Internacional - Economía

EU elogia su tregua con China pese a dudas de escépticos

2018-12-04

Durante la reunión de Buenos Aires, Trump acordó demorar la subida de los aranceles a...

Por CHRISTOPHER RUGABER y BLAKE NICHOLSON

WASHINGTON (AP) — El gobierno de Donald Trump celebró la tregua de 90 días alcanzada en su guerra comercial con China como un avance significativo pese a los escasos detalles que se conocen, su vago calendario y el escepticismo generalizado de que Beijing vaya a ceder a las demandas de Estados Unidos en el corto plazo.

“Este es un enorme, enorme acontecimiento”, dijo el lunes Larry Kudlow, máximo asesor económico de Trump, sobre el pacto acordado entre el presidente y su homólogo chino, Xi Jinping, durante el fin de semana en un aparte de la cumbre del G20 en Buenos Aires, Argentina. “Este cubre mucho terreno en detalle, algo que no habíamos visto nunca antes”.

Sin embargo, muchos economistas plantearon dudas sobre cuánto se había logrado, o se logrará, en estos tres meses.

“La cantidad real de avances concretos realizados en esta reunión parece ser bastante limitada”, escribieron Alec Phillips y otros economistas en una nota de investigación de Goldman Sachs.

Durante la reunión de Buenos Aires, Trump acordó demorar la subida de los aranceles a las importaciones chinas, del 10 al 25%, que iba a entrar en vigor el 1 de enero. En su lugar, las dos partes negociarán las quejas estadounidenses sobre las prácticas comerciales chinas, especialmente sobre el uso de técnicas predatorias para hacerse con el liderazgo en tecnología. Estas prácticas, según Washington y analistas externos, incluyen el robo de propiedad intelectual y la obligación de que las empresas entreguen su tecnología para poder acceder al mercado chino.

A cambio de la demora en el incremento de los aranceles, China accedió a aumentar sus compras de productos agrícolas, energéticos e industriales de Estados Unidos, dijo la Casa Blanca.

La mayoría de los economistas destacaron que los países siguen muy alejados en los principales asuntos que los enfrentan, incluyendo los subsidios de Beijing a industrias estratégicas chinas y la transferencia forzosa de tecnología y el robo de propiedad intelectual.

“Noventa días es muy poco tiempo para arreglar esos problemas perennes”, señaló Bill Adams, economista senior de PNC.

Para complicar más la situación, las quejas de Trump afectan al corazón del modelo económico estatal liderado por el Partido Comunista y a sus planes para elevar al país al liderazgo político y cultural con la creación de pioneros en robótica y otros campos.

“Es imposible que China cancele sus políticas industriales o sus grandes planes de desarrollo industrial y tecnológico”, apuntó el economista Cui Fan, de la Universidad de Negocios Internacionales y Economía en Beijing.

Al mismo tiempo, los analistas dijeron sentirse aliviados porque la reunión entre Trump y Xi presionó al menos el botón de “pausa” en la subida arancelaria. Además del aumento de los impuestos existentes, Trump había amenazado con imponer tasas al resto de las importaciones chinas valoradas en 267,000 millones de dólares. Esto habría elevado el precio que los consumidores estadounidenses deberían pagar por artículos como smartphones, ropa y juguetes.

El miedo a un recrudecimiento de la guerra comercial provocó turbulencias en los mercados financieros en octubre y noviembre, pero las bolsas subieron el lunes en respuesta a la tregua del sábado. El índice industrial Dow Jones cerró a 288 puntos, una subida del 1,1%.



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