Internacional - Política

El chavismo solicita a la UE y la ONU una "lista de medicinas" después de negar la crisis humanitaria

2019-02-22

Una de las sorpresas preparadas en las horas previas fue abortada por los servicios de...

Por DANIEL LOZANO, El Mundo

El 'muro' revolucionario va ganando en altura y grosor con el paso de las horas. El cierre total de las fronteras con Brasil y las Antillas holandesas, además de la "evaluación" que Nicolás Maduro anunció para repetir cuando más le convenga la misma operación con Colombia, se ha unido al despliegue oficialista en torno a la guerra de los conciertos entre San Antonio, Ureña y Cúcuta. 

Una orden presidencial "hasta nuevo aviso", adelantó el 'hijo de Chávez', quien fortalece así su bloqueo para impedir la "avalancha humanitaria", que ha definido como un "show con cuatro 'gandolas' (trailers) de comida podrida y cancerígena que le sobraba al ejército de EU, y que ya ha provocado fallecidos en Cúcuta". Nada parecido, ni por asomo, se ha reportado en la ciudad colombiana.

"Ellos se creen Supermán, se creen que son Rambo versus el mundo. Nosotros somos Bolívar y Chávez, mil veces más corajudos que Rambo y Superman", se ufanó Maduro durante una visita a los generales que le apoyan en una visita al Comando Estratégico Operacional.

El gigantesco desafío contra la revolución, inédito en la Historia, llega a sus fechas clave. Hoy el Parlamento, con su presidente encargado al frente, multiplicará su voz a través del macroconcierto 'Venezuela Aid Live' para comenzar 24 horas después la "avalancha humanitaria". Las caravanas avanzarán con toneladas de medicamentos y suplementos alimenticios desde Colombia y Brasil por tierra y desde Curazao por mar. Al menos esa es la propuesta.

Guaidó comunicó que también cuentan con Puerto Cabello y La Guaira, dos puertos nacionales, para recibir las toneladas de ayuda, dirigidas en este primer envío a 250,000 enfermos graves en varios hospitales del país. Un barco que zarpó desde Puerto Rico el miércoles navega por el mar Caribe esperando su oportunidad con 250 toneladas de ayuda.

Los diputados también emprendieron ayer su viaje en dirección a Cúcuta, un viaje tormentoso de final desconocido, que incluyó incluso agresiones de guardias nacionales, bloqueos en la carretera y lanzamiento de gases lacrimógenos contra los parlamentarios.

Una de las sorpresas preparadas en las horas previas fue abortada por los servicios de inteligencia, confirmaron a EL MUNDO fuentes del equipo del presidente del Parlamento. La misma policía política que también ha hecho acto de presencia, a escondidas, en la ciudad fronteriza colombiana. No obstante, jugando siempre por adelantado, Guaidó llegó a Las Mesas, cerca de la frontera, y desde allí saludó a sus habitantes. "Táchira va a ser centro de lo que va a suceder en el país, tierra libertaria", adelanto el jefe del Parlamento.

Venezuela parecía ayer un volcán a punto de estallar a ritmo de 'cuatro', instrumento de cuerda de la música llanera capaz de estremecer los corazones criollos. Algo que tampoco sorprende, porque este país siempre parece a punto de ebullición, como confirmó una vez más la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV): "El deterioro de las condiciones de vida ha llevado al país a situaciones límites, sobre todo en áreas alimentarias y de salud. La Iglesia, en sus diversas instancias, ha pedido muchas veces la posibilidad de abrir un canal humanitario".

La iglesia encabeza una mayoría social, que no sólo se siente en las calles. La última encuesta de Hercon confirma que sólo el 13,2% de los venezolanos está dispuesto a defender a Maduro, frente al 79,8% que asegura lo haría con Guaidó. Sin apoyo popular, las trincheras tienen que ser más profundas.

En un acto de evidente desesperación política, la vicepresidenta Delcy Rodríguez se reunió ayer con una comisión europea del Grupo de Contacto, lo que aprovechó para pedir a la UE y a la ONU un "listado de medicamentos", lo que conlleva "asistencia técnico humanitaria", algo insólito cuando hasta hace unas horas la revolución negaba la existencia de la catástrofe humanitaria. En la reunión, el Gobierno de Maduro solicitó un préstamo de 2,000 millones para pagar la lista de medicamentos. "Espero que la UE cumpla en esta oportunidad", culminó Maduro.

Sea cual sea el resultado del desafío, la ayuda internacional ya no llegará a tiempo para el niño Víctor Pacheco, fallecido esta semana con sólo 13 años en el hospital J. M. De los Ríos, de Caracas. Su padre achacó su muerte a la falta de mantenimiento en hemodiálisis "y ya se han muerto tres niños en lo que va de año. Ya estamos cansados de esto, porque nadie nos hace caso".

Los cálculos de Médicos para la Salud es que al menos 1.557 personas murieron en los mayores hospitales de Venezuela por causas asociadas a faltas de insumos en los últimos tres meses. Otra 79 fallecieron durante los apagones eléctricos, tan frecuentes en el país sudamericano y que el gobierno achaca a los ataques de comandos terroristas, invisibles hasta ahora.

El desafío opositor ya ha conseguido saltar el primer muro revolucionario. Maduro encabezó ayer una retransmisión televisiva especial en la que se pudo presenciar la descarga de 7,5 toneladas de medicinas llegadas desde Rusia y dirigidas a tres hospitales del país, uno de ellos el Periférico de Catia. "¿Qué país dispone de un sistema de salud como Barrio Adentro?", se preguntó el mandatario, pese a las constantes quejas de los venezolanos ante el deterioro de los ambulatorios montados con Cuba.

El envío incluye paracetamol, ampicilina, dopamina, gentamicina e insumos para urgencias y operaciones, entre otros medicamentos, todos ellos víctimas de la ruleta "rusa" de los últimos años: pocas veces hay y casi nunca aparecen.

"El Gobierno de Donald Trump viola los derechos humanos cuando persigue las medicinas. Afortunadamente tenemos la ayuda de Naciones Unidas, Cuba, Rusia, China, Turquía, India y Palestina", destacó el jefe revolucionario ante los directores de los hospitales más importantes de la capital.

Con esta operación propagandística de última hora, el chavismo pretende mejorar el estado pésimo de los hospitales, tras la deriva de cinco años, además de mitigar la campaña opositora, ligada a la ayuda humanitaria. Maduro asegura que su Gobierno dispone del dinero suficiente para pagar todos estos envíos de los últimos días, pese a que ya debe miles de millones a empresas y empresarios extranjeros.



regina

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