Diagnóstico Político

López Obrador, la mejor opción frente a la corrupción

2018-06-30

Ninguno de los muchos críticos de López Obrador, especialmente algunos comentaristas...

José Victor Elías, El Periódico de México

“Contra viento y marea AMLO es el favorito en las encuestas por amplio margen”

“La sociedad civil no tolera más la corrupción”

Ninguno de los muchos críticos de López Obrador, especialmente algunos comentaristas de noticieros y espacios periodísticos pueden negar ni esconden su rechazo sin disimulo al candidato de Morena.

Lejos de ejercer el papel de comunicadores “imparciales”, de informar objetivamente y desapasionadamente, se convierten en jueces y profetizan el desastre del país ante la llegada de López Obrador a la presidencia. Nada más andan buscando y escarbando cualquier traspié para denostarlo con calificativos y adjetivos denigrantes y burlescos que no encubren. Se nota la tendencia favorable que manifiestan la mayoría de ellos hacia el candidato priista. El presupuesto publicitario gubernamental que reciben y las consignas empresariales los inclina a favorecer a José Antonio Meade, que con todo y ese apoyo extraordinario no levantó en las encuestas. Toda esta guerra sucia lejos de hacerle daño surte un efecto contrario, a su favor, por el hartazgo de la población hacia los partidos opositores de MORENA y a cualquier crítica nociva que de ellos se deriva.
 
En el sector empresarial privado sucede lo mismo y no dejan pasar oportunidad para denostarlo indomablemente, incluso buscan influir en el voto de sus empleados mediante mensajes en los que siembran temor y aconsejan descaradamente sufragar en contra de López Obrador. Sin embargo, las encuestas no pasan desapercibidas dándole una rotunda ventaja sobre los otros candidatos, razón por la que sus fustigadores buscan desgastarlo y aprovechan cualquier discurso, declaración o entrevista para denigrarlo y rebuscan hasta el mínimo lapsus para vilipendiarlo.

Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, tiene el 54 % de la intención de voto efectiva, aventajando por poco más de treinta puntos a sus competidores Ricardo Anaya y José Antonio Meade. (Encuesta de El Financiero, publicada en Animal Político)

Hasta el presidente Peña Nieto no deja pasar la oportunidad para influir en el voto hacia su candidato, reivindicando los “logros económicos” alcanzados bajo su administración y deseoso que el nuevo Gobierno constituido tras las elecciones del 1 de julio lleve a cabo “una gestión continuista” que mantenga la "confianza" en el país.

Pero, esos fustigadores que rechazan a López Obrador vienen siendo apenas una minoría frente a la mayoría de la población que lo apoya, principalmente por la esperanza de un cambio de régimen del que están empachados. Lo mismo sucedió en Estados Unidos en la elección presidencial en la que Donald Trump ganó la presidencia por los mismos motivos, la cual sirve como semejanza de lo que puede suceder aquí en México, cuando la población se atiborra de sus gobernantes y políticos perversos. La sociedad civil no tolera más la cínica corrupción.

Algunos, en el sector privado, no todos, creen que con su poderío económico puede inclinar las elecciones en favor de su candidato, que bien puede ser Ricardo Anaya o José Antonio Meade. Una síntesis que reseña el poder político que ejerce la cupula empresarial lo describen los periodistas  Arturo Rodríguez, Mathieu Tourliere y Areli Villalobos, en la revista Proceso: La élite del poder, colusión de magnates y políticos:  Es la élite de la iniciativa privada que domina los distintos sectores económicos del país y que durante décadas ha salvaguardado sus intereses financiando campañas presidenciales, recurriendo al chantaje e impulsando cercos publicitarios a medios de información. Se trata del Consejo Mexicano de Negocios… Esta exclusiva cúpula empresarial, beneficiada de las privatizaciones que han operado diversos presidentes, tiene su origen en 1962, cuando respondió al interés de frenar el desarrollo de la izquierda en México.

