Internacional - Política

Xi Jinping recuerda los 40 años de apertura de China y apuesta por su propia era

2018-12-18

JAVIER ESPINOSA | El Mundo

El presidente de China, Xi Jinping aplaude en el acto por el 40 aniversario de la apertura de China. REUTERS

El acto incluyó un homenaje a más de un centenar de personajes a los que se atribuyó "una destacada contribución a la apertura del país". Allí estaban desde los habituales protagonistas del avance tecnológico del país -figuras como Jack Ma de Alibaba, Pony Ma de Tencet o Robin Li del buscador Baidu-, a deportistas como el baloncestista Yao Ming o científicos como Yuan Longping. También se citó a extranjeros como el español Juan Antonio Samaranch.

Los integrantes de esta larga lista que acudieron al evento fueron condecorados por el propio Xi Jinping entre acordes de la banda militar y aplausos de los presentes. Un grupo de niños se personó después en el auditorio para entregarles flores en medio de una nueva ovación del público.

Haciendo un guiño a la historia, la melodía que interpretó la agrupación musical durante esos instante fue "Historia de la Primavera", una canción patriótica dedicada a ensalzar la figura de Deng Xiaoping.

Sin embargo, el recuerdo de quien fuera el auténtico mentor de la apertura y reforma económica de China a partir de 1978, quedó este martes de nuevo eclipsado durante la celebración oficial en Pekín de este 40 aniversario, que sirvió una vez más para ensalzar el poder del actual dirigente, Xi Jinping, y reafirmar la autoridad del Partido Comunista Chino (PCC).

El mandatario pronunció un discurso en el que realizó un repaso al ascenso fulgurante del país durante estas cuatro décadas pero recordó que ahora es el momento de "que todos los chinos se unan para avanzar en la reforma y la apertura en una nueva era" y "trabajar para conseguir alcanzar el sueño chino", el mismo eslogan que ha utilizado desde que se convirtió en la máxima autoridad del PCC en 2012.

En este país nadie duda del significado de esta retórica oficial y por si alguien lo hace, la agencia oficial Xinhua había titulado horas antes un larguísimo artículo de la siguiente manera: "Xi Jinping, el hombre que dirige la reforma de China hacia una nuera era", la suya.

Como rememoró el líder local, China ha pasado de representar un mero 1,8% del PIB mundial al 15,2%, creciendo una media del 9,5% anual, muy por encima del 2,9% de la tasa global.

Pero intentando disipar la aprehensión que ha creado este progreso en muchas naciones del orbe, Xi Jinping insistió que "no importa cuando se desarrolle China, nunca lo hará para conseguir la hegemonía" y volvió a defender el comercio global frente al proteccionismo que abandera la administración de Donald Trump.

El jefe de Estado dijo que en estas cuatro décadas China ha conseguido sacar de la pobreza a 740 millones de personas, un avance mayúsculo que Pekín coloca siempre en el apartado de sus logros en materia de derechos humanos, cuando se ve señalado por las críticas de Occidente en ese capítulo.

Las palabras de Xi Jinping no ofrecieron ninguna sorpresa y fueron más bien una readaptación de alocuciones precedentes. Como en otras muchas ocasiones volvió a lanzar un dardo velado hacia Taiwán al decir que las fuerzas armadas de la República Popular China "nunca permitirá que ni una pulgada del sagrado territorio nacional se separe de la madre patria" y aseguró que el ejército leal a Pekín "se ha convertido en una fuerza invencible".

Los expertos han indicado que esta intervención de Xi Jinping no deja de ser un acto simbólico y que la verdadera cita que podría tener una significativa incidencia en la política local es la reunión que celebrará esta misma semana de la llamada Conferencia Central de Trabajo Económico de China, donde se decide anualmente el futuro más inmediato en ese sector, que según especuló el diario China Daily puede incluir un recorte de impuestos y un incremento del gasto fiscal..

El diario Global Times reconoció en su editorial los enormes desafíos que enfrenta la nación asiática en los próximos años, especialmente ahora que su pugna abierta con EU por la primacía política a nivel global se ha convertido ya en un hecho irreversible.

"En 2018, la reforma y apertura de China experimentó uno de sus momento más complicados en años en términos de su entorno externo. Si Pekín no estuviera decidida a continuar con la apertura, podría haberse precipitado a movilizar el país para enfrentarse a Washington. En cambio, China sigue siendo paciente y resistente", escribió el matutino admitiendo la creciente disputa que libran ambos países.

La intervención de Xi Jinping se produjo coincidiendo con los llamamientos de varios y prominentes economistas chinos que han pedido públicamente que el gobierno acelere las reformas en sectores como el de la innovación tecnológica o la protección de la propiedad privada para intentar mantener la tasa de crecimiento, amenazada por la guerra comercial que mantiene China con EU.



Karla
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