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Maduro insiste en que la crisis eléctrica se debe a un sabotaje y asegura que se hará justicia

2019-03-13

Aunque no concretó cuándo se restablecerá el servicio, que se reanudó...

Francesco Manetto y Javier Lafuente | El País

Caracas.- Nicolás Maduro insiste en que la gravísima crisis eléctrica que golpea Venezuela desde el pasado jueves se debe a un sabotaje alentado por la oposición. El mandatario prometió justicia y habló de los supuestos autores intelectuales del apagón, que calificó de "golpe electromagnético". “Solo a través de la justicia consolidaremos la paz, solo a través de la justicia habrá paz en Venezuela. Y creo que ha llegado la hora de la justicia. Justicia contra el responsable de este criminal ataque contra el sistema eléctrico venezolano. Sus responsables internos”, enfatizó la noche de este lunes desde el Palacio de Miraflores.

Aunque no concretó cuándo se restablecerá el servicio, que se reanudó parcialmente a partir del domingo, se mostró convencido de que "en los próximos días" ganará la que considera una batalla contra la injerencia de Estados Unidos.  En este contexto, llamó a la "resistencia activa" a las organizaciones de base del chavismo, incluidas las fuerzas de choque conocidas como colectivos. Maduro informó de que ya hay dos detenidos por lo sucedido y apuntó al Parlamento, presidido por Juan Guaidó. “Ha habido un grave crimen de traición a la patria, se ha intentado este ataque para generar un estado de desesperación, de necesidad general, de enfrentamiento entre venezolanos y justificar desde la Asamblea Nacional oligárquica, opositora, un llamado a una intervención militar norteamericana y a una ocupación a nuestro país", dijo.

Se refería a la posibilidad de que la Cámara, que por la mañana declaró el "estado de alarma en todo el territorio nacional", aplique el artículo 187 de la Constitución. Se trataría de una fórmula para abrir la puerta a la solicitud de una intervención internacional, ya que uno de sus puntos autoriza “el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país”. El protagonismo de Estados Unidos en esta crisis ha contribuido a alimentar desde su comienzo ese fantasma y ha dado también un argumento al régimen, que se empeña en culpar a la Administración de Donald Trump de todos los reveses del país.

La emergencia, después de cuatro días de apagón, interrupciones de los transportes y cierre de los comercios, disparó la tensión social. En medio del pulso entre el chavismo —que atribuye la falta de electricidad a un sabotaje de Estados Unidos— y la oposición —que responsabiliza al sucesor de Hugo Chávez y su gestión—, millones de venezolanos se preocupan por lo urgente: a la escasez de alimentos, agravada por la situación, se añadió este lunes una preocupante falta de agua. El caos propició en Caracas varios saqueos e intentos de asaltos. Ante la desesperación, decenas de personas se abastecieron con agua del contaminado río Guaire.

En este contexto, Guaidó solicitó al poder legislativo declarar la alerta, “como modalidad del estado de excepción”, e impartió órdenes a las fuerzas armadas y de seguridad, que pese a cientos de deserciones siguen mayoritariamente fieles a Maduro. Les exigió que no repriman las protestas de los ciudadanos y que protejan las instalaciones de la red eléctrica. El presidente de la Asamblea también instruyó a sus representantes en el extranjero para que busquen cooperación internacional y reclamó la colaboración de los funcionarios del Estado. Guaidó, reconocido como mandatario interino del país sudamericano por más de cincuenta países, trata de demostrar la utilidad de las iniciativas de la oposición. No obstante, sus consecuencias no dejan de ser eminentemente simbólicas, ya que Maduro mantiene las riendas de los resortes de la Administración.

Guaidó también convocó ayer nuevas manifestaciones por todo el país para hoy, con la intención de mantener en las calles el pulso al Gobierno chavista. “Mañana [por hoy], a las tres de la tarde [ocho en la España peninsular], toda Venezuela a las calles”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional. “No hay normalidad en Venezuela y nosotros no vamos a permitir que se normalice la tragedia”, sostuvo en referencia a la crisis sin precedentes que sufre el país. “Por eso, el decreto”, sentenció.

La ONU envía una delegación a Caracas

Una misión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se encuentra desde este fin de semana en Venezuela con el fin de mantener reuniones con diferentes actores del país, entre ellos representantes del Gobierno de Nicolás Maduro y la directiva del Parlamento, encabezada por Juan Guaidó, informa Efe. Este lunes se reunió con el canciller, Jorge Arreaza.

Según un comunicado de la ONU, la misión oficial “se lleva a cabo para tener la certeza de que la alta comisionada [Michelle Bachelet] obtendría acceso irrestricto a todas las personas y a todos los lugares que quisiera visitar, en aras a obtener una visión nítida de la situación de los derechos humanos en el país”.



Jamileth

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