Internacional - Seguridad y Justicia

Tienda en Christchurch vendió armas al atacante de mezquitas

2019-03-18

En una conferencia de prensa, David Tipple, propietario de Gun City, dijo que su negocio le...

Por JULIET WILLIAMS, STEPHEN WRIGHT y KRISTEN GELINEAU

CHRISTCHURCH, Nueva Zelanda (AP) — Una tienda en Christchurch reconoció el lunes haberle vendido armas al supremacista blanco acusado de matar a 50 personas en una masacre en dos mezquitas que ha afectado la reputación de Nueva Zelanda de ser uno de los países más tolerantes y seguros del mundo.

En una conferencia de prensa, David Tipple, propietario de Gun City, dijo que su negocio le vendió cuatro armas y municiones a Brenton Harrison Tarrant, de 28 años, a través de un “proceso de pedido por correo en línea verificado por la policía”.

La tienda “no detectó nada extraordinarios” sobre la compra, dijo.

Dijo que ninguna de las armas era semiautomática de estilo militar.

La primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern, que ha exhortado a endurecer las leyes de armas, ha dicho que el agresor utilizó cinco armas de fuego, dos de ellas semiautomáticas, que fueron adquiridas con una licencia ordinaria y modificadas.

Se desconoce si alguna de las armas que Tarrant adquirió de Gun City fue utilizada en las balaceras del viernes.

“El personal y yo estamos consternados e indignados con lo sucedido el pasado viernes por la tarde”, dijo Tipple. “No podemos comprender como se pudieron cometer actos tan despreciables en contra de aquellos que rezaban en un lugar de culto”

Tipple declaró que no se siente responsable de la tragedia y se negó a señalar si cree que deban cambiarse las leyes de posesión de armas en Nueva Zelanda, insistiendo en que no es momento para sostener un debate sobre el tema.

“Este hombre escribió en su manifiesto que el objetivo de utilizar un arma de fuego era dividirnos”, señaló Tipple. “Si le permitimos cambiar nuestra ideología, nuestro comportamiento, ya ganó”.

Su tienda ha sido criticada por no cancelar un anuncio junto a un camino en el que aparece un padre ayudando a niños a practicar tiro al blanco con un fusil.

Tres días después del ataque, el más letal en la historia moderna de Nueva Zelanda, los parientes aguardaban ansiosamente información sobre cuándo podrán enterrar a sus familiares. La tradición islámica pide que los cadáveres sean limpiados y sepultados lo más pronto posible después de su muerte, normalmente en un plazo de 24 horas.

Aya Al-Umari, cuyo hermano mayor Hussien Al-Umari falleció en la mezquita Al Noor, lloraba mientras decía que él era un hombre bueno, un hermano mayor ejemplar al que le encantaba hacerle bromas a su hermana menor.

La familia aún aguardaba el lunes la entrega del cuerpo de Hussien. Han tratado de ser pacientes, y entienden que la policía tiene trabajo por realizar, pero les está cansando la falta de información.

“Es muy desconcertante no saber qué está pasando... si tan sólo me dijeran... ¿Aún está en la mezquita? ¿Está en un refrigerador? ¿Dónde está?”, afirmó Aya. “Entiendo que la policía tiene que hacer su trabajo porque es una escena del delito, pero es necesario comunicarse con las familias”.

Ardern ha dicho que las autoridades prevén entregar todos los cuerpos para el miércoles, y el jefe policial Mike Bush dijo que trabajan con patólogos y forenses para completar la labor lo más rápido posible.

Tarrant, un australiano radicado en Nueva Zelanda, fue presentado en la corte el sábado en medio de estrictas medidas de seguridad, esposado y vestido de blanco.

El periódico The New Zealand Herald reportó el lunes que Tarrant despidió al abogado que le asignó la corte y planea defenderse a sí mismo.

Miles de personas rindieron honores el domingo en altares improvisados a las 50 personas asesinadas.

Cientos de flores se acumularon alrededor de veladoras, globos y notas de amor y dolor afuera de la mezquita Al Noor y los jardines botánicos de la ciudad. Bajo una ligera llovizna, los presentes se abrazaron y lloraron en silencio.



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