Religión

Esclavos de la religión: investigaciones en Brasil exponen lado oscuro de los cultos

2019-02-23

“Ayúdame a salir de aquí, por favor”, fue el mensaje de texto que la...

Por Fabio Teixeira

RÍO DE JANEIRO (Thomson Reuters Foundation) - Después de cuatro años de silencio, Ronaldo Soares recibió un sorprendente mensaje de texto de su hija en diciembre.

“Ayúdame a salir de aquí, por favor”, fue el mensaje de texto que la joven de 19 años le envió desde un culto en Brasil, luego de haber robado un teléfono de otro miembro de la iglesia donde estaba cautiva trabajando como empleada doméstica.

“Quiero irme, papá. Quiero hablar contigo, pero no me dejan”, decía el texto de la hija de Soares, que siguió a su madre en 2014 para unirse a la Igreja Adventista Remanescente de Laodiceia, una comunidad religiosa con base en una finca en Brasilia.

Después de presentar un informe policial, Soares condujo 600 kilómetros hasta la granja, recuperó a su hija y regresó a casa.

La joven, que rechazó una solicitud de entrevista, es otra víctima de abuso en manos de un culto en Brasil, donde una serie de casos están siendo investigados por las autoridades y provocando un debate acerca de dónde terminan las prácticas religiosas y dónde comienza la esclavitud moderna.

Los funcionarios brasileños apuntan a la explotación laboral entre los cultos, y el año pasado encontraron a 565 presuntos esclavos vinculados a una iglesia, Igreja Cristã Traduzindo o Verbo, que estaban trabajando bajo su orden en granjas, fábricas y restaurantes en tres estados del país.

Los datos sobre la cantidad de personas esclavizadas o rescatadas de la esclavitud en los cultos brasileños son escasos, pero en algunos grupos abundan los trabajos forzados, según exmiembros, expertos en leyes y religión entrevistados por la Fundación Thomson Reuters.

Los seguidores de cultos que son explotados pero que no se ven a sí mismos como víctimas son el mayor obstáculo que enfrentan las autoridades cuando construyen casos, según los inspectores de trabajo y fiscales.

“Esta es una dificultad importante para detener las iniciativas criminales (de los cultos)”, dijo Marcelo Campos, un inspector de trabajo con sede en Minas Gerais, que ha investigado Traduzindo o Verbo durante años.

Traduzindo o Verbo negó que sus miembros fueran mantenidos como esclavos, mientras que Igreja Adventista Remanescente de Laodiceia no quiso hacer declaraciones. Otras dos iglesias acusadas de explotación, incluida una en Estados Unidos, negaron todas las acusaciones.

MANIPULACIÓN

En Brasil, la quinta nación más grande del mundo con 210 millones de personas, hay miles de denominaciones cristianas que ofrecen interpretaciones de la Biblia para todos los gustos.

Si bien algunas creencias pueden parecer inusuales, lo que separa a un culto de una religión legítima no es su conjunto de ideas sino el abuso de sus miembros, dijo Rick Alan Ross, director ejecutivo del Cult Education Institute, una organización estadounidense sin fines de lucro en Nueva Jersey.

“(La esclavitud moderna en los cultos a nivel mundial) existe mucho más de lo que imaginamos”, dijo Ross. “Es extraño, pero es cierto”.

“Se trata de aislamiento y control. Si puedes controlar lo que (las personas) leen, ven y escuchan, controlas su mente”.

Un famoso curandero brasileño, João Teixeira de Faria, fue acusado en diciembre de violación y agresión sexual luego de que cientos de mujeres denunciaran que abusaron de ellas mientras buscaban orientación espiritual o la cura a males psíquicos.

Faria, conocido como “Juan de Dios”, se convirtió en una celebridad después de que sus métodos de curación aparecieran en el programa de televisión de Oprah Winfrey en 2013 y atrajeran a miles de brasileños y extranjeros a su centro de fe en Abadiania, una ciudad en el estado de Goiás.

En el Ministério Evangélico Comunidade Rhema, un grupo religioso en Franco da Rocha, São Paulo, los seguidores fueron presionados a “abrirse” acerca de sus miedos y vergüenza, dijo Daniel, un exmiembro. “Usan tus miedos contra ti, si no haces lo que te dicen”, explicó, negándose a dar su nombre por temor a represalias.

Trabajó durante años por poco o nada de sueldo vendiendo pinturas en una tienda que era parcialmente propiedad de uno de los líderes de Rhema: un pastor.

ABUSOS FUERA DEL PAÍS

Rodrigo, otro exmiembro, también dijo que los empleados podrían pasar meses o años sin compensación en la tienda.

A más de dos décadas de su creación, Rhema ha enviado a varios jóvenes a la Word of Faith Fellowship (WFF), una iglesia con sede en Carolina del Norte, dijo la Oficina de Fiscales Laborales de Sao Paulo, que ha investigado el culto brasileño.

Rodrigo fue uno de ellos. No solo se esperaba que orara y estudiara, sino que era forzado a hacer un trabajo arduo en una fábrica de mármol.

