Nacional - Política
Auguran una transición de terciopelo
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 2 JUL - Casi extinguidos los fuegos artificiales tras el triunfo en avalancha del candidato de la centroizquierda a la presidencia Andrés López Obrador, de 64 años, se espera una "transición de terciopelo" a pesar de las diferencias ideológicas con el actual gobierno.
Por lo pronto, el mandatario anunció que se reunirá mañana mismo con el presidente Enrique Peña Nieto para acordar los términos de un traspaso de mando que se espera sea "ordenado" y "tranquilo".
En sus primeras declaraciones tras su triunfo en las elecciones, a la cadena Televisa y al canal noticioso Milenio, López Orador anticipó también las pautas de sus acciones en materias como economía y lucha contra el crimen.
Ello explica por qué no hubo grandes sobresaltos en el mercado cambiario, pues aunque el peso mexicano bajó un poco frente al dólar, el problema no se debió a los resultados en las elecciones.
Los analistas lo atribuyeron en cambio a los temores por la posibilidad de que se puedan agudizar las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales.
El peso retrocedió 0,65% en su modalidad interbancaria con relación a la cotización el viernes pasado.
López Obrador dijo que será respetuoso con el actual gobierno, para que haya una "transición sin sobresaltos", que "se termine bien la administración de Peña Nieto y podamos terminar bien la gestión actual e iniciar con estabilidad política, económica y financiera".
Sobre la reunión que tendrá mañana con el mandatario, dijo que "vamos a hablar básicamente del tema de la transición".
El candidato vencedor nombró desde hace tiempo a un comité de 7 personas, integrado por Carlos Urzúa y Alfonso Romo (para los temas económicos y financieros), Marcelo Ebrard y Héctor Vasconcelos para asuntos internacionales y Olga Sánchez Cordero y Tatiana Clouthier, para temas políticos.
"Este comité va a ayudar para que tengamos información del gobierno actual y se pueda trabajar en estos meses" en forma ordenada y tranquila, afirmó el ganador de los comicios, con 53,8% de los votos según el conteo rápido oficial del Instituto Nacional Electoral (INE).
El ex jefe de gobierno de la capital también apeló a la reconciliación nacional "para sacar adelante al país", haciendo "a un lado las diferencias" para lo cual tendió "su mano franca" a quienes fueron sus adversarios, quienes desde anoche le hablaron por teléfono para felicitarlo.
"Hice ese compromiso con ellos y los voy a buscar. Vamos a procurar a hablar para intercambiar puntos de vistas.
Necesitamos hablar con todos, yo no tengo enemigos ni quiero tenerlos", afirmó.
Al referirse al economista José Antonio Meade, el candidato oficialista de 49 años, que quedó en tercer lugar, y ha sido ministro estrella del actual gobierno de Peña Nieto, lo calificó como "una gente buena, bien intencionada".
No obstante, dijo que "no era su tiempo" porque "es candidato cuando la gente ya está deseando un cambio verdadero".
En el caso de Anaya, abogado de 39 años, el más joven de sus contrincantes, quien quedó en segundo lugar, dijo que demostró "ser un hombre audaz" y "avanzó bastante" pero sostuvo que la gente percibió que los dos partidos que han gobernado en las casi dos últimas décadas a México "no hicieron bien las cosas".
A su juicio, los partidos Revolucionario Institucional (PRI, centro), que postuló a Meade y Acción Nacional (PAN, derecha), de Anaya, "tuvieron la oportunidad, pero no hicieron bien las cosas".
Este domingo, durante las votaciones más concurridas en la historia del país, "se votó también por un cambio en la política económica" pero sobre todo por "acabar con la corrupción y la impunidad", señaló.
"Ese va a ser el tenor del nuevo gobierno: vamos a acabar con ambos flagelos, vamos a limpiar a México, cero corrupción, cero impunidad, va a haber voluntad política para ese propósito", declaró el virtual sucesor de Peña Nieto.
Jamileth
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