Internacional - Economía

Desregulación de sector energético tiene un costo muy alto

2019-01-28

La AP comprobó que el gobierno promovió los cambios enfatizando, y a veces...

Por MATTHEW BROWN, AP

BILLINGS, Montana, EU (AP) — A medida que el gobierno de Donald Trump elimina muchas regulaciones del sector energético, las proyecciones del gobierno indican que el ahorro que harán las empresas tiene un alto costo: más muertes prematuras y enfermedades causadas por la contaminación del ambiente, un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y descarrilamientos más graves de trenes que transportan combustibles explosivos.

The Associated Press analizó 11 medidas de Trump y usó los estimados del propio gobierno para determinar hasta qué punto estas iniciativas beneficiarán a las empresas y causarán perjuicios a la sociedad.

La AP identificó ahorros de hasta 11,600 millones de dólares para las compañías que extraen, queman y transportan los combustibles fósiles. La industria podrá beneficiarse más todavía con miles de millones de dólares del congelamiento de requisitos de eficiencia que aumentarán el consumo de combustible en 300 millones de litros (79 millones de galones).

En el otro extremo, enterrado bajo miles de páginas de análisis, está el “costo social” de la eliminación de una cantidad de medidas. Incluidos:

--Hasta 1,400 muertes prematuras adicionales por año asociadas con la decisión de dejar sin efecto medidas para combatir la contaminación de las plantas de carbón;

--Un aumento en las emisiones de gases con efecto invernadero de mil millones de toneladas.

--Mayores riesgos de contaminación del agua derivados de la técnica de perforación hidráulica conocida como “fracking”.

--Menos medidas para prevenir derrames de petróleo en el mar.

Para Trump y sus partidarios, los cambios analizados por la AP son necesarios porque las severas restricciones que había podían impedir que el mandatario republicano cumpliese su objetivo de aumentar la producción energética del país. Los hallazgos de la AP, sin embargo, ponen de manifiesto la disposición del gobierno a anteponer las ganancias de las empresas a la seguridad y los efectos de la contaminación.

A FAVOR DE LA INDUSTRIA

La AP comprobó que el gobierno promovió los cambios enfatizando, y a veces exagerando, los beneficios económicos y minimizando los aspectos negativos.

Por ejemplo, al calcular los perjuicios que causarán las emisiones de gases de efecto invernadero de las plantas de carbón, el gobierno tomó en cuenta solo el impacto en Estados Unidos, no a nivel mundial. Eso redujo drásticamente los beneficios derivados de las restricciones de las emisiones y permitió al gobierno decir que las medidas tomadas por su predecesor Barack Obama ya no se justificaban, a juzgar por los costos de la industria del carbón.

En otro caso, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (conocida por sus siglas en inglés, EPA) quiere dejar de considerar los beneficios secundarios de controlar las emisiones de mercurio. En otras palabras, la reducción de otros contaminantes que evitarían hasta 11,000 muertes prematuras.

El mes pasado la AP reveló que el gobierno minimizó las ventajas de instalar mejores frenos en los trenes que transportan petróleo crudo y etanol. Funcionarios del Departamento del Transporte admitieron que calcularon mal los beneficios potenciales, por hasta 117 millones de dólares, porque no incluyeron las proyecciones de descarrilamientos futuros.

Las normas que están siendo eliminadas fueron impuestas mayormente bajo el gobierno de Obama en respuesta al cambio climático, un desastroso derrame de petróleo en la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México en el 2010, la producción de enormes cantidades de cenizas de carbón y las explosiones de trenes con combustibles.

GOBIERNO: RIESGOS MÍNIMOS

El gobierno de Trump aduce que los ahorros de las empresas son más grandes que el aumento de los riesgos.

“Admitimos que toda decisión política importante tiene consecuencias y que esas consecuencias pueden ser distintas”, declaró el secretario del interior interino David Bernhardt a la AP. “Pero creo que si uno mira la situación de una forma integral, lo que ve es que nuestra desregulación ha sido bastante protectora”.

En lo que respecta a las cenizas tóxicas del carbón, la seguridad en las perforaciones marinas y la contaminación de las refinerías, el gobierno dice que las empresas pueden ahorrarse cientos de millones de dólares sin correr casi riesgos, algo que ex funcionarios del gobierno y organizaciones ambientalistas cuestionan.

Para sectores de la industria del carbón, el levantamiento de algunas reglas es una cuestión de supervivencia ya que la demanda ha bajado mucho a medida que los servicios públicos optan por combustibles que no contaminan.

