Internacional - Política

Las 10 derrotas de Theresa May

2019-02-15

Por 303 votos en contra y 258 a favor, entre sonoras risotadas que reflejaron la...

Carlos Fresneda | El Mundo

Londres.- Theresa May recibió ayer una nueva flecha envenenada del ala dura de su partido en el Día de San Valentín. La 'premier' cosechó su décima derrota parlamentaria desde su llegada a Downing Street, a falta de 44 días para el Brexit y en una nueva muestra de las divisiones irreconciliables que amenazan con hacer saltar por los aires la posibilidad de un acuerdo y allanan el camino a la opción extrema del 'no deal'.

Por 303 votos en contra y 258 a favor, entre sonoras risotadas que reflejaron la esperpéntica situación, la Cámara de los Comunes rechazó la moción presentada por el Gobierno para reiterar el apoyo a la renegociación con la UE. May vio venir la derrota y se ausentó incluso en el momento de la votación, en contraste con la enérgica defensa de su vuelta a Bruselas de hace apenas dos semanas.

El trámite parlamentario se había convertido de pronto en una patata caliente, cuando el ala dura del Partido Conservador advirtió que el texto contenía una "trampa" y renovó su declaración de guerra contra la 'premier'. La moción pedía textualmente el respaldo a "la postura expresada por la Cámara el 29 de enero". Ese día no sólo se aprobó la renegociación con Bruselas, sino también una enmienda (aprobada por 318 votos a 310) presentada por la conservadora moderada Caroline Spelman y rechazando la posibilidad de "salir de la UE sin un acuerdo".

Los 'tories' rebeldes temían pues que dar el apoyo a la moción del Gobierno equivalía a renunciar implícitamente a la opción extrema del 'no deal' que ellos mismos defienden. Algunos de ellos votaron en contra, otros decidieron abstenerse. Los laboristas boicotearon también la moción por distintas razones y May perdió al final por 45 votos.

La primera lectura de la votación es que Westminster decide mantener sobre la mesa la amenaza del 'no deal'. La segunda lectura es que May ha vuelto a perder la mayoría parlamentaria con la que contaba hace apenas dos semanas y con la que confiaba persuadir a Bruselas, que sigue reclamando "claridad" a Londres para dejar atrás las brumas invernales y negociar un plan B con propuestas realistas y concretas sobre la "salvaguarda" irlandesa.

Para ahondar más en la confusión, la Cámara de los Comunes votó también abrumadoramente en contra (315 votos a 93) de una enmienda presentada por el Partido Nacionalista Escocés (SNP) para extender el Artículo 50 y demorar la salida de la UE en tres meses. La líder del SNP y ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, culpó de la derrota a los laboristas y les acusó de haberse convertido en "las comadronas del Brexit".

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, hizo su interpretación personal de la surrealista sesión parlamentaria. "La primera ministra ha de admitir que su estrategia para el Brexit ha fallado", declaró Corbyn, que la semana próxima viajará a Bruselas para entrevistarse con el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, que acogió positivamente la propuesta de permanencia en la unión aduanera del líder laborista, en contraste con la indefinición y falta del concreción del Gobierno de Theresa May en su supuesto plan B.

Por su parte, 40 diplomáticos británicos han escrito una carta abierta -publicada por 'The Times'- pidiendo la extensión del Artículos 50 al menos tres meses para dar más tiempo a las negociaciones, para clarificar la futura relación comercial con la UE y para permitir si hace falta la convocatoria de un segundo referéndum.

"No podemos dejar la UE cuando no existe claridad sobre cuál será nuestro destino", advierten los diplomáticos, entre ellos el artífice del Artículo 50 Lord John Kerr. "Lo que proponemos es un cambio de dirección, antes de que sea demasiado tarde".

El primer ministro holandés, Mark Rutte, considerado hasta ahora como uno de los mayores aliados de May dentro de la UE, calentó de antemano el debate advirtiendo que el "no acuerdo" tendría "un insuperable impacto económico" y advirtiendo que Reino Unido es "demasiado pequeño" para cabalgar en solitario en el mundo global. "Si de algo ha servido el caos del Brexit, ha sido para demostrar que el espléndido aislamiento no existe", declaró Rutte.



Jamileth
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