Pura Demagogia

Lobos con piel de lobo

2018-12-18

Y tan mal están en su postura y en su proceder que hasta la Comisión Nacional de los...

Por Yazmín Alessandrini | Revista Siempre

Congruencia vs. cinismo. Austeridad vs. arrogancia. En la controversia entre el Presidente Andrés López Obrador y el Poder Judicial, porque jueces y magistrados están groseramente sobrerremunerados (son los mejor pagados de todo el planeta) y el primer mandatario, en un acto de justicia y sensibilidad republicana, aspira a que estos señores perciban emolumentos acordes a la realidad el país, efectivamente existe un falso discurso, pero éste no es por parte de la Presidencia de la República, sino por parte de los juzgadores, quienes han desatado una cruzada nacional en nombre de la independencia judicial cuando ésta en ningún momento está siendo socavada desde ninguna trinchera del Poder Ejecutivo, que lo único que pretende es que estos funcionarios se apeguen, como todos los demás, a la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.

Sin embargo, más allá de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cometió un flagrante error al suspender la mencionada Ley de Remuneraciones, porque el ministro Alberto Pérez Dayán violó los artículos 63 y 64 porque cuando se trata de acciones de inconstitucionalidad no hay lugar a interpretación si existe disposición expresa; aquí lo importante es desplegar un atingente ejercicio de objetividad para poder ver la fotografía completa de una situación que evidentemente incomoda a algunos porque están viendo perjudicados sus intereses, pero que de ninguna manera atenta contra la independencia judicial. Pero como la cosa ya se les puso seria a estos señores a los que les vale un pepino que viven en un país en el que 4 de cada 10 habitantes vive en pobreza y ellos quieren seguir sirviéndose del poder en lugar de detentar el poder para servir, pues ya hasta salieron a manifestarse públicamente (¡lo que jamás hicieron para defender causa ciudadana alguna!) para interpretar el rol de víctimas, cuando lo que en realidad son es una carga para el presupuesto y la economía de México. Y tan mal están en su postura y en su proceder que hasta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en voz de su titular Luis Raúl González Pérez, ya manifestó que “nosotros defendemos derechos, no privilegios”.

Y ya que me estoy refiriendo a éstos (los “dichosos”, privilegios), me gustaría compartirles unos numeritos a aquellos juzgadores que tajantemente espetan las palabras del Presidente López Obrador asegurando que “no ganan 600 mil pesos”: Ciertamente tienen razón, no ganan 600 mil pesos, pero los ministros, consejeros y magistrados de la SCJN, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) perciben un sueldo mensual de 578 mil 186 pesos; ahí mismo en el TEPJF los visitadores y el subsecretario general de acuerdos ganan al mes 359 mil 161 pesos, y el contralor interno de ese mismo organismo se embolsa mil pesitos menos nada más. En tanto, si nos regresamos a la SCJN, les cuento que el subsecretario general de acuerdos se lleva al mes 346 mil 957 pesos. Además, para sustentar un poco más estas cifras, hay que destacar que el manual de remuneraciones del Poder Judicial de la Federación acota que los ministros de la SCJN tienen un sueldo máximo de 269 mil 215 pesos mensuales, pero además reciben 444 mil 380 pesos de aguinaldo y una prima vacacional de 554 mil 595 pesos y un pago adicional por riesgo, y a todo esto tenemos que sumarle el seguro de vida, el seguro institucional y el seguro de retiro… ¡¡¡En un país donde el salario mínimo es de 88.36 pesos diarios!!!

Pero eso sí, todos, absolutamente todos salieron a amenazar que bajo ninguna circunstancia serán jueces dóciles… sí, ya nos dimos cuenta. Pero ¿qué tal el magistrado veracruzano de circuito Adolfo Eduardo Serrano Ruiz? que es conocido en todo México como #LordMagistrado por su proclividad a presumir por las redes sociales la gran vida que se da con sus caros relojes Rolex y habanos importados. Y, créanme, no es el único así…



regina