Nacional - Finanzas

El 'tigre' no saltó con los banqueros; me sentí muy cómodo: López Obrador

2019-03-22

El discurso que ofreció López Obrador a los banqueros por casi 40 minutos, primero...

 

Jeanette Leyva | El Financiero

Acapulco.- Andrés Manuel López Obrador regresó este viernes con los banqueros al puerto de Acapulco como presidente de México, acudió a clausurar la 82 Convención Bancaria y al final del evento salió sonriente y dijo haberse sentido “muy cómodo”, todos se acordaron del 'tigre' pero esta vez no saltó.

-Presidente, ¿cómo se sintió? - se le preguntó al término del evento

-¡Muy bien, muy cómodo! – respondió mientras se despedía con abrazo de Luis Niño de Rivera, el presidente entrante de la Asociación de Bancos de México (ABM).

-¿No saltó el tigre esta vez? – se le cuestionó antes de subirse a una camioneta negra tipo Suburban .

- No. ¿Te acuerdas? – respondió con risas .

El año pasado, el entonces candidato a la Presidencia acudió a la convención y en su participación señaló que él respetaría el resultado de la elección pero si había fraude electoral advirtió “a ver quién va a amarrar al 'tigre'. El que suelte al 'tigre' que lo amarre, ya no voy a estar yo deteniendo a la gente”.

El presidente asistió a su cita con los banqueros con puntualidad inglesa, llegó acompañado de Alfonso Romo, su jefe de oficina, y también de Marcos Martínez, presidente saliente de la Asociación de Bancos de México (ABM), y del gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo.

El recibimiento de los asistentes fue cálido, pero no fue necesario usar el “aplausómetro”.

El discurso que ofreció López Obrador a los banqueros por casi 40 minutos, primero generó murmullos y después dos aplausos.

El presidente declaró que su Gobierno representa un cambio de paradigma que implica un nuevo modelo económico que se llama posneoliberalismo. La reacción de los banqueros fue comentada entre murmullos, pero continuaron escuchando con atención el mensaje presidencial.

Pero minutos después, la ratificación del compromiso del nuevo gobierno por respetar la autonomía de Banco de México (Banxico) y de mantener las finanzas sanas arrancó el primer aplauso de la tarde.

El segundo vino cuando el presidente aseguró que no se propondrá ninguna ley o regulación en el tema de comisiones, “fue un compromiso que hicimos y lo vamos a cumplir porque los compromisos se cumplen".

Los banqueros degustaron con el presidente un menú integrado por ceviche peruano, trancha de atún en salsa de mole verde alcaparrado y betabeles mixtos. El postre fue un bocado de chilate y queso con salsa de avellanas y canela. Tras la comida, vino la ceremonia de cambio de mando en la ABM.

El encargado de iniciar los trabajos de la clausura de la convención fue Astudillo, quien recordó que López Obrador estuvo en la convención el año pasado, para ser exactos, el 9 de marzo de 2018, “estuvo aquí y hoy finalmente participa ya como presidente, y ya hay avances importantes".

Le siguió el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHPC), Carlos Urzúa, quien frente a los banqueros hizo énfasis en que se debe invertir en infraestructura para poder lograr un crecimiento económico de 4 por ciento, la meta que se ha fijado el presidente.

El 'tigre' solo estuvo presente en el discurso de Marcos Martínez, presidente saliente de la ABM, cuando le dio la bienvenida a su sucesor.

“A Luis Niño de Rivera, mi colega que está a punto de, no digo de ganarte el 'tigre' porque sonaría muy raro en esta Convención, pero bienvenido”, expresó al tiempo que los asistentes se reían.

El presidente fue el encargado de entregar el mazo de cambio de mando en la ABM a Niño de Rivera. Hubo abrazos y un aplauso generalizado de la audiencia que sonó a confianza en el nuevo Gobierno.

López Obrador prometió que el próximo año asistirá a la Convención Bancaria para informarles que la economía está mejor y entregar un premio al banco que haya cobrado las más bajas comisiones por remesas.

El Himno Nacional fue el encargado de cerrar los trabajos de la convención, pero varios banqueros salieron del salón en ese momento, por lo que se desocupó rápido y en los pasillos del hotel Princess no había mayores comentarios sobre el discurso del presidente.

Tampoco hubo tiempo para selfies, el presidente salió por un estacionamiento alejado del lobby del hotel, donde le esperaba Romo, el gobernador guerrerense y personal que sostenía con sus manos unas charolas con unas toallas para secar el sudor.



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