Internacional - Política

Presidente español enfrenta fuertes presiones para convocar a elecciones anticipadas

2018-10-05

El Gobierno insiste en que su plan es terminar la legislatura y convocar a elecciones a mediados de...

Por Belén Carreño

MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, enfrenta fuertes presiones internas para convocar a elecciones anticipadas y evitar que los escándalos dentro de su administración erosionen el impulso electoral que cosechó al llegar al poder en junio.

El Gobierno insiste en que su plan es terminar la legislatura y convocar a elecciones a mediados de 2020, ya que aún se ve capaz de aprobar los presupuestos de 2019 y cerrar el conflicto con los independentistas catalanes.

Pero los escándalos se acumulan en el Ejecutivo. La semana pasada trascendieron unas grabaciones con comentarios homófobos de una ministra, se han conocido acusaciones de elusión fiscal sobre el ministro de Ciencia Pedro Duque -que él ha desmentido- y existen sospechas de plagio de una tesis doctoral del propio Sánchez.

En apenas cuatro meses han dimitido ya dos ministros -Sanidad y Cultura- por irregularidades al obtener un título universitario y una sanción de hace una década por fraude fiscal.

“Esto no estaba en el guión”, dijo un alto cargo socialista. “No hay unanimidad en el partido con lo que debemos hacer”, añadió.

Dos fuentes del partido reconocen que se abrió el debate sobre la convocatoria a elecciones para no terminar con una suerte de luna de miel con el electorado.

Los socialistas siguen primero en las encuestas de cara a una próxima elección -con casi diez puntos de ventaja sobre el conservador Partido Popular (PP)- disfrutando todavía de los réditos de su sorprendente victoria en la moción de censura del 1 de junio contra Mariano Rajoy, aunque los sondeos de septiembre se realizaron antes de los últimos escándalos.

Sánchez apenas tiene 84 diputados en el Parlamento, menos de una cuarta parte.

¿MÁS INCERTIDUMBRE?

Unas elecciones anticipadas elevarían el nivel de incertidumbre política en la Unión Europea, que en los próximos meses tiene que encarar la compleja negociación del Brexit, y volverían a poner en cuestión cómo resolver el conflicto catalán.

Los escándalos que han sacudido el gabinete debilitan la capacidad negociadora del Ejecutivo, reconocen las fuentes, en un momento en el que Cataluña amenaza con retirar su apoyo para las cuentas públicas.

En una entrevista con Reuters, el presidente del Gobierno reconocía en plena tormenta de escándalos a fines de septiembre que si los catalanes “priorizan el conflicto en lugar de la colaboración [...] entonces iremos a elecciones”.

Si los sondeos de septiembre se traducen en escaños, los socialistas seguirían en minoría aunque liderando una coalición de Gobierno u otro Ejecutivo minoritario.

“Convocar elecciones es una muestra de debilidad”, según Narciso Michavila, presidente de GAD 3, una de las principales empresas españolas de análisis de la opinión pública.

Si finalmente se cierra un pacto presupuestario -lo que implica un acuerdo con los independentistas catalanes, indispensables para aprobar las cuentas- la siguiente meta serían las elecciones municipales de mayo de 2019, que supondrían una prueba en las urnas para los socialistas.



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