Nacional - Política

El Gabinete de López Obrador tropieza con la transparencia

2019-02-13

Esteban Moctezuma, el secretario de Educación, es el hombre encargado de sepultar la...

Por LUIS PABLO BEAUREGARD, El País

México 13 FEB 2019 - 19:18    CST La transparencia ha dado dolores de cabeza a los secretarios del gabinete de Andrés Manuel López Obrador. En algo más de una semana, la polémica ha tocado a tres destacados ministros de un Gobierno vehementemente comprometido con el combate a la corrupción. El esfuerzo por transparentar los patrimonios de la alta burocracia ha revelado propiedades ocultas en Texas de los encargados de los ministerios de Gobernación (Interior) y Comunicaciones y Transportes. También ha matizado la trayectoria curricular del encargado de la Secretaría de Educación Pública, quien ha terminado por reconocer que no ha concluido la segunda licenciatura que presumía. Los expertos consideran que este es un buen ejercicio para arrojar luz sobre la Administración pública, que ha vivido en la opacidad en los últimos sexenios.

Esteban Moctezuma, el secretario de Educación, es el hombre encargado de sepultar la polémica reforma educativa aprobada en el Gobierno de Enrique Peña Nieto. El funcionario, quien tiene una maestría en Filosofía en Cambridge, ha sido uno de los más recientes afectados por la orden expresa de López Obrador de transparentar bienes y trayectorias en una plataforma pública accesible en Internet. El presidente había dado un ultimátum a sus colaboradores para hacerlo. El domingo, la currícula de Moctezuma, titulado en Economía, y quien también figuró en el gabinete del presidente priísta Ernesto Zedillo (1994-2000), fue rectificada con una nota: “preciso que estudié la carrera de Derecho y debo presentar unas materias faltantes para concluir”.

Un día después, el lunes, el diario Reforma publicó que Javier Jiménez Espriú, el ingeniero a cargo del ministerio de Comunicaciones y Transportes, había omitido incluir en su declaración patrimonial un departamento en Houston, Texas, que tendría un costo de 346,000 dólares (6,6 millones de pesos). El funcionario había dejado en blanco los espacios de propiedades y empresas en la declaración que hizo a finales de diciembre. Sin embargo, la revelación periodística lo obligó a dar explicaciones por el apartamento en Estados Unidos.

Jiménez Espriú explicó que el departamento, comprado por su esposa en 1992, fue donado a una sociedad mercantil creada en Estados Unidos en el que fungió como administrador. “De manera previa a mi regreso como funcionario público, las acciones de la sociedad que se encontraban a mi nombre pasaron a la titularidad de mi hijo, Javier Jiménez Gutiérrez”, justificó el secretario esta semana en un boletín de prensa. El funcionario asegura que la transferencia de acciones a su hijo, quien no pertenece a la Administración, lo exime de declarar la propiedad. Esto es disputado por expertos en transparencia. “Habría que contrastar si la autoridad recibió la notificación de que la empresa existe”, aseguró esta semana Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana (TM). El analista consideró que este tipo de donaciones en vida tendrían que reflejarse en formatos más exhaustivos de declaraciones patrimoniales, fiscales y de conflicto de interés. Estos serán la regla una vez que entre en acción el Sistema Nacional Anticorrupción, que está conformándose.

El caso de Jiménez Espriú fue el segundo en una semana. Reforma también reveló el 6 de febrero que Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, es propietaria de un penthouse que supera los 500,000 dólares en Houston, Texas. La secretaria, quien fue juez del Supremo durante 15 años, uno de los cargos públicos mejor pagados en México, se defendió diciendo que sí lo había declarado ante la Secretaría de la Función Pública (SFP), pero que no aparecía por estar en copropiedad junto a su esposo, el notario Eduardo García Villegas.

López Obrador ha dicho esta semana que la Ley de Austeridad Republicana, pendiente de ser votada en la Cámara de diputados, obliga a los servidores públicos a transparentar sus patrimonios, algo que antes no era un requisito para los funcionarios públicos. “Lo mismo se va a hacer con los funcionarios públicos que terminan su desempeño en un cargo y luego pasan a trabajar a las empresas relacionadas con el desempeño que tenían”, afirmó el mandatario este martes al sugerir una veda de una década para que un exfuncionario salte al sector privado.

Irma Eréndira Sandoval, la encargada de la SFP, dijo que el patrimonio de los 19 miembros del Gabinete ya está disponible a los ojos de los mexicanos. “De los tres Gobiernos anteriores somos los únicos que ha dado el 100% de publicidad total a los datos patrimoniales”, aseguró. Según Sandoval, ninguno de los secretarios de Peña Nieto lo hizo y en el de Felipe Calderón solo lo hicieron cuatro ministros, el 21% de la Administración 2006-2012. En el Gobierno del panista Vicente Fox, que logró derrotar al PRI, solo un funcionario hizo público su patrimonio.

Bohórquez consideró que el esfuerzo de la Administración de Morena es “una enorme diferencia” si se compara con lo que hizo el Gobierno de Peña Nieto por la transparencia. “Cuando el secretario de Agricultura hizo pública su declaración lo que tuvo como respuesta fue el rechazo del resto del Gabinete y una señal del presidente de que no había que moverse”, dijo el encargado de TM. “El contraste es claro aunque con la transparencia tropiezan los funcionarios de todos los colores y de todos los partidos políticos”.



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