Internacional - Economía

¿Qué pasa con el precio del petróleo?

2018-11-22

Entre las caídas más drásticas de un solo día sucedidas en los...

Por Stanley Reed, The New York Times 


Los precios del petróleo se han desplomado en los últimos días, aunque hace unos meses alcanzaron su punto máximo desde 2014. Tras llegar a 75 dólares por barril a principios de octubre, el precio del West Texas Intermediate, la referencia estadounidense, ha caído aproximadamente una cuarta parte. El Brent crudo, el estándar internacional, ha tenido un descenso similar.

Entre las caídas más drásticas de un solo día sucedidas en los últimos años se encuentra la del martes, que fue casi del siete por ciento, la cual propició que los precios llegaran a su nivel más bajo en 2018.

El abrupto retroceso, que inevitablemente nos trae recuerdos del estruendoso desplome de la industria en 2014, representa una gran preocupación para los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyas economías están vinculadas estrechamente a las ganancias del petróleo. Arabia Saudita, el miembro más poderoso de la OPEP, señaló el 11 de noviembre que, a fin de impulsar los precios, recortaría su producción en un medio millón de barriles por día.

Aparentemente, este anuncio dio lugar a una advertencia por parte del presidente Donald Trump, quien al día siguiente comentó en Twitter: “Espero que Arabia Saudita y la OPEP no recorten la producción de petróleo. ¡Los precios del petróleo deberían ser mucho más bajos en función de la oferta!”. Los analistas afirman que los comentarios de Trump podrían haber acentuado la tendencia del precio, al crear dudas acerca de si la OPEP realizará los recortes.

¿Por qué se han desplomado los precios del petróleo?

En meses recientes la prioridad del mercado petrolero ha cambiado abruptamente. Cuando los grandes productores, que incluyen a la OPEP y Rusia, se reunieron en Viena en junio, las principales inquietudes eran el potencial de repunte de los precios y si las reservas serían adecuadas. La decisión de Trump de volver a imponer sanciones a Irán amenazó con sacar del mercado una gran cantidad de petróleo procedente de uno de los más grandes productores.

Durante el verano, los sauditas y otros productores que habían estado frenando la producción desde 2017 abrieron los grifos con el fin de tranquilizar a los consumidores y calmar a Trump. Quizás fueron demasiado proactivos. Los operadores han dejado de interesarse en Irán y se han centrado en otros factores, por ejemplo, en si las batallas comerciales de Trump con China y el aumento en las tasas de interés pueden perjudicar el crecimiento económico global y la demanda del petróleo.

Al mismo tiempo, la producción en Estados Unidos ha aumentado más rápido de lo esperado. La producción también se ha incrementado en Libia, a pesar de que continúa la guerra, y se ha mantenido mejor de lo esperado en Venezuela, otro país con problemas. Según los analistas, otra vez se están acumulando grandes volúmenes de petróleo en los tanques de almacenamiento de todo el mundo, lo que aumenta el temor de que haya una nueva sobreoferta.

¿Cuál ha sido el impacto de las sanciones a Irán?

Las sanciones han tenido menos efecto en la producción iraní de lo que habían pronosticado algunos analistas, pero quizás las expectativas han sido demasiado alarmantes. Estas medidas, las cuales imponen sanciones a las empresas que compren petróleo iraní, entraron en vigor el 5 de noviembre. Se había esperado que los compradores redujeran la compra del crudo de ese país antes de las sanciones, pero parece que esa acción solo ha frenado moderadamente la producción de Irán. Por ejemplo, la OPEP informó que la producción iraní de octubre bajó a cerca de 3,3 millones de barriles de petróleo al día, el 4,5 por ciento comparado con el mes anterior.

Algunos antecedentes que explican por qué el impacto ha sido débil: el gobierno de Trump otorgó exenciones temporales a los mayores clientes de Irán que incluyen a China, India y Japón. Los operadores de petróleo interpretaron la generosidad del gobierno como que los posibles recortes a las exportaciones iraníes podrían ser menores de lo que se esperaba. “El mercado se sorprendió bastante al ver que se otorgaron exenciones”, comentó Homayoun Falakshahi, analista iraní de Wood Mackenzie, una empresa de investigación en temas de energía.

Falakshahi señaló que el otorgamiento de exenciones a Japón y Corea del Sur, quienes habían dejado de comprar petróleo iraní, fue especialmente sorpresivo. Podría indicar, afirmó, que las prioridades del gobierno se inclinan más hacia mantener los precios bajos para los consumidores estadounidenses que hacia oprimir a Irán. Si es así, parece que la estrategia está funcionando. Según la empresa AAA, el precio de la gasolina normal en Estados Unidos el martes fue de 2,61 dólares, en comparación con los 2,85 dólares del mes anterior.

¿Qué factores decidirán los precios las próximas semanas?

Los analistas señalan que cada vez hay más presión sobre la OPEP para que apuntale los precios cuando la organización se reúna con Rusia y otros productores en Viena a principios de diciembre. Los expertos esperan que se anuncien recortes en la producción de alrededor de un millón de barriles al día, cerca del uno por ciento de las reservas mundiales.

Existen pocas dudas de que los sauditas puedan hacer recortes de esta magnitud. Después de todo, han elevado la producción en casi 700,000 barriles al día en comparación con la producción promedio de 2017.

Los analistas comentaron que tal vez Arabia Saudita, que trata de evitar tener que cargar en soledad con todo el peso, tenga problemas para convencer a los productores como Rusia e Irak de que también hagan recortes. Quizás los sauditas también tengan que transitar por un camino complicado entre las presiones del gobierno de Trump para bajar más los precios y las necesidades de su economía de tener mayores ganancias.

Los analistas añadieron que hay buenas probabilidades de que los productores como Rusia e Irak decidan que aceptar los recortes beneficiará a sus intereses. “Creemos que al final Putin tomará la misma decisión que tomó en noviembre de 2016 y optará por unirse a los productores de la OPEP debido a cuestiones fiscales internas”, escribió Helima Croft, analista de RBC Capital Markets, en una nota para sus clientes el 14 de noviembre.

Hace algunos meses, parecía que los sauditas habían orientado al mercado hacia niveles de precios más cómodos, para sus propios objetivos, al coordinar recortes en la producción con Rusia y otros países. Ahora los sauditas y sus aliados petroleros vuelven a encontrarse en la incómoda posición de ser presionados, principalmente por los productores de esquisto de Estados Unidos.

“Vuelven a tener que evitar la caída del mercado en vez de preocuparse por su ascenso”, comentó James Davis, analista de FGE, una empresa consultora para cuestiones de energía.


 



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