Incapacidad e Incompetencia

Dejar hacer, dejar pasar

2019-01-30

La negligencia y la incompetencia del gobierno se aprecia en los hechos con claridad y se confirma...

Por Juan Carlos Romero Hicks, Revista Siempre

¿En qué consiste la solidaridad que es parte integrante de un

Bien Común? En evitar los males evitables.

Carlos Castillo Peraza

El 18 de enero México fue testigo de una de las tragedias más grandes y que cobro un centenar de vidas en un solo día. Una tragedia que se pudo evitar y que marca de forma profunda la mal llamada cuarta transformación.

Los hechos que conocemos son que prácticamente a las 19 horas fue la explosión, que Pemex estaba enterado desde las 13:30 de la fuga, que a las 17 horas llegaron 25 militares a intentar disipar a los ciudadanos, sin resultados, y que ya son casi 100 personas fallecidas y 50 con heridas severas.

La negligencia y la incompetencia del gobierno se aprecia en los hechos con claridad y se confirma con las explicaciones y declaraciones que han dado. No estamos hablando solo de un accidente, estamos hablando de una omisión en varias instancias federales que tenían la obligación de actuar y no lo hicieron.

Desde incios del año el gobierno federal ha puesto el robo de combustible como el principal mal de nuestro país y, en consecuencia, han llevado a cabo una serie de acciones improvisadas para combatirlo; acciones que han afectado a la mayoría de los mexicanos y que no han demosatrado ser eficaces.

La intención es criminalizar a todas las personas que perdieron la vida en la explosión, pero es un juicio claramente injusto. Hidalgo, al igual que varios estados de la república, llevaba días de desabasto de gasolina, la fuga fue promovida en redes sociales por habitantes de la localidad diciendo que había “gasolina gratis” y las personas que asistieron no eran necesariamente criminales que se dedicaran al robo y comercio de combustible. En las más de 5 horas que pasaron entre la detección de la fuga y la explosión, cerca de 800 personas llegaron a buscar gasolina  y evidentemente no estamos hablando ni de criminales ni de una mafia, sino de ciudadanos afectados por el desabasto.

Hay errores inexcusables por omisión. Errores que se cometen por no tomar decisiones y por no actuar cuando se debe, y la tragedia de Tlahuelipan es un ejemplo de ello.

Los gobiernos pueden cometer errores al llevar a cabo acciones, un ejemplo claro son todos los daños colaterales y costos económicos que no calcularon al detener el abasto de combustible, pero hay errores inexcusables por omisión. Errores que se cometen por no tomar decisiones y por no actuar cuando se debe, y la tragedia de Tlahuelilpan es un ejemplo de ello.

No es aceptable que el Ejército diga que fue superado porque ni siquiera parece que hubo la intención real de alejar a la población de la fuga. Pasaron prácticamente dos horas entre la llegada de las primeras autoridades federales y la explosión. No es aceptable que no se pidieran refuerzos y que no se alejara a la población y se acordonara la zona. No es aceptable que bajo el argumento de dejar hacer y dejar pasar se perdieran vidas ante los ojos de las autoridades.

El fiscal ha dicho que tendrán que declarar tanto autoridades federales como militares, la Comisión Nacional de Derechos Humanos ya inició una investigación y la realidad se impone ante las opiniones: la tragedia se pudo evitar.
 



regina

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