Como Anillo al Dedo

Cuarenta años de paz fría entre Egipto e Israel

2019-03-26

40 años, ofensivas, Intifadas, atentados, una Primavera Árabe y ataque contra la...

Sal Emergui | El Mundo

Las sonrisas rompen el solemne hielo propio del histórico momento. Como si temiera un arrepentimiento de última hora de sus ilustres invitados, el presidente estadounidense Jimmy Carter blinda y prolonga el saludo de los líderes de dos enemigos agotados por 31 años de guerras y amenazas. El presidente egipcio, Anwar Sadat y el primer ministro israelí, Menajem Beguin, parecen aliviados porque saben que la negociación estuvo al borde del fracaso y nerviosos porque entienden que la firma no garantiza la paz. La primera que rubrica un país árabe con el Estado judío.

40 años, ofensivas, Intifadas, atentados, una Primavera Árabe y ataque contra la embajada israelí en El Cairo después, la firma sigue vigente aunque la tinta del entusiasmo se ha secado. La alianza estratégica entre Israel y Egipto es mejor que la que desearían los Hermanos Musulmanes en la tierra de los faraones pero peor de lo soñado en la ceremonia de la Casa Blanca. El presidente egipcio Abdelfatah Al Sisi y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu conversan periódicamente y sus servicios de Inteligencia cooperan ante un enemigo común (terrorismo yihadista) en el Sinaí. El enorme territorio que Israel ocupó en la guerra del 67 y evacuó tras el tratado.

"El vaso medio lleno es que el acuerdo cambió estratégicamente la región ya que la última guerra convencional se remonta a la del 73. El vaso medio vacío es que es una paz congelada ya que en la opinión pública egipcia persiste una fuerte hostilidad hacia Israel", comenta el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Arie M. Kacowicz. Según afirma a EL MUNDO, "la paz no será más profunda y no habrá una normalización de las relaciones sin una solución que lleve a la creación de un Estado palestino o algo parecido".

Mientras todos los primeros ministros israelíes han visitado Egipto, solo Hosni Mubarak estuvo en Israel y de forma privada para asistir al funeral de Isaac Rabin. Una anécdota es más esclarecedora que cualquier dato. Kacowicz la cuenta: "En mis clases de verano en Georgetown, he tenido alumnos palestinos, jordanos, cataríes y egipcios. Los que expresan mayor hostilidad hacia mí por ser israelí son los egipcios".

Con motivo del 40 aniversario, se revelan documentos que ponen el foco en la relación entre los dos firmantes del histórico tratado. "Querido primer ministro, señor Beguin. Le escribo bajo la plena conciencia sobre la responsabilidad histórica que los dos compartimos hacia nuestros pueblos que nos dieron el mandato necesario para construir un camino estable a la paz", escribe Sadat recordando la "obligación" conjunta de buscar la paz en una misiva fechada el 30 de noviembre del 78.

"Estamos dispuestos y preparados a tener relaciones normales con ustedes como las que mantienen buenos vecinos", prosigue, a lo que Beguin le contesta con otra carta: "Nosotros también creemos en la concordia e igualdad entre naciones".

"La vida en colaboración con vuestros vecinos árabes empieza con la colaboración con los palestinos (...) En Camp David llegamos a un acuerdo sobre la fórmula que en nuestra opinión puede traer una justa solución a la cuestión palestina", escribió Sadat sobre el plan de la autonomía. Beguin le respondió evocando "las buenas y difíciles horas" que compartieron en Jerusalén y su "fe inapelable en el derecho de mi pueblo de volver a la tierra de nuestros antepasados y vivir junto a nuestros vecinos árabes en paz".

Las misivas llegan después de la visita de Sadat a Israel que rompió las barreras psicológicas construidas con sangre. En un discurso histórico en la Knésset, Sadat reivindicó la necesidad de un acuerdo ante unos diputados incrédulos en ver el líder árabe de la guerra del 73 en el atril de Jerusalén. Antes, fue clave la reunión secreta en Marruecos entre el ministro de Exteriores israelí Moshé Dayan y el viceprimer ministro egipcio, Hassan Tuhami.

¿Por qué Sadat se mostró tan entusiasmado con un acuerdo que le llevó a Jerusalén, Camp David y la Casa Blanca? Los graves problemas económicos y la necesidad de ayuda estadounidense, por ejemplo. "Sadat era un genio político. Cuando impulsó la guerra de Kipur en octubre del 73, no quería llegar a Beer Sheva sino matar israelíes y provocar que se llegue a un acuerdo bajo shock. La guerra acabó en empate. El proceso no empieza con la visita de Sadat en el 77 sino en el 73", opina Kacowicz.

Bajo presiones en cada bando y las heridas del pasado, los negociadores casi se rindieron debido a la voluntad inicial de Beguin mantener sus bases y asentamientos en el Sinaí y la de Sadat de incluir una solución definitiva al conflicto palestino.

"Carter encerró a las dos delegaciones 13 días en Camp David. En una reunión inicial, Beguin y Sadat se llevaban tan mal que Carter les dijo que la próxima vez sería para cerrar el acuerdo", recuerda Kacowicz.

La revolución islámica en febrero del 79 en Irán les acabó de convencer. Dos políticos convertidos en estadistas que más allá de la calvicie compartieron la misma sentencia: "Es preferible la paz con todas sus dificultades a la alternativa". FIN

Las claves

Quién

Bajo el amparo del presidente estadounidense, Jimmy Carter, el presidente de Egipto, Anwar Sadat y el primer ministro israelí Menajem Beguin firman en la Casa Blanca la paz que sigue vigente 40 años después.

Qué

Israel se retira del Sinaí que había ocupado en la guerra del 67 a cambio del reconocimiento y relaciones con su mayor enemigo desde la independencia en el 48. Se acuerda la desmilitarización parcial del Sinaí.

Magnicidio

Tras lanzar la guerra contra Israel en 1973, Sadat visitó Jerusalén en 1977 y, pese a la fuerte oposición egipcia y árabe, firmó la paz en 1979. Dos años después, fue asesinado por islamistas en Egipto.

Quince años después

Jordania se convierte en el segundo país árabe en hacer la paz con Israel. El rey Hussein y Rabin establecen relaciones diplomáticas tras el precedente egipcio y el acuerdo de Oslo (93) entre israelíes y palestinos.



Jamileth