Internacional - Finanzas

Los temores de contagio crecen tras el desplome de la moneda turca 

2018-08-13

Los mercados bursátiles en Asia, incluidos los de Hong Kong, Seúl, Shangái y...

Jack Ewing y Alexandra Stevenson, The New York Times

La crisis —causada por una inflación que se ha disparado, malos manejos económicos por parte del gobierno turco y tensiones con Estados Unidos— ha generado preocupación sobre si las economías emergentes que se han beneficiado en años recientes de las inversiones extranjeras también podrían ser vulnerables.

Las tasas de interés al alza en Estados Unidos y Europa han hecho que los inversionistas sean menos tolerantes a los mercados emergentes. Los inversionistas extranjeros aportaron montañas de dinero en bienes turcos durante años, atraídos por lo que parecía ser una economía estable y la promesa de mayores retornos de inversión. Sin embargo, conforme las tasas de interés se elevan en países considerados como más seguros, el atractivo relativo de inversiones más riesgosas se desvanece. Una crisis como la de Turquía puede ser lo único que se necesita para que huyan a toda velocidad.

El banco central de Turquía insistió durante el fin de semana que “tomaría todas las medidas necesarias” para conservar la estabilidad financiera del país. Sin embargo, se ha rehusado a subir las tasas de interés y los cambios que ha impulsado hasta el momento han sido de alcance limitado.

Después de que la lira turca cayó aún más —un dólar equivalía a 3,8 liras a principios de año, pero en cierto momento del 13 de agosto valía 7,2 liras— los inversionistas vendieron sus monedas de otros mercados emergentes. La rupia india cayó a un nuevo récord a la baja en comparación con el dólar, la rupia indonesia “coqueteó” con llegar a su punto más bajo en tres años y el rand sudafricano perdió dos por ciento tras descender casi seis por ciento la semana pasada.

Los mercados bursátiles en Asia, incluidos los de Hong Kong, Seúl, Shangái y Tokio, cayeron el lunes y varios descendieron casi dos por ciento durante el día. A los mercados europeos les fue apenas un poco mejor. El euro flotó alrededor de su punto más bajo en un año en comparación con el dólar.

Las acciones de los bancos europeos sufrieron algunas de las pérdidas más grandes, incluidos BBVA de España y Unicredit de Italia, que tienen grandes bienes en Turquía, y los prestamistas como Commerzbank y Deutsche Bank, que no tienen operaciones de gran escala ahí.

Los inversionistas fueron motivados principalmente por el miedo al contagio, la noción de que una crisis económica o financiera en un país —en este caso, Turquía— puede esparcirse rápidamente a otras regiones.

Los problemas en Turquía se han estado generando durante años, pero los bienes turcos han perdido valor de manera drástica en los últimos días conforme surgen más dudas sobre el panorama del país. Los aumentos de precios se han acelerado y el presidente Recep Tayyip Erdogan ha tomado decisiones cada vez más autoritarias, desde el nombramiento de un familiar como un importante ministro hasta la erosión de la independencia del banco central.

“A muy corto plazo, estamos viendo lo que describiríamos como ‘falta de riesgo’ hacia los mercados emergentes”, dijo Stuart Culverhouse, director global de Macroingreso e Ingreso Fijo en Exotix Capital, una firma de investigación con sede en Londres.

No obstante, “Turquía sigue una ruta que muchos otros mercados emergentes no han tomado”, agregó. “No pienso que nos conduzca a un problema más sistemático en los mercados emergentes”.

El lunes, el banco central de Turquía relajó algunas de sus reglas sobre el dinero que los bancos comerciales deben mantener en sus reservas, lo que liberó efectivo para lidiar con la crisis monetaria. El banco central también dijo que proveería “toda la liquidez que los bancos necesitan”.

Para empeorar el miedo en los mercados financieros, existe una falta de información sobre cuáles bancos extranjeros pueden poseer bonos del gobierno turco o han prestado dinero a compañías turcas. Alrededor del 90 por ciento de la deuda de los sectores público y privado de Turquía con prestamistas extranjeros está en monedas extranjeras, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Esas deudas en dólares, euros u otras monedas extranjeras rápidamente se volverán insostenibles para las personas que recibieron el préstamo y no tienen el ingreso correspondiente en esas monedas.

Una disputa diplomática cada vez peor con Estados Unidos también ha incrementado la presión para Turquía. Aunque las tensiones inicialmente centradas en la detención de un pastor estadounidense ahora se han expandido a la arena comercial.

El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió el 10 de agosto aumentar al doble la tasa de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de Turquía. El comentario, hecho a través de un mensaje en Twitter, ahuyentó a los mercados debido a la preocupación de que Trump podría tomar un enfoque similar con otros socios comerciales.

“Los catalizadores para la volatilidad del mercado han sido las incertidumbres geopolíticas y el comercio”, dijo Viraj Patel, un estratega de divisas extranjeras en ING. “Este es otro golpe para los mercados globales y, todo junto, genera un ambiente bastante tóxico”.

La moneda de China, el renminbi, que ha sufrido durante semanas debido a las políticas comerciales de Trump, también se debilitó más contra el dólar el lunes. El gobierno en Pekín, que sostiene con firmeza el valor de su moneda, devaluó el renminbi un 0,34 por ciento en comparación con el dólar, con lo que fijó la tasa mínima en Shangái en su nivel más bajo en quince meses.

El principal índice bursátil de China perdió casi dos por ciento en cierto momento del lunes, pero cerró con una pérdida de 0,3 por ciento. La reacción fue más fuerte en otros mercados asiáticos: en Tokio, el índice principal cayó 2 por ciento, y en Seúl, 1,5. Un amplio índice de las compañías más grandes de Europa perdió 0,4 por ciento durante la tarde.

Posteriormente, Erdogan acusó a “terroristas económicos” de planear dañar a Turquía al difundir reportes falsos. Ya comenzaron las investigaciones contra los supuestos implicados, a quienes calificó como “una red de traición”. El Ministerio del Interior afirma que ha identificado 346 cuentas de redes sociales con publicaciones sobre la tasa de cambio.



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