Internacional - Política

El chavismo provoca con España su mayor crisis diplomática

2018-01-26

El Gobierno de Nicolás Maduro arremetió contra Silva, que no ha cumplido un...

DANIEL LOZANO-CARLOS SEGOVIA | El Mundo

La mayor crisis diplomática desde que llegara el chavismo al poder hace 19 años. La declaración de persona 'no grata' contra el embajador español, Jesús Silva, y su consiguiente expulsión en las próximas horas ha elevado a límites históricos el constante mar de fondo entre los gobiernos de Caracas y Madrid, incluso superando el "¡por qué no te callas!" dirigido por el Rey Juan Carlos a Hugo Chávez en 2007 o el alineamiento en 2002 del entonces presidente del Gobierno José María Aznar con EU durante el golpe de Estado contra el comandante supremo.

En la Embajada española de Caracas se temía desde hace días la reacción gubernamental, lo que no impidió que el comunicado de la Cancillería cayera como una bomba. El Gobierno de Nicolás Maduro arremetió contra Silva, que no ha cumplido un año en Venezuela, "en virtud de las continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos de nuestro país por parte del Gobierno español". El plazo habitual para abandonar un país tras esta medida, según los usos diplomáticos, es de 72 horas.

Se trata de un hecho sin precedentes, incluso los diplomáticos españoles del continente repasaban ayer situaciones parecidas sin encontrarlas. El Gobierno español reaccionó a la noticia afirmando que tomará medidas de represalia contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, según anunció el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, al margen de los debates del Foro Económico Mundial en Davos. El jefe de la diplomacia española aseguró que hoy mismo presentará un informe en el Consejo de Ministros para responder a la declaración del embajador español en Venezuela como persona 'no grata'. "El Gobierno tomará medidas de reciprocidad proporcionadas", afirmó Dastis.

El ministro no descartó la expulsión de España de personal diplomático venezolano, pero declinó especificar las medidas. "Yo voy a llevar un informe al Consejo de Ministros, donde plantearé las diversas alternativas. Es evidente que vamos a actuar con proporcionalidad, pero en reciprocidad", declaró. Dastis criticó que "el señor Maduro no conoce la proporcionalidad". "Lamentamos la declaración de persona 'no grata', y rechazamos la acusación de injerencia".

La decisión revolucionaria se toma tras las sanciones de la Unión Europea contra siete altos dirigentes chavistas, muy cercanos al 'hijo de Chávez', y cabezas de los distintos poderes que posibilitan la hegemonía bolivariana. La expulsión del embajador español se produce después de que Maduro llamara a consultas a su representante diplomático en Madrid, Mario Isea.

En el comunicado del ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, que fuera yerno de Chávez, también se insiste en el "categórico rechazo" a las declaraciones realizadas el miércoles por Mariano Rajoy. Según Caracas, el jefe del Gobierno español habría recibido "infames instrucciones" de EU, además de someterse "a sus designios con respecto a Venezuela, comprometiéndose a asumir el liderazgo de la conspiración en Europa".

Caracas acusa al líder del PP de aceptar las órdenes de Donald Trump "a cambio de inconfesables beneficios políticos y económicos para provecho particular de una parte de la cúpula que gobierna España". Maduro ya había cargado contra Rajoy de forma feroz el pasado martes, exigiéndole incluso que se pusiera a "cuatro patas" para recibir la "pela del pueblo". El chavismo se escuda en la defensa de su soberanía para responder con tanta contundencia contra las sanciones, pese a que éstas solo afectan a los bienes de los señalados en Europa y a sus viajes al viejo continente.

Los sancionados por la UE

La lista de los sancionados la encabeza Diosdado Cabello, número dos de la revolución, quien lideró la respuesta bolivariana desde el primer día, exigiendo incluso la reciprocidad. El vicepresidente del PSUV propuso el adelanto de las elecciones presidenciales para responder precisamente a las sanciones de Bruselas.

Junto a Cabello figuran en la lista europea Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y martillo contra la oposición y el Parlamento; Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) y encargada de llevar adelante para el chavismo los procesos electorales; Tarek William Saab, fiscal impuesto por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en reemplazo de la rebelde Luisa Ortega y los generales Néstor Reverol (ministro de Interior), Gustavo González (director del Servicio Bolivariano de Inteligencia) y Antonio Benavides (ex comandante de la Guardia Nacional). Se les acusa de "graves violaciones de los derechos humanos" y de atentar con sus acciones contra la democracia y el Estado de derecho.

"En el régimen han sentado muy mal las sanciones de la UE porque generan molestias prácticas en diversos actores del Gobierno. Hay un reconocimiento de que España ha liderado ese esfuerzo sancionador y la estrategia del régimen con esta decisión es tratar de enviar un mensaje de que si se ejerce mayor presión entonces optarán por la vía del aislamiento", describe el internacionalista Mariano de Alba a EL MUNDO.

Las represalias contra el embajador español se unen a las llevadas a cabo a fines de 2017 contra los representantes diplomáticos de Brasil y Canadá. El embajador colombiano también ha abandonado Caracas en las últimas horas. "Es una especie de prueba de ensayo con un país tan importante para Venezuela como España para medir el impacto y la posibilidad de hacerlo a futuro con otros países a medida que la situación interna se complica", añade De Alba.

Los rifirrafes diplomáticos son una constante entre España y Venezuela desde la irrupción del chavismo en 1999. El embajador Silva se había destacado desde su llegada por su defensa del Parlamento frente a las embestidas de los poderes revolucionarios. Maduro retrasó durante varios meses la recepción de sus credenciales, que finalmente aceptó en agosto del año pasado. Su predecesor, Antonio Pérez Hernández, afrontó dos llamadas a consultas del Gobierno de Madrid durante su estancia en Venezuela.

El recrudecimiento de la batalla diplomática entre ambos países sucede tres días antes de que las delegaciones gubernamental y opositora se sienten en la mesa de negociación en Santo Domingo, una reunión confirmada ayer por Danilo Medina, presidente de República Dominicana. En la isla caribeña también se espera al ex jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, garante de unas negociaciones "moribundas", según la oposición, y en una situación complicada tras las decisiones de las últimas horas.

Críticas a Zapatero

Precisamente un sector radical de la oposición cargó ayer sus tintas contra Zapatero, a quien acusó de estar detrás de la expulsión del embajador español, que según el bulo habría retirado la cobertura diplomática al ex presidente. Fuentes diplomáticas desmintieron a EL MUNDO de forma tajante tal aseveración. Desde el comienzo de su tarea de mediación, el dirigente socialista ha mantenido informado a Madrid.

"Seguiremos apoyando el diálogo, pero somos escépticos", subrayó ayer Dastis, que afirmó que no va a variar su política en

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"Yo creo la prueba del algodón es si se le preguntara a los venezolanos si prefieren estar en Venezuela o en España", agregó.



JMRS

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