Muy Oportuno

No tan relativistas como parece

2018-06-04

Una denuncia contra la corrupción de los políticos. Para los denunciantes, la...

Por: P.Fernando Pascual, L.C. 

El relativismo ha logrado una gran difusión en el mundo moderno, pero no es tan omnipresente como parece.

Porque continuamente encontramos personas que tienen muy poco de relativistas. Basta con escuchar o leer lo que defienden.

Varios ejemplos. Una sentencia de los jueces. Algunos aplauden, otros critican. Muchos, ni han leído la sentencia, pero tienen opiniones muy claras sobre la misma.

Una manifestación a favor de los animales. No se discute (como haría un relativista) si tienen o no dignidad. Simplemente, se los defiende con firmeza, desde convicciones claras.

Un grupo de personas defienden los principios del Corán. No los ven como algo contingente, sino como una verdad incuestionable, válida para ayer, para hoy y para el tiempo futuro.

Una denuncia contra la corrupción de los políticos. Para los denunciantes, la corrupción no es una idea ética discutible, sino un mal claro, evidente, que siempre hay que perseguir.

El elenco podría ser mucho más largo. Muestra, simplemente, cuántas personas y grupos no son relativistas respecto de muchos temas sobre los hablan, aprueban, condenan, defienden o rechazan.

Señalar lo anterior no significa negar la presencia del relativismo en numerosos ámbitos humanos. Muchos siguen defendiendo que todas las religiones son iguales, desde la idea relativista de que ninguna puede garantizar ser verdadera...

El mundo en el que vivimos presenta, así, diversas caras. Conviven quienes son relativistas (no para todo) con quienes tienen convicciones fuertes y verdades absolutas (tampoco para todo).

Ante ese pluralismo de posiciones, no tiene sentido cruzarse de brazos. Porque si una idea es defendida por varios (o por muchos) hay que saber afrontarla y discutirla desde una pregunta tan vieja como la humanidad, y que desmonta relativismos baratos: esa idea, ¿es verdadera o es falsa?


 



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