“Una vez le dije a mi hermano que este trabajo no era adecuado para un humano”, dijo y agregó que fue castigado por quejarse.

Rodrigo se negó a dar su nombre real ya que toda su familia es parte de Rhema. Se fue cuando cumplió 18, hace cinco años.

La WFF negó las denuncias de trata y trabajo forzoso.

“Nadie está obligado a trabajar contra su voluntad”, dijo un abogado de la iglesia estadounidense en un correo electrónico.

“En 2018, un tribunal laboral brasileño en Sao Paulo examinó estas acusaciones o similares (contra Rhema). La iglesia brasileña (y, en consecuencia, la WFF) fue exonerada”, apuntó.

La Oficina de Investigaciones del Estado de Carolina del Norte está llevando a cabo una investigación a WFF y “ha tenido múltiples casos con ellos”, dijo el portavoz Gerald Thomas, sin proporcionar más detalles.

La Oficina del Fiscal Federal de Brasil dijo que Rhema aún está bajo una investigación criminal relacionada con la investigación de abuso laboral.

Un abogado de Rhema negó las reclamaciones de sus antiguos miembros. “Una persona que está siendo esclavizada no regresa a un lugar durante 15 o 20 años”, dijo Jonatas Granieri. “Esta (investigación federal) es una persecución que la Biblia ... (y) Jesús nos dijo que sucedería en los últimos días”.

¿VÍCTIMA O SEGUIDOR?

Días después de que Soares recuperara a su hija, la policía fue a la granja y encontró a dos mujeres encerradas en una casa. Rescataron a una, pero la otra dijo que era libre y se quedó allí.

“Estaba claramente intimidada ... Pero es mayor de edad y habló frente a la gente, así que no había nada que pudiéramos hacer”, dijo Vander Braga, el oficial de policía que dirigió la operación de rescate.

Un abogado de Igreja Adventista Remanescente de Laodiceia declinó hacer comentarios.

En los casos relacionados con la religión, es difícil para los fiscales argumentar sobre la distinción entre trabajo forzoso y voluntario, dijo el fiscal laboral Geraldo Emediato de Souza.

Souza está demandando a Traduzindo o Verbo en un caso civil por más de 50 millones de reales (13,5 millones de dólares) por supuestos abusos laborales en 2013, cuando los funcionarios identificaron a unos 150 trabajadores en condiciones de esclavitud en granjas vinculadas a la iglesia.

“Hemos tenido informes de abusos laborales en sus granjas desde el 2005”, dijo.

Durante la redada de varios días en Traduzindo o Verbo el año pasado que identificó a 565 personas en estado de esclavitud, ninguna de las supuestas víctimas solicitó ser rescatada, dijo un informe de inspectores de trabajo sobre la operación que involucró a unos 200 funcionarios del gobierno.

Un abogado de la iglesia, que ahora está bajo investigación por sospechas de mantener a sus seguidores en condiciones de esclavitud, destacó el hecho de que ninguno de sus miembros habló de abusos.

“¿No suena raro ... que entre todas las operaciones ... no se haya rescatado a ningún ‘esclavo’?”, dijo Raimundo Oliveira da Costa, abogado de Traduzindo o Verbo, quien se negó a comentar más sobre acusaciones específicas contra la iglesia.

Los inspectores dijeron que el trabajo para Traduzindo o Verbo no podía considerarse voluntario porque los líderes se estaban enriqueciendo con las labores realizadas por seguidores que se mantenían en la pobreza.

Un informe de los inspectores del trabajo sobre la redada del 2018 dijo que los pastores de la iglesia invitaron a personas pobres, incluso a adictos a las drogas en recuperación, a vivir en viviendas compartidas en diferentes lugares de Sao Paulo.

El informe encontró que esos seguidores fueron presionados para donar sus posesiones y trabajar para negocios vinculados a la iglesia.

En al menos 67 instancias, los miembros de Traduzindo o Verbo fueron despedidos oficialmente pero obligados a trabajar mientras recibían pagos por desempleo. Los investigadores dijeron que la estafa defraudó al sistema de seguridad social brasileño por unos de 240,000 reales (64.830 dólares).

CICATRICES QUE PERDURAN

Soares todavía no sabe cómo hablar con su hija sobre lo que sucedió en el culto. Por ahora, le da tiempo.

“Veo que ella no es normal, pero no quiero entrar en detalles”, dijo. “Estoy esperando justicia”.

Rodrigo todavía está enojado por el abuso que sufrió mientras crecía, como ser golpeado en el estómago hasta que vomitara “demonios”. Para él, esta situación era normal, algo que todos experimentaban.

Fue necesario conocer a personas ajenas al culto para darse cuenta de que su religión era abusiva, una narrativa común entre las diversas víctimas entrevistadas por la Fundación Thomson Reuters.

Rodrigo no odia a sus padres, los ve como víctimas. A veces desea poder volver atrás en el tiempo y regresar al culto, envalentonado por su perspectiva actual sobre esas prácticas.

“Desearía poder regresar allí (a Rhema) con el conocimiento que tengo hoy”.



JMRS

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