Cuentas Claras

Fobaproa nos ha costado millones

2019-02-25

Ahora, después de 24 años, en que se ha pagado a los bancos intereses por 800 mil...

Por Magdalena Galindo | Revista Siempre

Si hoy nos propusiéramos, emulando a Andrés Molina Enríquez, escribir sobre Los grandes problemas nacionales, sin duda tendríamos que incluir, en primerísimo lugar, la deuda pública, tanto interna como externa, que hoy alcanza dimensiones extraordinarias. La interna sumó, al término de 2018, nada menos que 7 billones (millones de millones) 36,273 millones de pesos; y la externa  202,355 millones de dólares.

Por supuesto, en el corto y largo plazo esa deuda, heredada del pasado, significa, por el enorme monto a que obliga el pago de intereses y amortizaciones, un peso muerto para la elaboración del presupuesto y, sobre todo, mantiene el riesgo de estallar la economía nacional en cualquier momento.

En esta nota, sin embargo, no voy a ocuparme de la deuda y sus peligros, sino del Instituto para la Protección de Ahorro Bancario (IPAP), o sea el antiguo Fobaproa, pues la semana pasada se publicaron algunos datos escandalosos. Como tú, querido lector recordarás, el mentado Fobaproa se creó en 1995, para enfrentar la crisis financiera que había estallado en 1994. Esa crisis surgió a partir de una extraordinaria fuga de capitales, que algunos atribuyeron a la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en enero de 1994. Sin embargo, la realidad es que la gran huida de capitales se inició, no en enero sino hasta después del 23 de marzo de ese año, cuando fue asesinado Luis Donaldo Colosio. En diciembre de ese turbulento año, llegó a la presidencia Ernesto Zedillo y a los pocos días reunió a grandes empresarios en Los Pinos para preguntarles su punto de vista sobre realizar una devaluación del peso. Como era de esperarse, a partir de esa reunión hubo una conversión masiva de pesos a dólares, con el fin de beneficiarse con la devaluación. A ese hecho se le calificó, principalmente por Carlos Salinas, como el error de diciembre, pues el resultado ineludible fue una macrodevaluación del peso.

Ahora, después de 24 años, en que se ha pagado a los bancos intereses por 800 mil millones de pesos, todavía se les adeudan 901,700 millones de pesos.

Otro efecto, también grave, de la depreciación de nuestra moneda fue la multiplicación de la deuda de millones de deudores en el país, que cayeron en la insolvencia, y en consecuencia, la cartera vencida de los bancos aumentó en tan gran medida, que puso en peligro de quiebra a los propios bancos. Para enfrentar esa quiebra, el gobierno de Zedillo emprendió un programa de salvamento. Se creó entonces el Fobaproa, pero de modo en realidad injustificable, no dedicó los fondos a salvar a los deudores, sino solo a los bancos. Así, con el pretexto absurdo de no fomentar “la cultura del no pago”, la operación consistió en comprar las carteras vencidas a los bancos, de modo que esas instituciones se deshicieron de esos créditos, mientras los deudores siguieron debiendo lo mismo, pero ahora al gobierno y no a los bancos.

El salvamento fue de magnitud enorme, y no en efectivo, sino en deuda del gobierno a favor de los bancos. Pues ahora, después de 24 años, en que se ha pagado puntualmente a los bancos, intereses por nada menos que 800 mil millones de pesos, todavía se les adeudan 901,700 millones de pesos. Y lo peor es que para pagar intereses y amortizaciones, el IPAP ha recurrido a la contratación de créditos o emisión de valores, de modo que hoy ese organismo tiene pasivos, es decir, deuda de diferentes tipos, por un billón (millón de millones) 32,288 millones.

¿No es en verdad escandaloso?



regina

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