Es precisamente las urnas en donde en esta ocasión la cúpula empresarial se ve impotente para ejercer su poderío económico en cuanto a que sus votos no cuentan más que la mayoría que apoya a López Obrador y que son apenas un grano de arena en la inmensa playa de votantes. Afortunadamente, los votos no se cuentan ni valen por el poder del dinero, no se venden ni se compran, son unipersonales, Por más que quieran influenciar a sus empleados en contra del candidato de Morena, aun sumándolos a todos, no serían suficientes para contrarrestar el resultado de la elección que se inclina hacia AMLO. Sin embargo, contrario a lo que desearían, muchos de esos empleados simpatizan con el cambio que ofrece MORENA, no por el continuismo de salarios insuficientes y precarios que por décadas han solapado el PRI y el PAN.

Incluso, las criticas ponzoñosas e incendiarias de los candidatos del PRI, José Antonio Meade, y del Pan, Ricardo Anaya, hacia López Obrador, alardeando ventaja intelectual y publicitando spots en radio y televisión alarmistas en su contra, lo favorecen, tomando en cuenta el desprestigio de sus partidos y coaliciones, cuyos tres últimos gobiernos alternadamente resultaron nefastos para la población. Estos ataques temerarios resultan finalmente a su favor.

Los resultados económicos y el incremento de la pobreza y la miseria son el factor que más pesa en contra de los últimos gobiernos del PRI y del PAN, y por consiguiente siembran el rechazo hacia estos dos partidos, lo cual resulta el mayor capital político de López Obrador. En los discursos y promesas demagógicas de Meade y de Anaya nadie cree. Basta con citar el caso más reciente del candidato del PRI: en el 2012: "Enrique Peña Nieto inició su campaña electoral con el lema "Te lo firmo y te lo cumplo", a través del cual hizo 266 compromisos que firmó ante un notario público. A casi seis meses de que termine su gestión como presidente de la República sólo ha cumplido alrededor del 40% de éstos”.

De lo dicho a lo hecho por Peña Nieto, resalta la demagogia y un gobierno con una constante:  el enriquecimiento mediante la corrupción, con reformas estructurales que solo beneficiaron al sector privado y capitalistas extranjeros que fueron quienes las promovieron e impulsaron su campaña, pero nada bueno para la población. Citando un ejemplo, tenemos el incremento de la gasolina, que subió de 10.81 en diciembre de 2012, a 19 pesos actualmente en el caso de la “magna”, casi se acerca al 100 por ciento, lejos de la promesa de que con la apertura de Pemex a sectores privados habría de disminuir su precio y que la población se vería beneficiada.  “A partir de este momento ya no habrá gasolinazos", enfatizó el presidente en su mensaje de Año Nuevo de 2015. “Gracias a la reforma hacendaria por primera vez en cinco años ya no habrá incrementos mensuales a los precios de la gasolina, el diesel y el gas LP…”, dijo el presidente en el video. Efectivamente se acabaron los aumentos mensuales, ahora son diariamente.

MEADE: CANDIDATO DEL CONTINUISMO

José Antonio Meade, el abanderado del desprestigiado PRI, no descansa, al igual que Ricardo Anaya, en denostar a López Obrador, burdamente, refiriéndose a él en todos y cada uno de sus discursos con saña y con el coraje que le produce que sea el puntero en las encuestas y que él esté en la cola, sin repuntar siquiera. Cae tan mal cuando no cesa de proclamarse “el mejor” candidato para ocupar la presidencia. Pero nadie duda que sería, en remoto caso, el continuismo del gobierno de Peña Nieto, quién lo escogió y encumbró precisamente con ese fin, Nadie mejor que él para encubrirlo en dado caso de manejos oscuros que pudieran resultar de la administración de su gobierno, especialmente sobre la deuda pública, de la que al mismo Meade la Auditoría de la Administración Pública lo ha cuestionado por su desempeño durante su gestión en la secretaría de Hacienda. Además, algo que tampoco gusta del candidato priista es su vinculación con las redes del poder y las elites empresariales y financieras que lo están apoyando. Presume y se ensalza de ser muy honesto, pero no podría negar ser cómplice o encubridor de la corrupción a los que sirvió como subalterno. Airoso ha desdeñado las observaciones de la Auditoria Superior de la federación (ASF), y tampoco rindió cuentas de las partidas de los recursos gubernamentales de manejo discrecional. Y si miramos a su alrededor vemos que quienes conforman su equipo de campaña, priistas de vieja calaña y del aparato gubernamental, serían la continuidad del actual gobierno en su gabinete. Más de lo mismo, continuidad absoluta. Y tampoco pasa desapercibido que como secretario de Hacienda no deja de ser ajeno a la "Estafa Maestra", como lo han vinculado algunas investigaciones periodísticas.

