Internacional - Política

Pence insiste en la mano dura contra Pyongyang pese al deshielo por los JJOO

2018-02-07

Las sanciones adicionales van en línea con la estrategia frente a Pyongyang que defiende la...

Antonio Hermosín

Tokio, 7 feb (EFE).- Estados Unidos quiere impedir que Corea del Norte "secuestre la imagen" de los Juegos Olímpicos de PyeongChang (Corea del Sur), aseguró hoy su vicepresidente, Mike Pence, en medio del deshielo entre Seúl y Pyongyang con motivo del evento deportivo.

El número dos de la Casa Blanca alertó sobre la ofensiva propagandística de Pyongyang para los Juegos de invierno que empezarán el viernes, y anunció nuevas sanciones unilaterales contra el régimen, durante una visita a Japón antes de viajar a Corea del Sur para la apertura del evento deportivo.

"No permitiremos que (Corea del Norte) esconda tras la bandera olímpica la realidad de que esclaviza a su población y amenaza a otros países", advirtió Pence en una rueda de prensa en Tokio tras reunirse con el primer ministro nipón, Shinzo Abe.

El vicepresidente estadounidense se desplazará el jueves a Corea del Sur y estará presente en la ceremonia inaugural de los JJOO del viernes donde desfilarán juntos los atletas del Norte y el Sur, y a la que asistirá también una delegación de alto nivel enviada por el régimen de Kim Jong-un.

"Estaré allí para animar a nuestros atletas, pero también para permanecer junto a nuestros aliados y para recordar al mundo que el régimen norcoreano es el más tiránico y opresivo del planeta", subrayó.

Pence aprovechó la ocasión para anunciar que Estados Unidos aplicará una nueva ronda de sanciones económicas contra Corea del Norte, "las más duras y agresivas hasta la fecha" y destinadas a poner fin a sus programas armamentísticos.

Estas nuevas medidas punitivas "serán desveladas próximamente" y están dirigidas "a continuar aislando a Corea del norte hasta que abandone de una vez por todas sus programas nuclear y de misiles", dijo el presidente, quien no dio más detalles de las futuras medidas.

Las sanciones adicionales van en línea con la estrategia frente a Pyongyang que defiende la Administración de Donald Trump, y que se basa en "no repetir los errores del pasado", en "maximizar la presión" sobre el hermético régimen y en "mantener abiertas todas las opciones".

El primer ministro nipón respaldó esta postura al señalar que "el mundo no puede dejarse engañar por la 'diplomacia de la sonrisa' de Corea del Norte", y añadió que el diálogo con Pyongyang "no es posible a menos que haya pasos efectivos hacia su desnuclearización".

Pence recordó que las dos Coreas ya desfilaron bajo una bandera unificada en los Juegos Olímpicos de verano de 2002 y de 2004, así como en los de invierno de 2006, y que después de todos esos gestos conciliatorios "vimos a Corea del Norte continuar con sus amenazas y provocaciones".

La insistencia de la Casa Blanca en este enfoque contrasta con el ambiente de distensión que se respira entre Seúl y el régimen Juché con motivo de la cita olímpica, y mientras el Ejecutivo surcoreano prepara un posible encuentro con la delegación norcoreana de alto nivel que acudirá al evento deportivo.

Seúl anunció hoy mismo que Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano, acudirá a los JJOO, una histórica visita que supondrá el primer viaje de un miembro de la dinastía Kim al Sur, y que según el Ejecutivo surcoreano, "muestra la voluntad del Norte de rebajar la tensión en la península".

El vicepresidente estadounidense podría coincidir en la ceremonia de inauguración con la comitiva de Corea del Norte encabezada por el presidente honorífico del país, Kim Yong-nam, y por la hermana del líder, quien también ocupa el cargo de vicedirectora del Departamento de Propaganda y Agitación del partido único.

Washington, sin embargo, ha descartado por ahora que pueda producirse un encuentro entre Pence y Kim Yong-nam porque Pyongyang no ha mostrado voluntad alguna de desnuclearizarse, condición indispensable para el Gobierno estadounidense antes de iniciar cualquier negociación.

Pence concluirá su viaje a Japón el jueves, cuando tiene previsto viajar a Seúl para reunirse con presidente surcoreano, Moon Jae-in, partidario de tender la mano al Norte y de la invitación de atletas y artistas norcoreanos al Sur para los Juegos, lo que ha suscitado protestas en su país. 
 



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