratas han dicho que no respaldarán un plan presupuestario si no incluye previsiones para los dreamers, quienes podrían ser deportados a partir de marzo si vencen sus permisos DACA, aunque también hay discusiones legales pendientes por demandas en contra de la revocación.

Si no hay acuerdo, eso podría resultar en un cierre del gobierno federal, algo que el mismo Trump podría haber fomentado este jueves al tuitear que una de las propuestas republicanas para llegar a un acuerdo presupuestario aunque sea temporal —seguir financiando, por ahora, el programa CHIP para el cuidado de salud de menores— debe ser solo “parte de un acuerdo a largo plazo, no de una extensión de treinta días”.



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