¡YA BASTA!

Los mexicanos, la inmensa mayoría, frente a una minoría privilegiada (banqueros, empresarios, funcionarios públicos, magnates de medios de comunicación); lo que buscan en realidad con López Obrador es un cambio, ya no quiere más de lo mismo, promesas populistas que nunca se cumplen, ya no tolera el empobrecimiento al que se ve sometido, atosigado y amenazado además de la delincuencia, la violencia y la inseguridad como consecuencia de la ineficiencia e incapacidad del gobierno para combatirla. Por ello han de arriesgarse al cambio ante la saciedad y el fastidio del que están hartos.

CUENTAS CLARAS, BALANCE ROJO

En inverosímil y ridículo que el salario mínimo en nuestro país sea una minúscula parte de lo que ganan otros países, como en Estados Unidos, en el que los asalariados en ese país ganan a razón de 15 dólares la hora como mínimo, mientras que aquí solamente 55 centavos, 27 veces menos. Esta comparación es suficiente para denotar la marcada y absurda desigualdad que priva en nuestro país, influenciada por el gobierno que lo permite al sector empresarial, mismo que da su nutrido apoyo al candidato priista para que siga prevaleciendo esta disparidad y discrepancia. Esta divergencia además ha sido incluso motivo de controversia en la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá, países que han objetado esta desemejanza. Los sueldos son sinónimo de bienestar cuando son óptimos, pero en nuestro país son motivo de malestar y desdicha, de pobreza y miseria; razón además por la cual nuestros compatriotas emigran al país vecino.

Por si fuera poco, hablemos del crecimiento económico: la caída del PIB, la devaluación del peso, más de 80 por ciento, el incremento de la gasolina, 50 por ciento en solo este año, los recortes del presupuesto y las políticas hacendarias, que aparte de ser termómetros de la temperatura económica del país, formaran una tormenta perfecta para las siguientes elecciones. Para abundar, la población total en pobreza y pobreza extrema es de 66 millones, de los cuales 62 millones de personas, tiene ingresos por debajo de la línea de bienestar, es decir, son insuficientes para comprar la canasta de alimentos, bienes y servicios básicos. La carencia por el acceso a la alimentación, la padecen 24.6 millones en 2016. El rezago educativo, las carencias en los servicios de salud y la seguridad social, la calidad y espacios de la vivienda y los servicios básicos, también se suman al recuento de privaciones y penurias.

Los estados donde aumentó más la pobreza fueron: Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche, Puebla y Guerrero, que en el padrón electoral representan 22 millones de votantes, de los cuales un gran porcentaje de esta cifra no serán para el PRI ni para el PAN. Este es un dato más que ilustra las preferencias en la próxima sucesión presidencial en favor de López Obrador, aunque la mafia del poder y los medios de comunicación lo descalifiquen.  Los estados más empobrecidos seguramente votaran por MORENA.

DEUDA PUBLICA, HERENCIA MALDITA

Pero el asunto económico más grave y relevante de este sexenio de Peña Nieto es sobre la deuda pública, que se elevó 137 por ciento hasta hoy, al pasar de los $ 4 billones 24 mil 72.9 millones de pesos, en diciembre de 2012, a un saldo récord $ 9 billones 568 mil 789 millones, al cierre del año pasado. Lo anterior significa que en el año reciente el endeudamiento público se incrementó a un ritmo de 507 millones de pesos diarios, para la que se destinará este año 1 billón 319 mil millones de pesos por concepto del servicio de esta, 27.4 por ciento del gasto programable dentro del Presupuesto de Egresos, cantidad equivalente a 3,666.3 millones de pesos diarios. Aparte, por si fuera poco, hay que agregar el crecimiento de la deuda por $ 2,000 millones de pesos diarios. Con este lastre y esclavitud habremos de vivir de hoy en adelante. Estas son las cifras de espanto y el mayor lastre que heredaremos del gobierno priista. Aquí se centra el motivo por el cual el país se encuentra empobrecido y es, sin lugar a duda, la causa de la pobreza, miseria y desigualdades sociales, por lo que no hay dinero para atenderlas y superarlas. Todo el dinero se va al pago y servicio de esta maldita deuda, herencia de gobiernos priistas y panistas.


