Nacional - Política

José Antonio Meade se tambalea

2018-04-30

En el primer debate el domingo 22 de abril se le vio taciturno, apagado y monótono, incapaz...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 30 ABR - El candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia, José Antonio Meade, se tambalea y va cada vez más rezagado en las encuestas, lo que desató la alarma en las filas del oficialismo y rumores sobre su inminente sustitución.
    
Aunque un dicho popular de la política señala que "nadie cambia de caballo a mitad del río", esta vez parece que la situación es tan complicada que ameritaría un cambio.
    
Los estrategas de la fuerza política que más tiempo ha gobernado un país en América Latina (desde 1929, con una pausa entre 2000 y 2012) no parecen tener otra alternativa.

Meade, de 49 años, es un tecnócrata brillante, doctor en Economía por la Universidad de Yale, que no pertenece al PRI ni al opositor Partido Acción Nacional (PAN), pero ha trabajado con dos presidentes postulados por ambas formaciones, Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto, al frente de cinco ministerios.

Sin embargo, el primer debate el domingo 22 de abril se le vio taciturno, apagado y monótono, incapaz de generar algún entusiasmo entre el electorado, a pesar de que habló en forma muy estructurada, lógica y mostró una inteligencia acorde con sus credenciales académicas, según la mayoría de los analistas.

"Meade simplemente no conecta con la gente, no despierta ninguna emoción", dijeron algunos de los comentaristas políticos en las mesas posteriores a esta confrontación entre los 5 aspirantes a las presidenciales del 1 de julio.

En los comicios también estarán en juego 128 bancas del senado, 500 de la Cámara de Diputados y 9 gobernaciones provinciales.
    
Cuando se cumple un mes de las campañas electorales, es decir, un tercio del total, las opiniones de quienes estiman que Meade debe dar un "golpe de timón" o retirarse y ceder el lugar a otro, se multiplican.
    
"Como el personaje de García Márquez, Santiago Nasar, que deambula errático por el pueblo mientras todos saben que va a morir, menos él, así parece caminar por la campaña el candidato José Antonio Meade", escribió el sábado el analista Salvador García Soto.
    
Aunque todavía no se publican las encuestas postdebate, se anticipa que el favorito de las encuestas, el izquierdista Andrés López Obrador, sigue subiendo, lo mismo que el segundo en los sondeos, Ricardo Anaya, del conservador Partido Acción Nacional (PAN).
    
Según el sitio en línea Oraculus, que realiza una "encuesta de encuestas", poco antes del debate, López Obrador, que compite por tercera vez al cargo y en 2016 estuvo a medio punto de ganar, acumulaba 42,7% de las intenciones del voto, contra 28,8% de Anaya y 21% de Meade. Es decir, la distancia de este último con el primero es de 2 a 1.
    
Sin embargo, García Soto anticipa que Meade, quien ha señalado que no declinará, cayó entre dos y tres puntos porcentuales, y su desplome parece inexorable, por lo cual alienta la idea de que podría ser sustituido.
    
La semana pasada, por ejemplo, directivos de Citibanamex, el segundo banco en importancia del país, preguntaron a Anaya si era posible que algún candidato declinara y al presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, si un aspirante podría ser reemplazado.
    
Córdova señaló que la ley establece que podría ser sustituido sólo antes de los 30 días previos a la elección.
    
El analista político Alejo Sánchez considera que "a 65 días de la elección, la gran pregunta es si le alcanzará el tiempo a José Antonio para ganar".
    
Para evitar el reemplazo, el experto estima que Meade debe dar un vuelco en su estrategia primero, pues su "estrategia general de campaña está mal enfocada" con responsables de comunicación, redes sociales y marketing políticos "inoperantes".
    
García Soto señala que Meade se ha rodeado de "jóvenes tecnócratas, sin experiencia política y con exceso de soberbia que los alejan de la realidad".
    
Los especialistas también le recomiendan algo difícil pero inevitable: romper con su mentor político, el presidente Enrique Peña, que le ha contagiado su impopularidad (de alrededor del 20%, según encuestas), derivada de la crisis de violencia y los altos niveles de corrupción.



Jamileth

Notas Relacionadas



Utilidades Para Usted de El Periódico de México