Internacional - Seguridad y Justicia

El paralelismo entre el atentado de Nueva Zelanda y la masacre de Utoya

2019-03-15

Uno de los tres atacantes detenidos hoy por la policía neozelandesa habría tenido...

María Fluxá | El Mundo

El mismo objetivo político, un manifiesto detallado y decenas de víctimas mortales. Son demasiadas similitudes entre el atentando de este viernes en Nueva Zelanda y el perpetrado por el terrorista de extrema derecha Anders Breivik en Noruega, en julio de 2011, para ser pura coincidencia.

De hecho, uno de los tres atacantes detenidos hoy por la policía neozelandesa habría tenido contacto con el asesino de Utøya, quien ahora se hace llamar Fjotolf Hansen. Según informa el diario noruego VG, que ha tenido acceso al manifiesto de más de 70 páginas, el terrorista australiano Breton Tarrant asume, tal y como hizo Breivik en su manifiesto, la responsabilidad total del atentado para detener la islamización de Occidente y sugiere haber tenido contacto con el noruego, además de haberse inspirado en él.

Sostiene el australiano haber recibido una bendición de los Caballeros Templarios Resucitados, la llamada orden del caballero del templo secreto de la que Anders Breivik dijo ser comandante en su lucha contra "el marxismo y el Islam", si bien nada ha sido confirmado oficialmente. "Tuve un breve contacto con el caballero Breivik y recibí una bendición para mi misión después de contactar a sus caballeros", escribe Tarrant según el diario noruego.

Breivik (32 años) cumple 21 años de prisión prorrogables tras ser declarado culpable por los atentados del distrito gubernamental de Oslo y la isla de Utøya, que dejaron 77 víctimas mortales y más de 300 heridos, en la cárcel de alta seguridad de Skien. Breivik mantiene una prolífica correspondencia desde la prisión, actividad que fue temporalmente suspendida en 2015 tras conocerse su intención de formar un "partido fascista", y que las autoridades consideraron como un "movimiento que incluye la violencia extrema y el terror como instrumento".

La conexión de Breivik con Nueva Zelanda

Así, en 2016, el terrorista denunció al Estado noruego por "trato inhumano y degradante", a causa de su régimen de aislamiento, así como "la violación de su vida personal y familiar" por la censura de sus misivas, cargos finalmente desestimados por un tribunal de apelación noruego, así como por la Corte de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Por el momento, los servicios penitenciarios noruegos no han confirmado si existió correspondencia entre ambos terroristas de extrema derecha. "Registramos qué presos envían correos y reciben correos, pero esa información es confidencial. Si la policía solicita acceso, dicha consulta será considerada", explicó Atle Syvertsen, el asesor principal de la Dirección de Servicios Penales de Noruega, a la agencia NTB.

Por su parte, el abogado de Breivik, Øystein Storrvik, descarta que haya existido cualquier contacto. "Tiene un contacto muy limitado con el mundo exterior, por lo que parece poco probable", afirmó a VG.

No obstante, prosigue el diario, sí existe una relación entre Breivik y Nueva Zelanda. El país aparecía 14 veces en su manifiesto, tildado principalmente como un lugar al que "los marxistas culturales" pueden escapar. Y ya en 2011, el terrorista envió un email al blogero islamofóbico Peder Are Nøstvold Jensen, en el que explicaba haber recopilado unos 5,000 contactos de Facebook, algunos de los cuales se localizaban en Nueva Zelanda y Australia.

Por su parte, la primera ministra noruega, Erna Solberg, ha evocado tras el atentado contra las mezquitas en Nueva Zelanda los atentados de Breivik. "Desafortunadamente, se asocia a una situación en Noruega, que es una de las peores de nuestro tiempo", dijo. Además, la policía ha reforzado la seguridad de las mezquitas de Oslo y Bergen, informa la televisión pública NRK.

Vengar a la pequeña Ebba

Del mismo modo que Breivik atacó la sede del Gobierno nacional y la isla donde las juventudes laboristas celebran su tradicional campamento de verano por considerar que el Partido del Trabajo estaba permitiendo la islamización de Noruega, el supuesto responsable de los ataques en Nueva Zelanda, según el manifiesto, llevó a cabo sus atentados como venganza contra los "invasores de Europa".

En él expresa su preocupación por el aumento de la inmigración, la mezcla racial y la caída de las tasas de natalidad entre los occidentales y se justifica por las víctimas de atentados en Europa. Menciona en varias ocasiones a Ebba Åkerlund, la niña de 11 años que falleció en el atentado terrorista de Estocolmo en 2017, cuando un camión arrolló a los viandantes de céntrica calle peatonal. "Me parece extremadamente trágico que el nombre de Ebba se esté usando mal en la propaganda política", ha sido único el comentario de su madre, Jeanette Åkerlund, a Expressen.



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