La pregunta para los investigadores fiscales sería: ¿a dónde se fueron los 5 billones y medio de pesos con los que se endeudo por demás este gobierno? José Antonio Meade podría darnos esta respuesta como ex titular de la Secretaría de Hacienda, o Luis Videgaray, su antecesor. Este endeudamiento, en tan solo 5 años, equivale a 3,000 millones de pesos diarios, a lo que habría que agregar los egresos que originó el servicio de la misma (amortizaciones, intereses,,,)

En el caso concreto de José Antonio Meade, para exhibir su demagogia y su responsabilidad en el manejo de la deuda pública, cito unos párrafos del artículo de Carlos Fernández-Vega, La Jornada:  A escasos días de su nombramiento como secretario de Hacienda, el 7 de septiembre de 2016, José Antonio Meade hizo público uno de sus primeros compromisos: "estabilizar y reducir" la voluminosa deuda pública contratada por su antecesor en el puesto, Luis Videgaray. Hacer lo contrario, decía, “puede llevar a la pérdida de la confianza, a tener "consecuencias abruptas y sustanciales en el costo de la deuda, y a reducir aún más el gasto". Trece meses después de tal compromiso, el informe oficial que la Secretaría de Hacienda envía periódicamente a la Cámara de Diputados revela que José Antonio Meade no sólo incumplió, sino que al cierre de octubre de 2017 –un mes antes de que el susodicho fuera destapado– el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (la suma de todas sus deudas) rozó los 10 billones de pesos, saldo nominal nunca antes registrado en esta República perpetuamente endeudada.

Así, durante la no muy prolongada estadía de Meade en la oficina principal de Hacienda tal saldo, lejos de "estabilizarse y reducirse", se incrementó casi 410 mil millones de pesos, a razón promedio diario de poco más de mil 38 millones de pesos en los trece meses considerados.

En la partida del ramo 23 podríamos encontrar uno de los motivos de este endeudamiemto. La característica más importante de esta partida es “la flexibilidad y discrecionalidad”. "En el periodo que va del 2013 al 2017, el Congreso aprobó recursos para los programas comprendidos en el Ramo 23 por un monto de 22 mil millones de pesos, pero el Ejecutivo les asignó 318 mil millones (catorce veces más de lo aprobado). De acuerdo con el estudio de México Evalúa, hay una tendencia a utilizar los recursos del Ramo 23 como premio o castigo político según afinidad con ciertos gobiernos locales y en periodos pre y electorales"

POR EL CAMBIO.

Para concluir, luego de este recuento, en estas circunstancias, López Obrador viene siendo la mejor opción de los que buscan el cambio. De aquellos que viven en la pobreza y tendrán que emigrar por la falta de oportunidades para subsistir dignamente, arriesgando su vida, su libertad y privándose de sus familias. Los que están hartos de la corrupción, la impunidad y la demagogia, del enriquecimiento ilícito y privilegios de unos cuantos frente a las privaciones y carencias de la mayor parte de la población. Estos son lo que van a definir el resultado de las próximas elecciones. Los que inclinan ahora las encuestas en favor de MORENA.

Todos esos fustigantes de López Obrador, si llega a la presidencia como lo manifiestan las encuestas, habrán de morderse la lengua y ya los veremos inclinarse y agacharse ante su presencia. Es una práctica común en su naturaleza. En fin, solo hay que esperar dos días para saber los resultados de lo que opina la población en su mayoría.

Finalmente, los ciudadanos votarán por cualquiera de estas dos opciones: por el continuismo, o por el cambio.

Y si AMLO pierde, "sería catastrófico" para las encuestadoras.



JMRS