¡Basta ya!

Venezuela: pronta liberación o colapso total

2019-03-03

Los venezolanos deseamos ver una España que inspire a Europa a tomar el camino de coraje y...

CARLOS LEÁÑEZ ARISTIMUÑO | El Mundo

Este miércoles, en las Cortes, Pedro Sánchez describía, datos en mano, el horror de la tiranía chavista. Además, indicaba con tino que con ella, totalmente animada de mala fe, no se puede ya dialogar. Pero concluía con un "rechazo a cualquier solución no pacífica y en especial a cualquier intervención militar exterior en Venezuela". Es decir, a los venezolanos nos están matando y debemos dejar que nos maten. No podemos rasguñar ni pedir ayuda de amigos que rasguñen. Debemos ir como corderitos al matadero hasta que la magnitud de la tragedia sea tan exorbitante -porque a ello llegará- que conmueva los corazones de la progresía y de las bellas almas del mundo. ¡Por favor! El desalojo de Maduro urge más que nunca y no será con pétalos de rosa.

La combinación de las medidas de preservación de los activos venezolanos en el exterior -las llamadas sanciones- y el que Maduro no abandone el poder que ejerce sobre el Estado generarán en pocas semanas una casi total imposibilidad de importar y producir bienes en Venezuela. No se trata ya simplemente de los resultados calamitosos de la gestión chavista, generadora de la crisis humanitaria actual. Se trata de algo peor: un colapso total. Para restablecer los flujos necesarios a la vida de los venezolanos, entorpecidos cada día más, la salida de Maduro del poder en muy pocas semanas es imperativa. Y, dada la naturaleza criminal y psicopática de la camarilla chavista, ello no será posible sin una amenaza absolutamente creíble de aplicación de fuerza que la haga huir o, de ser necesaria, una efectiva aplicación de fuerza que la desaloje.

En nada ayuda Sánchez. Ni a Venezuela ni a España. No calibra el drama humano -que arrastrará a 160,000 españoles residentes- de lo que viene si no se actúa rápido, no sopesa el presidente que la Venezuela chavista es una amenaza para el mundo: un nido de mafias, narcotráfico, guerrillas, militarismo, colectivismo. Un nido que ignora por completo las palabras derecho y moral y está totalmente alineado en una coalición antioccidental cuyos objetivos no estimo coincidentes con la libertad ni el Estado de derecho que animan a la democracia española.

Cuando se trata de asuntos esenciales como la vida y la libertad, no hay nacionalidad que valga. Y tampoco vale escatimar los medios: todas las opciones deben permanecer sobre la mesa. Los verdaderos amigos nada descartan a la hora de ayudar a salvar los fundamentos. Y sin los amigos ya no podemos.

Los venezolanos deseamos ver una España que inspire a Europa a tomar el camino de coraje y determinación necesario para hacer frente a un colectivismo esclavista sin escrúpulos. No tarden.



JMRS
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