Internacional - Política

Una lección de Historia espera a Trump y Kim Jong Un en Vietnam

2019-02-26

Cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, se reúna con el líder norcoreano,...

 

HANÓI, 26 Feb. (DPA/EP) - Cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, se reúna con el líder norcoreano, Kim Jong Un, este miércoles y jueves en Hanói, estrecharán sus manos en un país que otrora estuvo tan aislado como Corea del Norte.

Hace 50 años, Estados Unidos y lo que entonces era Vietnam del Norte se enfrentaron por la misma política de la Guerra Fría que dividió originalmente a Corea, con millones de soldados vietamitas del sur apoyados por Washington y del norte comunista luchando por el control.

Y como ocurre con Pyongyang hoy en día, los pósters de propaganda abundaban en las zonas comunistas mostrando a valientes soldados luchando contra el brutal y despiadado Estados Unidos.

En el Vietnam actual, los pósters propagandísticos han desaparecido. Mientras que el mismo Gobierno comunista de partido único que se enfrentó contra Estados Unidos sigue en el poder, tras haber destruido al antiguo régimen de Saigón aliado de Washington en 1975, Vietnam y Estados Unidos son amigos, con amplios lazos comerciales y una creciente alianza estratégica ya que ambos gobiernos temen las ambiciones territoriales chinas en el mar de China Meridional.

En un gesto lleno de simbolismo, Estados Unidos incluso transfirió a Vietnam el buque 'Morgenthau', que décadas antes participó en las operaciones de combate con los comunistas frente a la costa vietnamita.

VIETNAM NO SE OLVIDA DE SUS 'HERMANOS' NORCOREANOS

Pero mientras Vietnam está ayudando cada vez más a Estados Unidos a garantizar sus intereses en la región --el anterior secretario de Defensa James Mattis elogió a Hanói el año pasado por su embargo al carbón norcoreano-- no se ha olvidado por completo del país comunista hermano.

Durante la visita a Hanói el pasado mes de noviembre del ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong Ho, su homólogo vietnamita, Pham Binh Minh, ofreció compartir experiencia en materia de desarrollo con Corea del Norte, un país mucho más pobre.

Además, se ofreció a hacer "contribuciones prácticas al proceso de diálogo" entre Corea del Norte y Estados Unidos por la disputa nuclear como uno de los pocos países que tiene relativamente relaciones decentes con ambos países.

Para Corea del norte, Vietnam ofrece algunas ventajas prácticas para la cumbre. Como estado policial, prohíbe la disidencia incluso a un nivel más amplio que Singapur --donde se celebró la primera cumbre entre Trump y Kim el pasado junio-- virtualmente excluyendo la posibilidad de protestas no bienvenidas durante la visita.

Vietnam también tiene uno de los entornos más controlados por el Estado para la prensa, lo que hace más fácil que algunos detalles de la cumbre se mantengan en secreto.

La cita también podría ofrecer a Kim Jong Un una recepción formal de Estado, un tratamiento inusual para el líder paria, que solo ha recibido tales honores en China.

Aunque Kim se reunió con el presidente de Singapur, Lee Hsien Loong, durante la cumbre, ni él ni Trump recibieron la pompa de un banquete de Estado, como es costumbre en las visitas de Estado. Sin embargo, la visita de Kim a Hanói se espera que esté acompañada con las ceremonias que normalmente se dan a los líderes visitantes.

Por su parte, las visitas de presidentes estadounidenses a Vietnam se han convertido en algo normal. Desde que los dos países normalizaron relaciones en 1995, todos los mandatarios han visitado el país, incluido Trump que recibió una recepción de Estado en noviembre de 2017 tras la cumbre de la APEC en Da Nang.

Que tales visitas se hayan vuelto algo normal puede que no se le pase a Kim, si este sopesa si Corea del Norte puede llegar a experimentar algún día las mismas relaciones mejoradas con el mismo viejo enemigo.



regina

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