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Más petróleo que el imaginado
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- Un yacimiento terrestre de hidrocarburos descubierto hace un año por el ente gubernamental Petróleos Mexicanos (Pemex) podría ser más mayor de lo calculado y convertirse en una promesa para recuperar el terreno perdido en las reservas de crudo de este país.
Pemex informó que el yacimiento Ixachi "es más grande de lo que se había previsto originalmente" y de hecho sería el más importante en los últimos 25 años, y el cuarto a nivel global detectado en la última década.
Ubicado en el municipio de Tierra Blanca, a 72 kilómetros del Puerto de Veracruz, costas del Golfo de México, cubre un área de alrededor de 50 kilómetros cuadrados y tiene una columna de hidrocarburos superior a los mil metros.
La extensión de sus reservas alcanza más de 1,000 millones de barriles de petróleo crudo, una extensión mayor a la que se reportó en noviembre de 2017, cuando fue descubierta, de acuerdo con el informe oficial.
Estimaciones preliminares de Pemex indican que, en la plenitud de su etapa de producción, calculada para 2022, el campo aportaría alrededor de 80,000 barriles diarios de condensado y más de 700 millones de pies cúbicos diarios de gas.
"Por su ubicación estratégica, pues se encuentra cerca de infraestructura en operación, el campo terrestre entrará en producción rápidamente", indicó la compañía.
El yacimiento tiene la ventaja estratégica de encontrarse cerca de infraestructura en operación, tanto en pozos como en el sistema de ductos, por lo que puede entrar en operación cuanto antes.
El anuncio cayó como "maná del cielo" para la alicaída Pemex, que apenas esta semana informó que en octubre pasado alcanzó su punto de producción más bajo en 13 meses, con sólo 1.764,000 barriles diarios.
Desde el año pasado, la producción petrolera del país no ha podido rebasar los 2 millones de barriles diarios por primera vez desde los años 90.
Desde 2012, la caída de producción es tal que se han perdido en promedio casi 800,000 barriles por día. De hecho, desde 1990, no se habían observado cifras tan bajas como las de los últimos dos años.
El único yacimiento promisorio es el denominado Ku-Maloob-Zaap, del que se obtienen 800,000 barriles diarios, mientras que el resto se encuentran en declive, incluido el famoso "Cantarell", en la llamada "Sonda de Campeche", sureste del país, descubierto en los años 80, en las aguas del Golfo de México.
Cantarell fue la columna vertebral de la industria petrolera mexicana desde la década de los 80 y en su mejor momento el megayacimiento produjo, por sí solo, hasta 2 millones de barriles de crudo diarios, equivalentes a lo que extraía Noruega.
No obstante, actualmente sólo se extraen de él apenas unos 100,000 barriles y la cifra sigue descendiendo.
El nuevo campo es mucho más modesto, pero el gas y los hidrocarburos líquidos que se identificaron aseguran el abastecimiento, en el corto y mediano plazo, a los complejos petroquímicos del sureste del país.
Ramsés Pech, experto en temas petroleros, señaló que el futuro gobierno del presidente Andrés Lopez Obrador, que asume el próximo sábado, estará fuertemente presionado para aumentar la producción.
"Si seguimos bajando la producción, vamos a tener que importar más combustible, porque las refinerías no van a lograr dar la producción esperada", señaló.
De hecho, México este mes comenzó a realizar las primeras importaciones de crudo ligero desde Estados Unidos, por 1,4 millones de barriles, una operación que marca un vuelco histórico.
Se trata de la primera vez en 20 años en que México compra petróleo, en lugar de venderlo, lo que para analistas es una suerte de "mal presagio".
El propio presidente electo Andrés López Obrador, señaló que esta adquisición "es una muestra más del gran fracaso de la política económica neoliberal" de los últimos 30 años.
López Obrador se propone aumentar la producción de crudo a 2,5 millones de barriles diarios durante su gestión de seis años, una meta que los expertos juzgan "ilusoria" e "inalcanzable".
Jamileth
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