Internacional - Economía

Aliados de Estados Unidos toman represalias contra aranceles de Washington al acero y aluminio

2018-05-31

"Esperamos que las negociaciones continúen, tanto con Canadá y México por...

Por Jason Lange y Ingrid Melander


WASHINGTON/PARÍS, 31 mayo (Reuters) - México y Canadá tomaron represalias contra la decisión de Estados Unidos del jueves de imponer aranceles sobre el acero y el aluminio importado, mientras que la Unión Europea tiene sus propias medidas listas para poner en marcha, lo que reavivó los temores a una guerra comercial.

Los gravámenes, anunciados por el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, en una conferencia telefónica con periodistas, terminaron con meses de incertidumbre sobre posibles exenciones y mostraron un endurecimiento de la posición de la Casa Blanca en las negociaciones comerciales.

Las medidas, anunciadas por el presidente Donald Trump en marzo, generaron críticas de legisladores republicanos y el principal grupo de cabildeo empresarial del país y provocaron escalofríos en los mercados financieros. El Promedio Industrial Dow Jones perdió un 1,02 por ciento en la sesión.

Estados Unidos aplicará un arancel de 25 por ciento a las importaciones de acero y de un 10 por ciento a las de aluminio de la UE, México y Canadá a contar de la medianoche (0400 GMT del viernes), dijo Ross.

“Esperamos que las negociaciones continúen, tanto con Canadá y México por una parte, y con la Comisión Europea por otra, porque hay otros asuntos que también necesitamos resolver”, agregó a periodistas.

Canadá y México, envueltos en conversaciones con Washington para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), respondieron rápidamente.

Canadá, el mayor abastecedor de acero a Estados Unidos, impondrá aranceles que cubren 16,600 millones de dólares canadienses (12,800 millones de dólares) sobre importaciones desde su vecino, incluyendo whisky, jugo de naranja, acero, aluminio y otros productos, afirmó la canciller canadiense Chrystia Freeland.

“El Gobierno estadounidense tomó una decisión que deploramos, y obviamente va a llevar a medidas de represalia, como debe ser”, afirmó el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en una conferencia de prensa con Freeland.

México, en tanto, anunció lo que denominó medidas “equivalentes” sobre un amplio rango de productos agrícolas e industriales de Estados Unidos.

Las medidas apuntan a aceros planos, lámparas, piernas y paletas de cerdo, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, quesos, entre otros, de Estados Unidos y estarán vigentes hasta Washington elimine los aranceles, según la Secretaría de Economía.

Europa, en tanto, amenazó con imponer impuestos a las motocicletas Harley Davidson y el bourbon, medidas que apuntan a las bases políticas de los legisladores republicanos.

“Depende totalmente de las autoridades estadounidenses si desean ingresar a un conflicto comercial con su mayor socio: Europa”, aseguró el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, tras una reunión con Ross el jueves.

OJOS PUESTOS EN CHINA

Los aranceles forman parte de un esfuerzo de Trump para proteger a la industria y los trabajadores estadounidenses de lo que describió como una competencia internacional injusta.

Se concedieron exenciones temporales a varias países y permanentes a otros como Australia, Argentina y Corea del Sur. Los socios comerciales de Estados Unidos habían exigido que las exenciones se prorrogaran o se hicieran permanentes.

El Gobierno estadounidense inició la semana pasada una investigación de seguridad nacional sobre las importaciones de autos y camiones, usando la misma ley aplicada para reducir las compras de acero y aluminio al exterior.

“La administración de Trump parece considerar las amenazas abiertas, incluyendo los aranceles y el rechazo a acuerdos previos, como un elemento crucial para ganar influencia en las negociaciones comerciales”, dijo Eswar Prasad, un exjefe de la división de China del Fondo Monetario Internacional y ahora profesor de la Universidad Cornell.

Prasad advirtió que Estados Unidos lo hacía al costo de alienar a socios clave y socavar la amplia presión internacional sobre Pekín para cambiar sus prácticas comerciales y económicas.

El propio Ross viajará a Pekín el viernes en un intento por obtener acuerdos con empresas para la exportación de más bienes estadounidenses, a fin de reducir el déficit comercial de 375,000 millones de dólares que tiene el país norteamericano con China.

Washington ha exigido que Pekín realice concesiones y amenazó con castigar al gigante asiático por un supuesto robo de tecnología, aplicándole aranceles por hasta 50,000 millones de dólares en compras. 



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