Tras Bambalinas

China refuerza su influencia en Corea gracias a Donald Trump

2018-05-25

Al mismo tiempo, el matutino incidía en que Pekín "continuará mejorando y...

JAVIER ESPINOSA | El Mundo

La anulación de la cumbre entre el presidente de EU y el norcoreano Kim Jong Un también puede reforzar la pugna entre Wasington y Pekín.

Corea del Norte dice estar dispuesta a hablar con EU en cualquier momento

Días antes de cancelar de forma imprevista su posible encuentro con el líder norcoreano Kim Jong Un en Singapur, el presidente estadounidense ya había encontrado a un culpable al que achacar de forma velada el nuevo giro que se ha registrado en la crisis de la Península coreana: China.

"Hay una actitud diferente por parte de esos tipos de Corea del Norte tras la reunión" que mantuvo el presidente chino Xi Jinping con el propio Kim en Dalian el 7 y 8 de mayo, indicó el jefe de estado de EU el pasado martes. "No puedo decir que eso me ponga contento", agregó.

La ruptura de las negociaciones entre Washington y Pyongyang amenaza ahora con extenderse a la creciente rivalidad que mantienen EU y China, que reanudarán las conversaciones para evitar una guerra comercial el próximo día 2, cuando el secretario de comercio norteamericano, Wilbur Ross, tiene previsto visitar el país asiático.

"Definitivamente hay gente en EU que quiere usar esto como excusa para forzar la relación hacia la confrontación. Estamos en uno de los momentos más bajos desde la normalización de las relaciones", apuntó Jia Qingguo, del Colegio de Estudios Internacionales de la Universidad de Pekín, a la agencia Reuters.

El gobierno chino se ha mostrado conciliador asegurando por boca de su portavoz Lu Kang que su país seguirá "promoviendo la reanudación del proceso de diálogo", pero un diario como el Global Times -que suele reflejar el pensamiento más ortodoxo del poder local- ya dedicaba hoy toda una sarta de acusaciones contra Washington y Trump por su decisión que dijo "sólo incrementará su imagen negativa".

Al mismo tiempo, el matutino incidía en que Pekín "continuará mejorando y desarrollando relaciones amigables con Corea del Norte" dirigidas a promover su "regreso a la comunidad internacional".

Toda una declaración de intenciones que pone en cuestión la política de "máxima presión" que pretende continuar Trump y que en definitiva depende de que Pekín aplique o relaje el acoso a Pyongyang.

Tras las dos entrevistas de Kim Jong Un con Xi Jinping en China, el mandatario local ya expresó hace días que su propósito era "apoyar" el desarrollo de la economía norcoreana, lo que concuerda con las informaciones procedentes de la zona fronteriza común, que asiste a una reactivación del comercio bilateral tras meses de parálisis.

"China puede estar mucho menos dispuesta a seguir implementando las sanciones si percibe que EU actuó de mala fé en las negociaciones y si su relación con ese país sigue deteriorándose", argumentó Lisa Collins, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, a la página especializada NK News.

Como apuntó el Grupo de Crisis Internacional en su análisis, el primer viaje de Kim a Pekín el pasado 26 de marzo colocó de nuevo a "China en el centro del escenario del drama de la Península coreana" cuando parecía que la aproximación de Pyongyang hacia Seúl y Washington había eclipsado su tradicional influencia en ese territorio.

Pyongyang, "carta importante" para Pekín

El think tank también opinaba que Pyongyang, sin ser un estado "marioneta", puede ser una "carta importante" para Pekín ante la "intensificación de su competición estratégica con Washington".

La decisión norteamericana ha supuesto asimismo un verdadero desplante para el presidente surcoreano Moon Jae In, al que Trump no avisó de la medida que pensaba adoptar quebrando así toda las normas vigentes en el protocolo que rigen las relaciones con un país que es su principal soporte en la Península.

La foto distribuida por la oficina presidencial de la reunión de emergencia que tuvo que convocar el jefe de estado entrada ya la madrugada del viernes con la cúpula de su administración, que dejaba ver el rostro adusto y sombrío de Moon, parecía resumía el sentir del gobierno local.

Moon describió medida adoptada por su aliado como "desconcertante" y añadió que era "lamentable" lo ocurrido.

"La desnuclearización de la Península y el establecimiento de una paz permanente son objetivos históricos que no pueden abandonarse ni retrasarse", añadió tras conversar con sus principales asesores.

Un asesor del mandatario, Moon Chung-in, llegó a ironizar con el estilo político del inquilino de la Casa Blanca que recordó "dirigió un reality show y una empresa inmobiliaria". "Esto es como cuando el corredor de bienes raíces te dice, llámame si no te gusta el precio", aseveró.

Brecha entre Washington y Seúl

Numerosos analistas se apresuraron a indicar que el errático comportamiento del presidente norteamericano amenaza con abrir una seria brecha en la alianza entre Washington y Seúl.

"Moon había elaborado lo que podía haber sido una de las mejores ofertas en la historia y Trump la arruinó. Eso dividirá a surcoreanos y estadounidenses", opinó el politólogo Robert Kelly.

"Corea del Sur probablemente se enojará y la alianza se debilitará", señaló Abraham Denmark, del Wilson Center de Washington a la agencia Afp.

El ministro de Unificación surcoreano, Cho Myoung-gyon, ya ha anunciado que Seúl seguirá promoviendo la colaboración con Pyongyang que se acordó en la cumbre de Panmunjom, lo que de facto marca otra grieta en el intento norteamericano por mantener la presión sobre los norcoreanos.

En un país donde el proceso de distensión iniciado por las dos Coreas había cautivado a una población inicialmente reticente a la apertura hacia Corea del Norte, las críticas en las redes sociales a la determinación del mandatario extranjero superaban con mucho los que decían entenderle.

"La prosperidad de EU está basada en la guerra, no hay que fiarse de ellos", indicaba un usuario de la plataforma Kakao que se identificaba como Terminator. "Todo es culpa de Bolton", le secundaba otro internauta, que usaba el apelativo de Samsamyee.

En las calles de Seúl también resultaba fácil encontrar a individuos que no escondían su estupor ante el gesto de Trump. "Antes nos despertaban los sobresaltos de Corea del Norte, ahora también tenemos que aguantar los de EU. Esto no es vida", declaró con cierta ironía Hyung Kim, un joven universitario.

Varias decenas de personas llegaron a manifestarse frente a la embajada de EU en la capital surcoreana con pancartas que descalificaban al mandatario extranjero y pedían "paz".

El giro en la situación de la Península coincide curiosamente con la mejora ostensible de las relaciones de Seúl con Pekín, tras el acuerdo de noviembre de 2017 que pretendía poner fin a su disputa en torno al despliegue del sistema antimisiles de EU Thaad. Las estadísticas demuestran que los turistas chinos, esenciales para la industria local, han comenzado a regresar en tropel al país desde enero después de que el gobierno de ese país revocara en parte la prohibición del envío de grupos organizados.



regina