Como Anillo al Dedo

Adiós al neoliberalismo

2018-11-16

En el PND deben establecerse los compromisos programáticos y completarse con los programas...

Por Mireille Roccatti | Revista Siempre


El nuevo gobierno ha anunciado el fin de las políticas neoliberales, lo cual es sin duda una muy buena noticia. Instrumentado en nuestro país desde hace 36 años, ha dejado como resultado una insultante concentración de la riqueza y la pauperización y miseria de grandes sectores de la población, aunado a la cancelación de la esperanza por un futuro mejor de las nuevas generaciones.

La brutal imposición de esa política se produjo en momentos de una grave crisis económica con estancamiento económico y elevadas tasas de inflación en un entorno de insolvencia para cubrir las obligaciones del pago del servicio de la deuda externa. La medicina “amarga”, pontificaban desde la Secretaría de Hacienda, era dura pero necesaria, había que “ajustarse el cinturón”, solo que era el cinturón de la clase trabajadora, de las clases medias y en general de los deciles poblacionales de menores ingresos.

La ruta transitó por la liberación de precios, el congelamiento de salarios, la elevación de las tasas de interés, el retiro de circulante, el congelamiento del crédito y, por supuesto, el fin de las instituciones de bienestar social. Y prácticamente toda clase de subsidios, así como, la venta o desaparición de empresas del Estado.

Los saldos del periodo, como señalamos, fueron el crecimiento de la pobreza, el desempleo, los éxodos migratorios a las zonas de maquilas, la pérdida de la calidad en los servicios médicos, educativos, de transporte público y un largo etcétera. En cambio para los detentadores de capital, se les protegió con cobertura monetaria para que enfrentaran sus deudas, se pauperizaron los pagos de mano de obra y, por si hiciera falta, se les apoyó para reconvertir en algunos casos sus plantas productivas o para que se convirtieran en importadores, como el caso de la industria textil.

En la última década, he insistido una y otra vez, la mayor violencia que sufre México es la pobreza de su población, sin por ello menospreciar u obviar la gravísima violencia criminal que ha bañado de sangre el territorio nacional.

Ahora, se anuncia que el fin del neoliberalismo se realizará con modificaciones legales y hasta constitucionales y en algunos casos será así, pero realmente estamos frente a una modificación de políticas públicas. Es en el Plan Nacional de Desarrollo en el cual deben de establecerse las directrices de las políticas de transformación y modificación que terminen con el paradigma neoliberal de “menos Estado y más mercado”.

En el PND deben establecerse los compromisos programáticos y completarse con los programas sectoriales. Todo esto en una consulta democrática tal y como lo establece el texto vigente de nuestra Constitución.



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