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Miles de rohinyás siguen huyendo de la represión en Birmania

2018-07-04

En una actualización al Consejo de Derechos Humanos sobre la situación de la...

 

Ginebra, 4 jul (EFE).- Miles de miembros de la minoría musulmana rohinyá siguen escapando de Birmania (Myanmar) y buscan refugio en Bangladesh en su huida de la violencia y la persecución a la que los someten las autoridades birmanas, denunció hoy la ONU.

En una actualización al Consejo de Derechos Humanos sobre la situación de la minoría rohinyá en Birmania, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, denunció hoy la hipocresía de las autoridades birmanas, que prometen investigar los abusos mientras siguen cometiéndolos.

Según los datos recopilados por la Oficina del Alto Comisionado, 11.432 rohinyás llegaron a Bangladesh en lo que va de año.

"Todos los nuevos refugiados han dicho que huyeron de la persecución, la violencia y las violaciones a los derechos humanos, entre ellas asesinatos y quema de hogares", denunció Zeid durante su intervención.

"Ninguna retórica de las autoridades puede hacer desaparecer estos hechos", subrayó el alto comisionado.

El máximo responsable de derechos humanos de la ONU recordó que las autoridades se han dedicado a negar en los últimos meses que la represión fuera la causa de la huida de 700,000 rohinyás a Bangladesh desde agosto de 2017.

No obstante, aceptaron crear una comisión nacional de investigación, pero Zeid puntualizó que "existen todos los elementos para creer que ésta solo servirá para intentar borrar los terribles crímenes cometidos", dado que en innumerables ocasiones las autoridades han ignorado las evidencias y han exculpado a los responsables.

Además, Zeid denunció que el gobierno birmano "ha intentado convencer al mundo" de que está dispuesto a acoger a todos los refugiados que deseen retornar.

Para ello ha firmado un acuerdo con Bangladesh y un Memorando de Entendimiento con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Sin embargo, Zeid recordó que ni un solo rohinyá ha vuelto usando el acuerdo con Bangladesh, y aquellos que lo han hecho por si mismos han sido inmediatamente detenidos.

Concretamente, la Oficina ha contabilizado a 58 personas que retornaron este año y fueron detenidas y procesadas por cargos no especificados.

Posteriormente fueron perdonados pero fueron trasladados a un centro de internamiento.

Zeid recordó que la discriminación y la marginación a la que son sometidos los rohinyás dura décadas, y ha sido implementada en la ley y en la práctica, dado que nunca se les ha reconocido como ciudadanos birmanos y en distintas ocasiones se les ha otorgado documentos de identificación que posteriormente fueron invalidados.

La última iniciativa de las autoridades ha sido entregar una Carta Nacional de Verificación (CNV), que no otorga tampoco la ciudadanía.

Además, el alto comisionado explicó que las autoridades presionan de forma violenta y con intimidación -apaleando y secuestrando- a los miembros de la comunidad para que la acepten.

Zeid pidió una vez más a las autoridades birmanas que otorguen la nacionalidad a todos los rohinyás, empezando por los 120,000 desplazados internos de Rakáin.

"Birmania debe entender que la comunidad internacional no olvidará las vejaciones cometidas contra los rohinyás ni absolverá a los políticos que quieren ocultarlas", enfatizó Zeid.

Y pidió una vez más a las autoridades que permitan la entrada al país a la misión de investigación de la ONU y a la relatora especial, Yanghee Lee.

Solicitó además, que el Consejo de Derechos Humanos recomiende a la Asamblea General crear un nuevo mecanismo de investigación que complemente a la misión.

Asimismo, urgió al Consejo de Seguridad a que pida a la Corte Penal Internacional que investigue las alegaciones de crímenes contra la humanidad y genocidio cometidos contra los rohinyás.



Jamileth