Entre la Espada y la Pared

El ocaso de Theresa May

2019-03-26

Para poner fin a la sostenida crisis gubernamental y esquivar un posible Brexit sin acuerdo el 12...

Por Barbara Wesel | Forbes

DW.- En Londres hay diferentes versiones sobre las dimensiones de la sublevación en ciernes en el gabinete de gobierno. En el pasado, Theresa May sobrevivió a varias situaciones en que parecía inminente su caída. Pero tras el desfile de descontentos por los programas de debate político en la televisión dominical, quedó en evidencia que incluso ministros que le habían sido leales, como Philip Hammond, no ocultan ya que el ambiente es apocalíptico. El ministro de Finanzas afirmó que la discusión no gira en primera línea en torno a Theresa May, pero reconoció que hay mucha frustración.

Efectivamente, los ánimos parecen haber cambiado. Casi todos los periódicos describen como “humillante” el resultado de la cumbre del jueves pasado. Algunos partidarios del Brexit ofrecen entretanto respaldar el acuerdo negociado por May con la Unión Europea, si la primera ministra presenta voluntariamente una fecha de dimisión, pero los más “duros” rechazan incluso esa opción.

Para poner fin a la sostenida crisis gubernamental y esquivar un posible Brexit sin acuerdo el 12 de abril, algunos tories moderados plantean ahora la idea de un premier interino.

Una de las figuras que se barajan como posible relevo en la jefatura de Gobierno es David Lidington. Es considerado un timonel sereno en tiempos tempestuosos y es uno de los pocos miembros del gabinete de May que gozan de respeto entre los diputados de segunda fila.  Además, también es visto como un negociador aceptable para la UE, porque no defiende posiciones extremas.

Lidington ha dicho siempre que no quiere el cargo de primer ministro, lo que atrae a sus seguidores. Pero los “duros” probablemente lo combatirán hasta las últimas consecuencias, debido que defiende un Brexit negociado.

A favor de un premier interino habla el hecho de que las tres semanas que quedan hasta la nueva fecha prevista para el Brexit no son suficientes para competir por la sucesión en Downing Street. Eso no impide, sin embargo, que se perfilen varios posibles candidatos.
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Ya tras el referéndum del Brexit, en 2016, Boris Johnson quería a toda costa ser primer ministro. En esa oportunidad, sin embargo, su correligionario Michael Gove torpedeó sus aspiraciones. Luego, como ministro de Relaciones Exteriores, no hizo un buen papel.

Ahora viene alabando desde hace tiempo las ventajas de un Brexit duro y sería un desastre que se convirtiera en el interlocutor para negociar con Bruselas. Su encanto excéntrico es difícil de comprender para quienes no pertenecen a su círculo. No obstante, resulta difícil decir cuán buenas son sus cartas para suceder a May: en público, muchos lo rechazan, pero se dice que sigue teniendo gran respaldo en las bases del partido.
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Michael Gove fue uno de los partidarios del Brexit que luchó en 2016 por la jefatura del gobierno. Poco antes de que se tomara la decisión, propinó a Boris Johnson una puñalada por la espalda, definiéndolo como incapaz para ejercer el cargo de primer ministro. Algunos de los tories compartían esa opinión, pero con su actitud se autodescalificó.

No estuvo presente en el primer gabinete de Theresa May. Solo tras las elecciones de 2017 se le ofreció el puesto de ministro del Medio Ambiente. Desde entonces, Gove intenta rehabilitarse, se muestra cauto y bastante leal a May. Se lo considera trabajador, está bien informado e incluso tiene ideas, pero carece de carisma.

La lista de los posibles aspirantes con menos posibilidades podría extenderse casi infinitamente. En ella figuran también, por ejemplo, los exministros para el Brexit David Davis y Dominic Raab, o la ministra del Trabajo, Amber Rudd. Es considerada una liberal dentro de los tories y simpatiza con la UE, lo cual reduce claramente sus posibilidades.



Jamileth