El impacto económico de las medidas de Obama en las industrias del petróleo y del gas fue relativamente menor comparado con sus ganancias, pero de todos modos se oponían vigorosamente a las restricciones por una cuestión de principios.

Hay quienes dicen que el impacto del levantamiento de muchas regulaciones en la salud pública y en el medio ambiente será peor de lo proyectado.

“Creo que no se entiende bien la cantidad de muertes que generarán estas políticas”, expresó Paul Billinas, de la Asociación Americana del Pulmón.

EL PROGRAMA DE OBAMA PARA EL CLIMA EN LA MIRA

Dos de las medidas que piensa eliminar Trump --un Plan de Energía Limpia que amenazaba con forzar el cierre de muchas plantes de carbón y un programa para reducir el consumo de combustibles de los autos-- eran un componente central de la política de Obama para combatir el cambio climático.

La eliminación del plan sobre energía le ahorrará a las empresas hasta 6,400 millones de dólares, según estimados de la EPA.

Ese ahorro vendrá acompañado de 61 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono adicionales cada año hacia el 2030. El gobierno estima que esas emisiones conllevan 3,200 millones de dólares en “costo social”, como daños por inundaciones y un costo más alto por el aire acondicionado.

Dado que los ahorros son mayores que los costos asociados con la contaminación, el gobierno dice que las medidas son justificadas. Pero para llegar a esa conclusión la EPA tomó en cuenta solo el costo social en Estados Unidos, no en todo el mundo, como se hizo durante el gobierno de Obama.

El gobierno de Trump también redujo el costo de la contaminación en relación con el mercurio emitido por las plantas de carbón.

Cuando se fijó la regla sobre el mercurio en el 2012, la EPA proyectó beneficios de hasta 90,000 millones de dólares, además de que se evitarían 11,000 muertes prematuras asociadas con otros contaminantes de plantas energéticas.

Ahora, la EPA dice que no se pueden considerar esos beneficios porque no están asociados directamente con las reducciones de mercurio. Los únicos beneficios que se deben tomar en cuenta, según ese departamento, son una mejoría en los coeficientes de inteligencia derivados de una menor exposición al mercurio, valuados en 6 millones de dólares anuales.

La Asociación Nacional de Minería había pedido el cambio. Su portavoz Cono Bernstein dijo que Obama empleó mal el concepto de beneficios vinculados con la contaminación secundaria para justificar sus medidas.

El impacto de las nuevas normas no está claro ya que los servicios públicos han invertido unos 18,000 millones de dólares en controles de la contaminación.

COMBUSTIBLES Y PERFORACIONES

Algunos expertos cuestionan el razonamiento del gobierno para relajar la norma sobre la economía de combustibles.

El gobierno afirma que suavizar los parámetros salvará mil vidas anualmente y la ahorrará al consumidor y a las compañías automotrices cientos de miles de millones de dólares en vehículos que consumen menos combustibles. Para llegar a esa conclusión, el gobierno redujo los estimados de cuántos vehículos comprará la gente.

Pero economistas de la Oficina Nacional de Investigación Económica, agrupación independiente, dicen que esa es una premisa falsa, dado que menos regulaciones harán que los vehículos sean más baratos y por lo tanto aumente la demanda. Los economistas aseguran que el gobierno usó argumentos engañosos para desestimar al menos 112,000 millones de dólares en potenciales beneficios para la sociedad, al tiempo que afirmaba falsamente que sus cambios salvarán muchas vidas.

“Cada cambio que hicieron tuvo por objetivo hacer que las normas (de Obama) parezcan más costosas y que su eliminación luzca mejor y más barata”, manifestó Jeff Alson, quien trabajó 40 años en un laboratorio de la EPA en Michigan.

En relación con las perforaciones marinas en busca de petróleo y de gas, el Departamento del Interior dice que un relajamiento de los requisitos les ahorrará a las empresas cientos de millones de dólares y que los riesgos en cuanto a seguridad y medio ambiente serán “insignificantes”.

Sin embargo, Lynn Scarlett, secretaria del interior interina bajo el gobierno de George W. Bush hijo, dijo que los cambios ignoran las conclusiones de una comisión del gobierno creada tras el derrame en el Golfo.

“Están eliminando un instrumento pensado para reducir los riesgos”, manifestó Scarlett. “El no tener esas protecciones aumentan los riesgos. Esas medidas pueden causar accidentes como el de Deepwater Horizon”.



regina

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