Amnistía Internacional critica la "demonización" de la minoría rohinyá en Birmania

Bangkok, 22 feb (EFE).- Amnistía Internacional (AI) criticó hoy la "demonización" de los rohinyás en el oeste de Birmania (Myanmar) y la inacción de los líderes mundiales ante la limpieza étnica y la ola de refugiados de esta minoría mayoritariamente musulmana.

Así se expresó el secretario general de AI, Salil Shetty, en el prólogo del Informe 2017/2018 sobre la situación de los derechos humanos en el mundo presentado hoy.

"Durante 2017, millones de personas de todo el mundo probaron los frutos amargos del auge de la política de demonización. Sus consecuencias más extremas quedaron de manifiesto en la atroz campaña militar de limpieza étnica emprendida contra el pueblo rohingya en Myanmar", afirmó Shetty.

Según el informe, la situación de los derechos humanos "empeoró radicalmente" en Birmania.

Más de 688,000 personas, en su mayoría rohinyás, han huido de Birmania a Bangladesh desde finales de agosto, cuando el Ejército llevó a cabo una campaña militar en el norte del estado Rakáin (antiguo Arakan).

Las operaciones, que respondieron al asalto a una treintena de puestos policiales y fronterizos por parte de un grupo insurgente rohinyá, fueron calificadas por el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos como una "limpieza étnica de manual".

AI tildó la campaña militar de "ilegítima y desproporcionada" y acusó a los soldados de "crímenes de lesa humanidad" al plantar minas antipersona, quemar poblaciones enteras, matar a civiles y violar a mujeres y niñas.

El informe afirma que la población rohinyá vive en Rakáin una situación de "apartheid" en el se restringen sus derechos a la nacionalidad, la libertad de circulación, de acceso adecuado a la salud, educación, trabajo o libertad de religión.

También acusa al Gobierno civil encabezado por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi de haberse abstenido de protestar o intervenir ante la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad contra la población rohinyá.

"Por el contrario, (el Gobierno) desacreditó al personal de auxilio humanitario, al que acusó de ayudar a 'terroristas'", precisa el documento de AI, que añade que las autoridades también impidieron la entrada de un equipo de investigación de la ONU.

De acuerdo con el informe, el Gobierno permitió y emitió directamente en medios estatales y en las redes sociales "discursos de odio que incitaban a la discriminación y la violencia" contra los musulmanes y los rohinyás.

El Ejército birmano ha negado los abusos, aunque el pasado enero reconoció un caso de asesinatos extrajudiciales de rohinyás a los que enterraron en una fosa común, en septiembre de 2017.

La ONG también asegura que aún hay presos de conciencia en Birmania, abusos contra las minorías étnicas y también por parte de los grupos armado étnicos y restricciones a la prensa. 

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