Internacional - Política

Venezuela impulsa aprobación de presidente colombiano Iván Duque...por ahora

2019-02-26

La campaña de Samper recibió dinero del Cartel de Cali, pero el político dijo...

Por Helen Murphy y Carlos Vargas, Reuters

BOGOTÁ (Reuters) - La dura posición del presidente colombiano Iván Duque sobre la crisis en la vecina Venezuela le ha ayudado a mejorar su aprobación desde mínimos históricos, pero mantener su popularidad y conseguir el aval de sus iniciativas en el Congreso puede resultar una meta difícil de alcanzar.

Desde que asumió el cargo en agosto con un índice de aprobación de un 50 por ciento, el exsenador de 42 años vio cómo su popularidad caía durante los primeros seis meses a medida que el Congreso atacaba su propuesta de reforma fiscal y los estudiantes llenaban las calles para protestar por la escasez de recursos financieros para la educación pública.

La aprobación de Duque alcanzó un mínimo del 27,2 por ciento en noviembre, según un sondeo de Invamer, incluso por debajo de los niveles de los expresidentes Ernesto Samper, acusado antes de asumir el cargo de financiar su campaña de 1994 con dinero del narcotráfico proveniente del Cartel de Cali, y de Andrés Pastrana, cuya promesa de buscar un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC en 1998 dividió a la nación.

La campaña de Samper recibió dinero del Cartel de Cali, pero el político dijo que nunca lo autorizó ni estuvo al tanto de las contribuciones, por lo que el Congreso lo exoneró.

Sin embargo, el fuerte respaldo público de Duque para destituir al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien califica como dictador, ayudó a favorecer su imagen en febrero a un 42,7 por ciento, según Invamer.

Maduro ha condenado la intromisión de los gobiernos extranjeros, especialmente los de Estados Unidos y Colombia, como un intento de derrocar al gobierno socialista.

Duque también recibió un impulso a su aprobación por el manejo que le dio a un ataque con un carro bomba por parte de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que dejó 22 cadetes muertos en una academia policial de Bogotá en enero.

Ahora, un Plan Nacional de Desarrollo para los próximos cuatro años por 355,000 millones de dólares -que busca sacar de la pobreza a 1,5 millones de colombianos, reducir la tasa de desempleo e impulsar el crecimiento económico- puede probar si Duque ya vivió lo peor o si le espera un camino más tortuoso.

“Este repunte del gobierno se debe a una situación bastante coyuntural, externa a él y si el gobierno no es capaz de demostrarle al país una agenda social concreta, un respeto por los derechos humanos, un respeto de las libertades individuales, es posible que la tendencia se revierta”, dijo el representante a la cámara del Partido Verde Inti Asprilla.

El plan de gobierno de Duque se ha vio obstaculizado por no tener una sólida mayoría legislativa y el frío apoyo de su propio partido Centro Democrático, mientras intentaba mostrar su independencia frente a su poderoso mentor político, el expresidente Álvaro Uribe.

En el centro de los problemas de Duque se encuentra su decisión de no entregar cargos ministeriales ni burocráticos a los partidos políticos y evitar dar prebendas a los congresistas a cambio de que lo apoyen y voten a favor de sus proyectos de ley.

El presidente prometió no otorgar cargos burocráticos ni partidas presupuestarias a los congresistas -una práctica conocida localmente como “mermelada”- a cambio de apoyo para la aprobación de leyes, algo que se hacía en administraciones anteriores para facilitar la gobernabilidad.

La falta de comunicación a sus iniciativas hizo que su propuesta de reforma fiscal favorable a los negocios fuera parcialmente aprobada en el Congreso a fines del año pasado en medio de críticas de su propio partido, mientras que sus proyectos de ley de reforma política y a la justicia fueron desechados en el legislativo.

GRANDES RETOS A FUTURO

Además, el mandatario decidió aplazar para el próximo año una reforma a las pensiones.

Y el Plan Nacional de Desarrollo ya comenzó a debilitarse. En respuesta a las críticas generalizadas, Duque desechó artículos que buscaban aumentar los precios de la energía para la clase media y subir los aportes de salud y pensión para los trabajadores independientes.

“El gobierno de Duque no ha hecho lo que uno esperaría, no ha tenido un buen comienzo”, dijo el senador de la coalición gobernante Armando Benedetti del Partido U. “El plan de desarrollo que se presentó fue una forma de introducir impuestos que afectan la clase media y baja”.

Muchos temen que el proyecto de ley sea destruido como la reforma fiscal.

“Duque ha sufrido problemas autoinfligidos, cometiendo error tras error. Tiene que atenuar sus ambiciones y evitar que el Congreso se vuelva contra él”, dijo Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, una consultora de riesgo político con sede en Bogotá.

Los partidarios de Duque dicen que sus primeros meses en el cargo han estado marcados por el costo inevitable de cambiar la forma de hacer política en Colombia.

“El inicio del gobierno del presidente Duque no ha sido sencillo y la razón fundamental es el nuevo estilo del ejecutivo, de no caer en la garras de la politiquería, en el soborno del cohecho, de negociar puestos o contratos para que acompañen las iniciativas del señor presidente y de sus ministros”, dijo el senador Jhon Milton Rodríguez.

“Eso obviamente es cambiar completamente el esquema y supone obviamente las necesarias dificultades a lo que tradicionalmente se tenía acostumbrado”, explicó el político del Partido Colombia Justa Libres, que forma parte de la coalición que apoya a Duque en el Congreso.

Si el líder socialista de Venezuela, Maduro, es expulsado en los próximos meses y la democracia regresa a la nación petrolera, Duque se beneficiará, pero no está bajo su control, dicen los analistas.

Las tropas leales a Maduro dispararon en la frontera balas de goma y gases lacrimógenos para impedir durante el fin de semana el ingreso de cientos de toneladas de ayuda humanitaria a Venezuela.

Aunque fracasó, Duque se mostró fuerte y resistente durante el esfuerzo, dicen los analistas. Pero si Maduro permanece firmemente en el cargo, Duque puede sufrir de nuevo.

Incluso con una aprobación más alta, Duque se enfrenta a un reto monumental. El éxodo masivo de migrantes que cruzan a Colombia por la crisis de Venezuela ejerce una gran presión a la economía y ha desatado una crisis humanitaria.

Limitado a un solo mandato de cuatro años, Duque tendrá que mantenerse en las encuestas y empezar a mostrar resultados rápidamente para evitar que la izquierda de línea dura gane en 2022 y ponga fin a una serie histórica de gobiernos de derecha, después de que Gustavo Petro se acercó como ningún otro líder de la oposición en la pasada elección presidencial.

“Los presidentes generalmente comienzan bien su primer período, pero Duque ha sido excepcionalmente malo”, dijo Diana Medina, analista de la consultora política Seguimiento y Estrategia. “Tiene un gran desafío por delante”.



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